viernes, diciembre 07, 2007

229. CON TODOS LOS SENTIDOS + EL SABOR DEL EDEN

La película deja varios mensajes pero hay uno que los atraviesa a todos: se come con todos los sentidos: con el gusto (obvio), con el olfato (necesariamente asociado), con la vista (la mirada sobre los alimentos y los platos es fascinante), con el tacto y hasta con el oído (porque hay hasta un sonido propio de cada tipo de cocción). Es como el amor: el verdadero amor involucra a todos los sentidos y uno ama con la piel (tacto), con el gusto, con la vista, con el ofato, con el oído. Por eso en la película, las expresiones de los comensales y de la protagonista es una construcción análoga a la del acto amoroso. Esa es la diferencia entre el amor y el placer de comer, y los actos fisiológicos que se le aproximan: la totalidad de los primeros y ese circunscribirse y limitarse del resto.
Tal vez por eso, tambien, cueste creer que la sexualidad haya recibido una vigilancia y una condena que no padeció la alimentacion y la comida.