jueves, febrero 15, 2007

063. LAS CULTURA DEL CUIDADO

Debemos cuidar del otro o de los otros que están con nosotros, que en mayor o en menor medida con-viven. El cuidado es una cualidad asociada a las otras acciones que lleva adelante la autoridad: corregir con cuidado, advertir con cuidado, observar con cuidado. El cuidado remite a la cultura institucional y comunitaria del amparo, de la protección, del refugio. La palabra cuidar proviene de tres raíces latinas: (1) de curo / curare, que significa cuidar, preocuparse, gobernar, administrar, curar un mal (medicina). Según esta acepción, la autoridad es el que cura y se preocupa por todos, el que cura los males de los miembros de la comunidad, porque el mal de uno afecta a todos. (2) de consulo / consulare que significa deliberar, tomar una decisión, mirar por, consultar, castigar. La autoridad gobierna y, para gobernar, considera dentro de sí (delibera), delibera con otros (consejos, personas sabias, ancianos, experiencia) y a veces interviene para rectificar, porque es el responsable de hacerlo. (3) de incumbo / incumbere que significa apoyarse sobre, inclinarse, colgar, prender, precipitarse, dedicarse y apoyar, estar continuo. Cada uno, cada prójimo se constituye en respaldo y referencia, pero también es el que está junto a los suyos y se dedica a ellos. La cultura del cuidado implica, en suma, preocuparse, gobernar, deliberar y consultar, intervenir y castigar, estar junto, servir de respaldo, dedicarse. Pero para cultivar la cultura del cuidado es necesario crecer en la construcción mutua: quienes son cuidados, deben ver ese cuidado como algo beneficioso, constructivo, que favorece su crecimiento y su fortaleza, porque bien puede pasar que la autoridad pretenda cuidar y que los destinatarios se resistan, la ignoren, desconfíen, menos-precien o la nieguen