martes, enero 29, 2008
263. BUSQUEDA
lunes, enero 28, 2008
262. EL VALOR DE LAS HISTORIAS
En el proceso de contar y escuchar historias aprende no sólo el que escucha y selecciona lo que le es más útil y cercano, sino que también aprende quien construye y/o relata la historia, que por el sólo hecho de repetirla ya hizo uso de sus recursos memorísticos y de sus propios aprendizajes. Las historias se pueden clasificar en tres tipos: historias neutrales, que contienen cierta sabiduría que podría ser aplicada a cualquier tipo de problema cotidiano, como el I Ching de la cultura china; historias condensadas, que son generalizaciones de muchas historias que de alguna manera predicen los resultados de ciertas acciones, como son los proverbios; y las historias elaboradas, similares a las condensadas, pero que a diferencia de ellas contienen detalles de nombres y lugares: son en general valoradas por la cultura local como fuente de aprendizaje y su ejemplo más característico son los mitos y leyendas.
261. EL TILO
domingo, enero 27, 2008
260. AÑOS
259. EL AMOR EN LOS TIEMPOS DEL DESEO
masticaba con un deleite salvaje. Fermina Daza y Florentino Ariza lo miraban sin hablar, esperando la lectura de las calificaciones finales en un banco de la escuela. No se habían
cruzado una palabra mientras duró el diálogo con la patrulla sanitaria, ni tenían la menor idea de qué iba a ser de sus vidas, pero ambos sabían que el capitán estaba pensando por ellos: se le veía en el latido de las sienes. (…)
El viento del Caribe se metió por las ventanas con la bullaranga de los pájaros, y Fermina Daza sintió en la sangre los latidos desordenados de su libre albedrío. A la derecha, turbio y parsimonioso, el estuario del río Grande de la Magdalena se explayaba hasta el otro lado del mundo. Cuando ya no quedó nada que comer en los platos, el capitán se limpió los labios con la esquina del mantel, y habló en una jerga procaz que acabó de una vez con el prestigio del buen decir de los capitanes del río. Pues no habló por ellos ni para nadie, sino tratando de ponerse de acuerdo con su propia rabia. Su conclusión, al cabo de una
ristra de improperios bárbaros, fue que no encontraba cómo salir del embrollo en que se había metido con la bandera del cólera.
Florentino Ariza lo escuchó sin pestañear. Luego miró por las ventanas el círculo completo del cuadrante de la rosa náutica, el horizonte nítido, el cielo de diciembre sin una sola nube, las aguas navegables hasta siempre, y dijo:
-Sigamos derecho, derecho, derecho, otra vez hasta La Dorada.
Fermina Daza se estremeció, porque reconoció la antigua voz iluminada por la gracia del Espíritu Santo, y miró al capitán: él era el destino. Pero el capitán no la vio, porque estaba anonadado por el tremendo poder de inspiración de Florentino Ariza.
-¿Lo dice en serio? -le preguntó.
-Desde que nací -dijo Florentino Ariza-, no he dicho una sola cosa que no sea en serio.
El capitán miró a Fermina Daza y vio en sus pestañas los primeros destellos de una escarcha invernal. Luego miró a Florentino Ariza, su dominio invencible, su amor impávido, y lo asustó la sospecha tardía de que es la vida, más que la muerte, la que no tiene límites.
-Fermina -le dijo-: he esperado esta ocasión durante más de medio siglo, para repetirle una vez más el juramento de mi fidelidad eterna y mi amor para siempre.
Fermina Daza se habría creído frente a un loco, si no hubiera tenido motivos para pensar que Florentino Ariza estaba en aquel instante inspirado por la gracia del Espíritu Santo. Su impulso inmediato fue maldecirlo por la profanación de la casa cuando aún estaba caliente en la tumba el cadáver de su esposo. Pero se lo impidió la dignidad de la rabia. “Lárgate -le dijo-. Y no te dejes ver nunca más en los años que te queden de
vida.” Volvió a abrir por completo la puerta de la calle que había empezado a cerrar, y concluyó: -espero sean muy pocos.
Cuando oyó apagarse los pasos en la calle solitaria, cerró la puerta muy despacio, con la tranca y los cerrojos, y se enfrentó sola a su destino. Nunca, hasta este momento, había tenido una conciencia plena del peso y el tamaño del drama que ella misma había provocado cuando apenas tenía dieciocho años, y que había de perseguirla hasta la muerte. Lloró por primera vez desde la tarde del desastre, sin testigos, que era su único
modo de llorar. Lloró por la muerte del marido, por su soledad y su rabia, y cuando entró en el dormitorio vacío lloró por ella misma, porque muy pocas veces había dormido sola
en esa cama desde que dejó de ser virgen.
