sábado, julio 07, 2007

136. MEMORIA + ERICH FROMM

“La memoria puede ejercerse en el modo de tener y en el de ser. Lo más importante para la diferencia entre las dos formas de recordar es el tipo de relación que se hacer. En el modo de tener recordar es una relación enteramente mecánica, como cuando la relación entre una palabra y la siguiente, está firmemente establecida por la frecuencia con que aparece; o las relaciones pueden ser puramente lógicas, como la relación entre los opuestos, o de conceptos convergentes, o de tiempo, espacio, color, o dentro de un sistema dado de pensamiento.
En el modo de ser se recuerdan activamente las palabras, las ideas, las escenas, las pinturas, la música; o sea se relaciona un dato sencillo que se recuerda con muchos otros datos con los que este tiene relación. En el caso de ser, las relaciones no son mecánicas ni puramente lógicas, sino vitales…
En el modo de ser, recordar implica dar vida a algo que vivimos u oímos antes. Podemos ejercitar esta memoria productiva tratando de imaginar la cara de una persona o un panorama que vimos en el pasado. No somos capaces de recordar instantáneamente en ambos casos; debemos recrear al sujeto, darle vida en nuestros pensamientos. Este tipo de memoria no siempre es fácil; para recordar plenamente una cara o un panorama debemos haberlas observado con suficiente concentración. Cuando se logra plenamente esta manera de recordar, la persona cuya cara se recuerda es tan viva, el panorama recordado tan vivido, como si la persona o el panorama se encontraran físicamente presentes.
“…en el modo de tener, cómo se recuerda una cara o un panorama se caracteriza por la manera como la mayoría de la gente reacciona ante una fotografía. Esta sólo sirve para ayudar a la memoria a identificar a una persona o un panorama, y la reacción usual es afirmar: “si este es”, o “si, yo he estado allí”. La fotografía se convierte, para la mayoría de la gente, en una memoria enajenada.
El recuerdo que se confía al papel es otra forma de memoria enajenada. Cuando escribo lo que deseo recordar, estoy seguro de tener esa información, y no trato de grabármela en la memoria. Estoy seguro de mi posesión; pero cuando pierdo mis notas, también olvido la información. Pierdo mi capacidad de recordar, porque mi banco de memoria se ha convertido en una parte externalizada de mí.
Debido a la multitud de datos que en nuestra sociedad contemporánea necesitamos recordar, es inevitable tomar apuntes y recurrir a la información depositada en los libros; pero la tendencia a no ejercitar la memoria está aumentando más allá de toda proporción razonable…
…los maestros pueden observar que los estudiantes que escriben cuidadosamente todas las palabras de una clase, muy probablemente comprenden y recuerdan menos que los alumnos que confían en su capacidad de comprender y, por consiguiente, de recordar al menos lo esencial…los músicos saben que los que más fácilmente leen una partitura tienen más dificultad para recordar la música sin ella…los analfabetos o los que saben leer muy poco tienen mejor memoria que los habitantes de países industrializados…” ERICH FROMM, ¿TEMER O SER? ¿PODEMOS COMPOCER? (Gracias por recordarlo y enviarlo Yamila)