sábado, enero 03, 2009

356. DOS DOCUMENTALES + TOMAR CONCIENCIA + BUSCAR LA VERDAD













Dos documentales - asociados por el azar - me permitieron tomar conciencia del uso del testimonio visual y narrativo de dos momentos de las historias de dos países hermanos con historias análogas. Uno es el documental de chileno PATRICIO GUZMAN = SALVADOR ALLENDE, y el otros, el documental "M" de NICOLAS PRIDIVERA. Lo curioso, lo rico, lo valioso de ambos es el intento de reflejar lo que realmente ha pasado, lo que los testigos recuerdan, lo que los sobreviviente pueden y quieren contar. No se trata de una construcción arbitraria (aunque siempre lo sea) para imponer una mirada, sino de una construcción a partir de lo que se ha filmado (Allende), de lo que se va escuchando (M), con sus idas y venidas, sus contradicciones y sus incertidumbres, sus miradas cruzadas, inquietas, alejadas de certezas pre-armadas. Como espectador uno tiene la sensación de ir acompañando la búsqueda de PRIDIVERA que no logra "reconstruir" la vida y la muerte de su madre, las razones, su militancia, el grado de compromiso, las explicaciones necesarias. Ni los organismos oficiales de los DDHH, ni las organizaciones tienen ideas claras al respecto: carteles, consignas, archivos, informaciones nunca son completas, no están articuladas, están llenos se silencios, hiatos, ausencias. Pero, además, los compañeros de su madre, amigos de la juventud y del trabajo, compañeros de una presunta militancia no logran definirse, ni definir a la madre. Ni el grado de compromiso, ni sus actividades, hasta tienen dudas sobre su misma ideología. Por supuesto - y esta es la razón fundamental - nadie sabe del destino definitivo, de su muerte, de su desaparición, de su presencia en algún lugar de detención. Nada. Hay detalles de la detención, pero luego, nada. Hasta el nombre ha sido silenciado: como si la desaparición verdadera y profunda fuera esa, no haber dejado rastro alguno, mas que las cosas que han quedado en alguno de los cajones, en las numerosas fotos y en muchos de los videos. Hay nombres, lugares, muertos conocidos, instituciones (INTA), hasta posibles responsables, pero M no aparece, no aparece nunca. En los diálogos aparece la búsqueda sistemática, incisiva, metódica, racional de NICOLAS, y las respuestas titubantes, contradictorias, incompletas de los que vivieron esos días. Y las repreguntas vuelven sobre lo obvio, para tratar de aclarar, de dar luz. Y la luz no siempre aparece. No fueron tan claras las cosas: refleja mucho de lo que nos pasa a los que vivimos en ese período. Trae al recuerdo la conocida y reciente exposición que GERMANO hace de los desaparecidos de PARANA, jugando con la presencia y la ausencia de cada uno de ellos en las fotos del pasado y del presente: es el mismo lugar pero el tiempo lo ha cambiado todo. De muchos no podemos dar todos los testimonios, todas las versiones. Siempre había - en unos, en otros, en nosotros mismos - otras dimensiones que púdicamente ocultábamos. ¿Se puede juzgar desde el presente esas páginas del pasado? ¿Hubo algún tipo de rédito, de mínima victoria en esos esfuerzos heroicos, en los últimos esfuerzos heroicos próximos al fin de la historia? El compromiso de NICOLAS en la búsqueda (a los 36 años, la edad de la madre al desaparecer) y en la realización de la película, es impecable.

Con ALLENDE uno se encuentra con la reivindicación prolija, detallada, admirablemente documentada de una historia de coherencia, de jugadas consecuentes. El Allende de los 70 es el último capítulo de un Allende que hunde sus raíces el 20 años de militancia. Tal vez haya que decir demasiadas cosas acerca de las estrategias del final, de la lucha definitiva, de sus últimas determinaciones... pero no se puede decir nada de toda de toda la vida que puso en cada una de sus acciones y decisiones con ese socialismo democrático que se construía sobre la convicción de que solamente a través de la democracia las transformaciones socialistas eran posible.

Los dos documentales nos dejan ese sabor amargo de la derrota. En el caso de Allende - como se dice - la sensación de que hubo derrota y olvido. En el caso de M... de que ha habido otra forma de olvido, oculto detrás de ciertas reivindicaciones que no han llegado a todos.

Memoria, justicia, aprendizajes.

La película SALVADOR ALLENDE puede asociarse - en un ciclo - a MACHUCA... y ambos documentales en un ciclo sobre los misterios y laberintos de la memoria.

355. GONZALO MILLAN + SALVADOR ALLENDE



El cuidado y muy elaborado documental del reconocido PATRICI0 GUZMAN sobre SALVADOR ALLENDE - impecable, preciso, justo, reivindicador de una figura injustamente silenciada -nos regala en el cierre el bello poema de GONZALLO MILLAN (muerto en el 2006) leído por el mismo y jugando con esa envidiable posibilidad de que todo vuelva atras, de que el tiempo regreso a los buenos, bellos, victoriosos momentos. Es bueno recordar a todos ellos.




El río invierte el curso de su corriente.
El agua de las cascadas sube.
La gente empieza a caminar retrocediendo.

Los caballos caminan hacia atrás.
Los militares deshacen lo desfilado.
Las balas salen de las carnes.
Las balas entran en los cañones.
Los oficiales enfundan sus pistolas.
La corriente se devuelve por los cables.
La corriente penetra por los enchufes.

Los torturados dejan de agitarse.
Los torturados cierran sus bocas.
Los campos de concentración se vacían.
Aparecen los desaparecidos.
Los muertos salen de sus tumbas.

Los aviones vuelan hacia atrás
Los rockets suben hacia los aviones.
Allende dispara.
Las llamas se apagan.
Se saca el casco.
La Moneda se reconstituye íntegra.
Su cráneo se recompone.
Sale a un balcón.

Allende retrocede hasta Tomás Moro.
Los detenidos salen de espalda de los estadios.
11 de Septiembre.
Regresan aviones con refugiados.
Chile es un país democrático.
Las fuerzas armadas respetan la constitución.
Los militares vuelven a sus cuarteles.

Renace Neruda.
Vuelve en una ambulancia a Isla Negra.
Le duele la próstata. Escribe.
Víctor Jara toca la guitarra. Canta.
Los discursos entran en las bocas.
El tirano abraza a Prat.
Desaparece. Prat revive.
Los cesantes son recontratados.
Los obreros desfilan cantando.
¡Venceremos!


La ciudad - ¿está allí este poema? - no es un simple catálogo de las fechorías dictatoriales que se intentan borran en el escenario de la post dictadura. Más importante es su apertura a lo político, entendiéndolo como lucha emancipatoria. En tiempos de fragmentos, post ideologías y derrotas, donde el escenario estético debe presentarse alejado de toda interferencia política, La ciudad instala una sutura donde se cruza lo político con la poesía, y no solamente por medio de la denuncia. Veamos, para terminar, este poema en donde Millán altera la corriente del tiempo para desmantelar fugazmente la teleología del capital que se mira como eterno, infinitamente reproducible, y hacernos pensar en un espacio fuera de la catástrofe actual. (Francisco Leal. 2006)