(…) Sólo entonces se dio cuenta de que había dormido mucho sin morir, sollozando en el sueño, y que mientras dormía sollozando pensaba más en Florentino Ariza que en el esposo muerto.
Florentino Ariza, en cambio, no había dejado de pensar en ella un solo instante después de que Fermina Daza lo rechazó sin apelación después de unos amores largos y contrariados, y habían transcurrido desde entonces cincuenta y un años, nueve meses y cuatro días. No había tenido que llevar la cuenta del olvido haciendo una raya diaria en los muros de un calabozo, porque no había pasado un día sin que ocurriera algo que lo hiciera acordarse de ella.
martes, enero 22, 2008
258. PODER, TACTICA Y ENGAÑO
El engaño es la base del arte de la guerra.
Si eres capaz, finge incapacidad; si eres activo, pasividad.
Si estás cerca, aparenta estar lejos; si estás lejos, que estás cerca.
Ofrece un señuelo a tu enemigo para hacerle caer en una trampa; finge desorden y sorpréndelo.
Cuando se concentre, prepárate a la lucha; donde sea fuerte, evítale.
Provoca a su general y confúndelo.
Si el general enemigo es necio y fácil de caer en el enojo, hazle enfurecer para que su irritación le ciegue y se lance hacia ti sin pensar.
Finge inferioridad, estimula su arrogancia.
Da al enemigo hombres jóvenes y mujeres para trastornarle, y jade y seda para estimular su ambición.
Ponle en aprietos y acósale.
Fatiga al enemigo cuando esté descansando.
Descubrid los puntos en que el enemigo puede ser sorprendido, efectuad salidas repetidas y alborotad su país. Cuando defienda la derecha, atacad a la izquierda; cuando defienda la izquierda, atacad a la derecha; dejadle sin aliento haciéndole ir sin cesar de un lado para otro ... Si rechazáis esta estrategia y arriesgáis todo a una sola batalla, cuando lo lamentéis, será demasiado tarde.
Divide al enemigo que esté unido.
Separa al soberano de sus ministros; o si no, hazle perder su amistad con sus aliados.
Sembrad entre ellos las sospechas mutuas para que caigan en el malentendido. Entonces podréis conspirar contra ellos.
Atácale donde no esté preparado; construye una salida por donde no se lo espere.
(Sun Tzu: El arte de la Guerra)
257. RESPETO
lunes, enero 21, 2008
256. PARADOJA DE SCHRODINGER Y ALEX DE LA IGLESIA
sábado, enero 19, 2008
255. RABIA
254. TELARAÑA = 2005 - 2007
viernes, enero 18, 2008
253. PROFESOR 2.0
lunes, enero 14, 2008
252. EXTRAÑO
domingo, enero 13, 2008
251. EL PASO DEL TIEMPO
jueves, enero 10, 2008
250. EDUCACION EN CHILE
249. EL BAILE DE LA VICTORIA + SKARMETA
martes, enero 08, 2008
247. RECIEN
246. RICORDATI DI ME + FAMILIA POSTMO
miércoles, enero 02, 2008
245. NUEVA ESCUELA + BORRADORES
Por su parte un docente, un directivo, un alumno del pasado ingresaría a nuestras escuelas y reconocería absolutamente todo. Cuanto mas, alguien le brindaría explicaciones para el uso de la nueva telefonía, el fax, la computadora (elementos de la oficina que no necesariamente deben estar en la dirección y que seguramente no están en las aulas), la sala de medio con sus diversos instrumentos de reproducción de imágenes y de sonidos… ¡y nada mas! La misma estructura en los horarios, la organización de la semana, los rituales, los registros, hasta la vestimenta y las costumbres… seguramente encontraría diferencias, pero mínimo y, sobre todo: cada uno de los actores podría rápidamente ponerse en acción.
Los sujetos serían absolutamente distintos: aunque los alumnos del presente pueden “verse” como los alumnos del pasado, esta visión de las apariencias oculta en realidad profundas transformaciones, porque no son los mismos y están ajenos a aquella escuela que la sociedad se encargó de conservar para idolatrar.
Pero no son solo los hospitales: son las casas de familia, la organización de la familia, la forma de preparar los alimentos, las cocinas, las bebidas, la circulación por las calles, las costumbres en las compras, hasta instituciones de encierro como los manicomios o los cárceles han cambiado y tienen otra estructura. ¿Por qué nos empeñamos en conservar solamente la escuela?
Lo curioso es que las nuevas estructuras crean nuevos sujetos: nuevos comensales (mas exquisitos) nuevos bebedores (mas demandantes), nuevos alienados, nuevos presos, nuevos enfermos, nuevos usuarios… y en la escuela, cuando los sujetos YA son nuevos, mantenemos la estructura que ya fue.