miércoles, junio 13, 2007

120. SUEÑOS NECESARIOS

No se puede vivir sin sueños. Pero de los sueños propios, porque es difícil vivir de los sueños ajenos, seguir los sueños ajenos. A los propios sueños, uno los puede domesticar, en cambio a los sueños de los otros hay que aceptarlos y obedecerlos. No es extraño por tanto que los seguidores de Alejandro Magno hayan declarado al verlo prematuramente muerto: “Nosotros los matamos. No podíamos seguirlo. Nunca creímos en los sueños, pero los sueños imponen una fuerza irresistible. Los soñadores nos agotan. Por eso los soñadores deben morir antes de matarnos con sus malditos sueños”.

119. VALE LA PENA

No es todo lo que se puede hacer,
tampoco es nada.
No es fácil, tampoco es imposible.
No será con todos, tampoco es a solas.
No será de la noche a la mañana,
tampoco debe ser nunca.

118. ¿TODA LA VIDA?

Se depositan demasiadas funciones y expectativas en la pareja y en el matrimonio, en tiempos en que las identidades de los sujetos se fragmentan y se dispersan. Y es muy fácil que algunas de estas funciones se agriete e ingrese la crisis. Pretendemos encontrar en una misma persona la contención afectiva, la ternura y la comprensión, la posibilidad de amar, el placer del encuentro sexual, la posibilidad de ejercer la maternidad o la paternidad, la responsabilidad de acompañar el crecimiento de los hijos, la convivencia protectora, el acuerdo en intereses económico mutuos, un compañero de camino que nos aguanta en las buenas y en las malas y a quien podemos respaldar. Es demasiado. Y cuando son tantas las tareas es posible que no podamos cumplir con todas o no sintamos que hay un esfuerzo común en todas ellas. Es posible que culturalmente comencemos a entender que hay una persona con la que tenemos los hijos, otras personas que son buenas para respaldarnos afectivamente en todo momento, otras que se ajustan al ritmo de nuestros deseos sexuales, otras que se nos asocian con mayor efectividad para aunar criterios económicos. Por supuesto que todo es mas complejo y conflictivo… pero estamos comprobando a ritmo creciente que la antigua unidad está haciendo agua por todos los lados… y termina castigando las funciones que realmente adecuadas por culpa de algunas que ya no encontramos o no brindamos. ¿Es un nuevo paradigma del matrimonio, de la convivencia y de la familia? (noviembre 2005)

117. CIERTAS HORAS + CIERTOS REGRESOS

Los encuentros responden a cierta hora y a ciertos contextos. Es posible construirlos con lo que somos y con lo que tenemos a manos, pero poniendo nosotros mucho en esa construcción. Los otros, los que aparecen y desaparecen de nuestras vidas están allí también a la búsqueda, mas o menos inquietos, mas o menos interesados... Hay un movimiento mutuo que va desde nuestra iniciativa hacia su interés... y desde sus propuestas hacia nuestras respuestas. Es un minuto, en una tarde, toda una noche, o la vida entera... pero allí nos jugamos algunos de los partidos de nuestaras relaciones. Las definitivas, las funcionales, la fugaces, las intensas, las fortuitas. Y ese juego de encuentros y desencuentros, de perspectivas y de fusiones vamos tejiendo nuestra propia existencia para sentirnos menos solos, menos huérfanos
Cuando cotidianamente vuelvo a casa... a veces espero un retazo de ternura que me permita naufragar entre miradas protectoras y abrazos insoldables, porque necesito - al menos por un momento - perderme en los brazos de alguien. Otras veces necesito el sabor de la batalla cómplice que pretende romper el círculo arbitrario de nuestro propio cuerpo para fundirnos en el cuerpo ajeno. Y hay veces en que solamente quiero la presencia, el misterio, los silencios y esas esperas comprensivas que no pronuncian palabras, que miran desde lejos.
No siempe es posible, sin embargo, construir el universo del regreso.

