domingo, febrero 03, 2008

264. ARTE MENOR


INICIO = "Mi padre solía decir que todos en la familia teníamos algún desorden alimentario. Es cierto que mi hermana y yo heredamos la voracidad de mamá. Grandes jarras de leche, guisos de arroz, chocolate y, sobre todo, manzanas. En cambio él se pasaba días enteros sin comer otra cosa que pan integral y orégano." (Gonzalez Betina, 2006: 9)

FINAL = "Todo es silencio nimbado por el contacto frío con la piel de la escultura y mi mano baja por el torno hacia el vientre hinchado, hasta la punta de los dedos del pie y allí se queda como asintiendo, como escuchando, y entonces ya no recuerdo nada, tan solo oigo, mi mano se cierra sobre ese pie diminuto, desamparado, y oigo, finalmente, todo lo que allún aún habla de mi padre". (181)

TITULO = " Ya no me importa quién se entera de todo esto, fue hace tanto tiempo, tanto...Y después de todo, fue algo tonto, ha perdido dimensión con los años. Arte menor, sin importarncia. Asi que usted puede pensar lo que quiera, puede incluso decir lo que quiera. No me importa. Hágalo. Hable con quien quiera. Total, ¿quién va acordarse de todas estas cosas despues de tantos años?" (Willy Durán : 151)


Me costó engancharme con la novela porque me pareció lento y disperso en inicio de la misma... pero hay un momento en que la novela (Betina González) nos proporciona el clima, nos invita a ingresar en el muno de Claudia y comprometernos en la búsqueda de la imagen y del verdadero recuerdo de su padre. Fabio Gemelli ha desaparecido de la vida de las hijas aunque nunca ha estado demasiado cone ellas... pero para Claudia es importante saber qué ha pasado con ese padre que ha abandonado a los suyos, que ha deambulado por diversos lugares del gran Buenos Aires, que parece haber sido un artista plástico reconocido (de dudoso o controvertido valor) pero tambien un buscavida y un megalómano incurable, y que ha muerto misteriosamente en un accidente de tránsito. Aunque el punto de partida es una de sus escultura, el itinerario de la búsqueda serán las diversas amantes que han jalonado la vida del padre: no le interesa el valor de las obras sino recuperar la "versión definitiva" de su padre. Y lo que supone será una suma de versiones compatibles se transformará en un rompecabezas de piezas distintas (muchas de ellas imposible de ensamblar) con el que Clauda deberá construir la imagen de su padre ausente y muerto. Las personas son nouménicas y esta novela revela el carácter aproximativa, pero también arbitrario, de la versión que tenemos de los otros. Cada una de las mujeres (o de quienes toman su voz) dará su mirada y su interpretación... y será Claudia - en definitiva - la que construirá con retazos de su vida, la vida definitiva de su padre, obra de "arte menor" como posiblemente haya sido su misma producción artística. El encuentro con esa escultura casi mítica (madre e hijo) en un depósito olvidado de una munipalidad del gran Buenos Aires es un digno final.