domingo, septiembre 30, 2007

186. UNA POSIBLE RESPUESTA A 183

¿NATIVOS, PEGERINOS O MIGRANTES? El material de Tilcar Lara me siembra interrogantes en esta mañana de domingo, saludables interrogantes, que pueden ayudar a entender los cambios de paradigmas (¿mapas¿) para recorrer los territorios que tenemos.(http://tiscar.com)
Internet nos propone nuevos caminos por los que transitar en nuestro devenir por el mundo. Está asfaltado con nuevos lenguajes y texturas, pero sus rutas no aparecen en los GPS. Cada uno de nosotros hemos de diseñar nuestro recorrido y apoyarnos en las indicaciones de quienes ya pasaron por allí. Las etiquetas, los agregadores, los blogs, los wikis, etc. son muescas en el camino. De nosotros depende contribuir en nuestro recorrido con sólidas piedras o con efímeras migas de pan.
Hay turistas, hay viajantes, hay mercaderes y hay paseantes. Unos se detienen a admirar el paisaje y deciden cambiar de ruta según sus intuiciones. Otros van en puente aéreo y no ven más que nubes. Todos transitamos por estos caminos. Porque todos somos peregrinos digitales, ya sea con más o menos rutas en el tacógrafo.
Ante nuestros teclados, la puerta a un viaje iniciático que hay que aprender a andar solos, sabiendo escoger buenas compañías. Por el camino, otros peregrinos con los que cruzar palabras, reflexiones, risas y lamentos. Con algunos sólo hacemos una parte del trayecto, con otros caminaremos toda la vida. A gran parte de ellos les vemos en los albergues, esas esferas colectivas donde intercambiar impresiones y remedios. Pero la decisión sobre qué camino tomar frente a una bifurcación es una opción solitaria, formada en un criterio que se ha de pulir en la experiencia. Porque la Red también tiene sus semáforos, sus aceras, sus postas, sus cruces de carretera, sus trashumantes y sus bandoleros.Para este viaje sólo necesitamos una mochila ligera pero bien abastecida para disfrutar del camino, desafiar las inclemencias y crecer con las conversaciones. El maestro debe ser un caminante más, alguien que repite trayecto, que nos acompaña y que nos da buenos consejos apoyados en su experiencia.
En una aproximación del currículo posmoderno a la pedagogía crítica de la cultura digital podríamos reflexionar sobre temas como los siguientes:
· La fragmentación. El post como unidad y como fragmento; la descomposición de las partes y la reubicación del todo a través del hiperenlace; la fascinación por el zapping, los widgets mosaico, los digets, los clippings, los planetas, los agregadores, los trackbacks, las conversaciones distribuidas, los memes, etc.
· La intertextualidad. La mezcla y remezcla de géneros y estilos. El “copiaypega”, los “vías” y los “embed” que permiten reutilizar los fragmentos ajenos dentro de los propios discursos para ser reinterpretados en nuevos contextos.
· La crisis de la objetividad y la resignificación de la subjetividad. El valor de la transparencia que se presenta como garantía de los criterios de verdad y que conlleva, en paralelo, la crisis de los modelos clásicos de acreditación del saber experto.
· Las micronarrativas. Los medios sociales permiten la construcción y difusión de temas, enfoques y discursos alternativos de minorías que son frecuentemente infrarrepresentadas en los macrodiscursos de los media.
· La invisibilización de la tecnología en la web 2.0. La separación entre contenido y forma. Los usuarios generamos el contenido y llenamos el espacio, mientras que la tecnología nos da forma y construye el tiempo.
· La agregación como nuevo sistema de ordenación del conocimiento. Frente a la erudición de las taxonomías surgen las folkosonomías. De abajo a arriba, la relevancia como valor es negociada a través del criterio social y del etiquetado colaborativo.
· El personismo, término acuñado por Vicente Verdú para definir la primera revolución cultural del siglo XXI. El sujeto se convierte en objeto y viceversa. El valor está en lo personal y en la persona, en los nanomedios y en los “onanomedios”. Se regala el producto para vender al autor. El boca a boca P2P sube la cotización de los conciertos y hasta la revista Time nos felicita “colectivamente” como “persona” del año.
· La construcción de una identidad pública a modo de personal branding. Nos definimos a través de “identidades mosaico”: nos representamos en la plantilla del blog, los nicks, los favicons, los stickers, la galería en flickr, la lista musical en last.fm, los enlaces en del.icio.us, etc. Tanto que corremos a registrarnos en cada nuevo servicio 2.0 para asegurar nuestro nick, nuestra identidad. Nos reinventamos en la imagen que queremos dar de nosotros mismos como si fuera una coordenada o una atalaya desde la que mirar y dejarnos ver, desde donde tejer y destejer redes. Valemos lo que vale nuestra red, a quiénes agregamos y quiénes nos agregan a nosotros. No existimos sin un trackback. No somos nadie si no nos llega un meme a través de alguien. Nos proyectamos en la red especular girando el foco hacia lo que vemos, escuchamos, comemos, odiamos, admiramos,… y así representamos quiénes somos en cómo queremos ser identificados.
· La reapropiación y la cultura de la remezcla: los montajes y remontajes, la cultura jamming, los memes seriados y la fuerza de la viralidad son versiones de un collage infinito en las reinterpretaciones del entorno. El apropiacionismo va más allá de la simple intertextualidad de los embed o de los “ready-to-go” porque necesita “poseer” los objetos para transformarlos: que se puedan descargar y sean maleables. Para hacer todo esto posible, surge en paralelo cierto activismo que reivindica la cultura libre con licencias no restrictivas, así como el derecho de acceso a los archivos públicos para la creación y recreación colectiva.
· Los desafíos a las industrias culturales. En la búsqueda de nuevas formas de creación de cultura, se generan sistemas para la gestión flexible de derechos de autoría y propiedad (el copyleft frente al copyright) así como instrumentos de financiación desde los márgenes del mercado que posibiliten su supervivencia (los micropayments y la publicidad contextual, p.ej.).
· La tensión en las fronteras: entre lo amateur y lo profesional, la convergencia y la divergencia, la aristocracia y la meritocracia, el diario íntimo y el escaparate público, lo verídico y lo verosímil, el panóptico y la panoscopia, la “plantilla tipo” y la “customización”, lo personal y lo profesional, etc.

