sábado, enero 06, 2007

PARA PENSAR

El malestar en la cultura debería repensarse en el cruce entre urbanidad y globalización. El creador del psicoanálisis se refiere al "arte de vivir", considerando que en la búsqueda de la felicidad es necesario acrecentar el trabajo psíquico e intelectual. Parte de tres fuentes originarias de sufrimiento: la supremacía de la naturaleza, la caducidad del cuerpo y la insuficiencia de nuestros métodos para regular las relaciones humanas en la familia, el Estado y la sociedad. Ante ellos hay diferentes respuestas: el aislamiento voluntario, que sólo lleva a "la felicidad de la quietud"; la intoxicación (drogas, etc.), y los caminos más audaces, como el del amor Pero "jamás nos hallamos tan a merced del sufrimiento como cuando amamos". Y, finalmente, el de la búsqueda de la belleza, ya sea en los gestos humanos, la naturaleza, creaciones artísticas o científicas, que sería una opción compensatoria: "Esta orientación estética nos protege escasamente contra los sufrimientos inminentes, pero puede indemnizarnos por muchos pesares sufridos. El goce de la belleza posee un particular carácter emocional, ligeramente embriagador", dice Freud. Y agrega: "La belleza no tiene utilidad evidente ni es manifiesta su necesidad cultural, y, sin embargo, la cultura no podría prescindir de ella". La Nación. 06.01.07. Silvia Hopenhayn