116. SOBREVIVIR EN EL NIVEL SUPERIOR

La presunta desarticulación entre los niveles no responden a una falta de correspondencia entre los contenidos mínimos que se requieren para ingresar al Nuevo nivel y sobrellevarlo, sino – sobre todo – a un tipo de subjetividad y de cultura que no encaja con la que el nivel superior supone como necesaria para afrontar la nueva etapa.No se trata de conocimientos o de manejos de procedimientos fundamentales (también se trata de ello, pero no en todos los casos) sino de un enfrentamiento de cultura, un desconocimiento profundo de las nuevas exigencias, una incapacidad para lograr decodificar en los hechos las imposiciones requeridas.Las nuevas culturas juveniles trabajan con otros parámetros, se manejan con otros códigos, viven, aprender, deciden, recuerdan, trabajan con ritmos diferentes a los de la cultura adulta.Esto no inhabilita la presencia de muchos jóvenes que – por cualidades o decisiones personales – tienen mayor capacidad de adaptación y lectura a la nueva realidad. Pero no son los más, sino los menos.La desarticulación, ¿es un problema nuevo? ¿ha existido desde siempre? Allí podemos trazar una línea entre el pasado y el presente (aunque debería ser objeto de una investigación específica): en el pasado el problema radicaba en una desarticulación funcional; en el presente, la desarticulación es estructural. Antes, los conocimientos requeridos para el inicio del nivel no eran los suficientes para poner en marcha la maquinaria de apropiación del conocimiento que la universidad demandaba. En este sentido, los exámenes de ingresos, los cursos pre-universitarios, los talleres previos operaban como verdaderos despertadores para un sujeto que debía dar un salto cualitativo hacia una su autonomía y responsabilidad. En el presente, hay un desajuste estructural que requiere otro tipo de intervención.Los docentes de la universidad quieren tener sentados frente a sí a sujetos que ya no existen, que existieron y que existían pero ya no existen. Y cuando descubren a los que están denuncian las fallas de los niveles anteriores. Se equivocan la universidad, sus autoridades y sus profesores cuando abundan en acusaciones contra los niveles precedentes. No son ni el polimodal ni el nivel medio los que crearon esta generación y esta cultura. Puede atribuírseles una falta de dinamismo y movilidad para reaccionar frente a los cambios. Mas: pueden ser acusados de incapacidad crónica para poder efectuar los cambios necesarios… pero lo cierto es que mientras en el pasado – ese que añoran los profesores de la universidad – las escuelas lograban disciplinar las culturas juveniles y aportar los elementos claves para la construcción del sujeto y de la subjetividad… en los tiempos que corren, las culturas corren por otros andariveles, responden a otros creadores y a otros parámetros… y la escuela se uno mas de los elementos y factores que contribuyen a crear la subjetividad de sus usuarios. En algunos más, en la mayoría, menos. Y la misma familia envuelta en crisis de caracteres diversos no representa el factor determinante, sino uno más entre los muchos que acuden a formar al sujeto de las nuevas culturas.Podemos preguntarnos juntos, interrogarnos juntos, buscar juntos… pero seríamos injustos al pretender depositar las culpas en los que ya no están, mientras conservamos el orgullo, el prestigio, el rigor y la pureza de un nivel que parece no hacerse cargo de nada. Como parte de la sociedad tienen la misma (o superior) responsabilidad con respecto a todo lo que pasa y con respecto a las eventuales soluciones que deben encontrarse. Es la tarea que – con realismo – debemos emprender.

115. MACHT POINT + TODO ES CUESTION DE SUERTE

“El hombre que dijo Prefiero ser afortunado que bueno” tenía una profunda perspectiva de la vida. La gente tiene que reconocer qué parte tan grande de la vida depende de la suerte. Da miedo pensar que sea tanto sobre lo que no tenemos control. Hay momentos de un partido en que la pelota alcanza a pegar en la red y por una décima de segundos puede seguir su trayectoria o bien caer hacia atrás. Con un poco de suerte sigue su trayectoria y ganas, o tal vez no, y pierdes”.
Me gusta recordar - una y otra vez - la repetición de la escena de la cancha de tenis en que se ve ir y venir la pelotita y – en un momento – detenerse en el aire sobre la red… y el anillo robado de una de las víctima que sigue el mismo movimiento, rebota en la protección que hay junto al río, queda suspendido en el aire… y finalmente cae sobre la vereda. Ese anillo puede ser la prueba para condenar… o el recurso para salvar. Se trata de suerte. Y el protagonista de MACHT POINT la tiene.
Y me pregunto por mi vida que siempre ha sido un gran partido y yo un jugador apasionado en ella: la pelota va y viene... tengo la sensación en este día de que se ha quedado sobre la red, jugando el punto final definitivo y asoma lentamente la certeza de que finalmente caerá, caerá milagrosamente en el lugar esperado para lograr el tanto final.