sábado, septiembre 29, 2007

185. ABELARDO Y ELOISA

No supe - durante toda la mañana - qué texto leer: si el de mis libros y mis apuntes que relataban las desventuras de Abelardo buscando a su Eloísa y lamentando que las tormentas descontroladas (¿pueden no serlo?) del amor se llevaran parte de su cuerpo y su fama de profesor de filosofía... o el texto de la ventana que abierta de par para comerse el sol de la primavera me regalaba obsceno el encuentro de mis vecinos. Se ve bullían los gérmenes de un septiembre pleno de vida porque fueron deambulando de habitación en habitación, libres de todo para amarse hasta el hartazgo. Frente a la computadora y frente a mi texto no tuve que consultar las fuentes del pasado, sino transcribir las fuentes del presente, con los mismos riesgos tal vez pero con el mismo encanto. Cuando finalmente los vi detenerse en un sillón de la entrada y en su minúscula geografía jugar todos los encantos en un ritmo que los envolvía al compás de una melodía infinita, me imaginé la dialéctica, los universales, el sic et nunc, el planteo de la ética de un Abelardo apostando todo al cuerpo de Eloísa. Y en secreto no dejé de sonreír. Se cuidaban mutuamente con la misma pasión conque se amaban. Y reian. Hasta el momento en que sonó una canción y bailaron suavemente - cuerpo con cuerpo - para repetir el ritual de muchos siglos.

184.LUGAR AL QUE SE VUELVE

El amor - te digo - el verdadero amor, es el lugar al que siempre vuelve. El amor es un lugar, un lugar en el mundo y un lugar en el tiempo. El verdadero amor, el único amor es eso. Lo que no nos han dicho ( o nos lo dijeron pero no lo entendimos o no lo quisimos escuchar) es el que el amor es un lugar que se encuentra en algún momento de la vida. No tiene orden temporal o espacial: no es el primero o lo mas cercano, no es el último o el más difícil, no es el actual o el mas gratificante. Tardamos una vida, tres amores, varias décadas, experiencias diversas, frustraciones. Pero finalmente nos cunde. Esta aguardándonos para hacernos presa suya y demorarnos entre sus brazos, como esas amantes protectoras que gozan con nuestra presencia y se pierden en besos sublimes y en abrazos infinitos. Allí está el amor definitivo: nos aguarda, nos sale al encuentro, nos pide que lo busquemos, que luchemos por él. El amor es asi. Y una tarde de otoño (son traslúcidas y armoniosas las tardes de otoño) o una mañana de primavera (el sol es un niño inquieto que nos invade) lo descubrimos. O puede ser un día del mayo (21 o 24). Nos mira a los ojos y nos dice las palabras definitivas. Y se vuelve el lugar que buscamos, la misteriosa cabaña en el bosque montañoso, la complicidad de una playa desierta, el secreto de un encuentro clandestino, la seguridad de un reconocimiento público. Y allí estará para siempre, sabiéndose el lugar al que siempre regresaremos y del que - si sabemos articular las tácticas y las estrategias - nunca partiremos.

jueves, septiembre 27, 2007

183. ESA COSA LLAMADA ESCUELA

9,20 de la mañana. Mañana de primavera. El sol entra por las ventanas del aula e ilumina de luz tentadora los alumnos de segundo año. Son adolescentes (chicos y chicas de 16 años). “Vamos a dar clase afuera”, gritan. Hacemos una ronda bastante irregular porque el aula y los bancos no permite que todos estemos sentados cómodamente en círculo. Me siento entre ellos y me propongo desarrollar un tema que debería interesarles. Héroes y antihéroes en la literatura y en los medios. Nos disponemos a proseguir la lectura (guiada) de algunos Capítulos o Tratados del Lazarillo de Tormes. Cuesta arrancar con la lectura, vincular el episodio que leemos con las lecturas de los días anteriores (una semana, en realidad), interesarlos. Un grupo numeroso a la derecha no ha traído el libro (o directamente no lo ha comprado): primero tratan de atender pero luego las chicas escriben y completan un cuaderno con frases que pasa de mano en mano y los varones están pegando papeles de colores. No hablan, pero no participan. Leo con pasión, explico, voy guiando el recorrido de las páginas, trato de relacionar las aventuras del chico excluido y miserable del siglo XVI con las historias de nuestro tiempo. La clase está ordenada pero tengo la sensación de ser el único interesado en el tema. Hay una desconexión manifiesta entre sus mundos y el de la escuela. Felizmente suena el timbre y todos partimos.
10,45 de la mañana. Tercer año del polimodal: alumnos de 17 años (todos varones que finalizan la escuela media y que en breve estarán en la universidad). Ya hemos leído en días anteriores la primera parte del MARTIN FIERRO y estamos leyendo la segunda parte. No hay muchos libros. Casi nadie ha demostrado interés en adquirirlo (el valor del mismo es inferior a los $ 10 y – en el pizarrón – piden $ 5,00 para las bebidas de la previa del viernes próximo). He insistido en la necesidad de leer, de disponer de los materiales, en el valor de los libros, en el precio ínfimo de los mismos, en la formación de los hábitos. Semones, bah. Tengo una buena relación con el grupo. Hay mucha confianza y tolero que vayamos interrumpiendo los desarrollos explicativos con acotaciones, bromas, referencias. Damos vuelta – aquí la ronda de alumnos es mas chica y espaciada – leyendo cada uno una estrofas. Leen bien pero no escuchan a nadie. Cada uno atiende en el momento en que le toca leer, pero luego se desconecta para seguir con lo suyo. Hemos convenido la forma de trabajo pero no logran concentrarse.
Interrumpo: “¿Cuál es el juego? No entiendo qué es lo que quieren hacer. No es esta la forma en que quiero trabajar. No es ésta la forma en que ustedes cierran una etapa y se preparan para otra”.
Primero se callan, guardan un curioso silencio. Saben que mi pregunta es importante. Pero luego surgen las voces: “ Nada nos interesa. No es usted. No sos vos. Nada nos interesa”.
Contesto: “Tengan huevos y no vengan mas, rompan con todo, enfrenten a sus padres, a los directivos del colegio, a nosotros los profesores, quemen todo”.
Y surge la protesta. “¡No! A nosotros nos gusta venir. No nos gusta venir a estudiar, a escuchar, a aprender, a hacer esfuerzo. Nos gusta venir a encontrarnos con los amigos. Ellos son los importantes”. “¿No vio que los lunes no falta nadie?. Nos extrañamos, por eso venimos. Quedarnos en casa sería un bardo”.
Replico: “Pero la escuela no es un club, una esquina del centro, el bar de la previa o el quincho de la casa de alguno”…
Y gritan: “¿Por qué, no? Y si no es eso, ¿qué es?. Nosotros sabemos que debería ser un lugar de estudio, de esfuerzo, de trabajo, pero preferimos convertirla en un lugar de encuentro. ¿Está mal?” . Y alguien agrega, por las dudas: “Pero con vos, con tu Martín Fierro y todo lo que nos enseñás, todo bien. La cosa no es con vos, ni con los profesores. Es lo queremos”.
Insisto: “Pero plantéenlo, discútanlo con sus padres, con los directivos. Ya sé que no hay muchas posibilidades aquí… pero inténtenlo, al menos. Si ustedes vienen a encontrarse, ¿para qué estamos los profesores?”
Román, fresco como siempre, salta: “Sin la oposición, el enojo, el fastidio de los profesores esto no tiene gracia. Nosotros necesitamos que ellos nos enfrenten, se enojen, nos persigan. Es el juego de la escuela: eso la diferencia de los otros lugares. Aquí hay gente a quien le inoportuna lo que hacemos”.
Un par de chicos que han intentado seguir la lectura y que mayormente siguen las explicaciones cierran el debate: “¿Sabe lo que pasa? En la escuela, en el aula, no se aprende, no se estudia. Venimos a recibir las consignas para trabajar en casa. Y luego para las evaluaciones: con dos horas por día nos bastarían”.
Suena el timbre. Les comento brevemente una experiencia del pasado en la que los alumnos del último curso venían de manera mas “libre” a partir del último cuatrimestre… y me voy a la sala de profesores.
Mientras camino por las viejas galerías del colegio (en el que trabajo desde hace 30 años y hago bromas con los alumnos de diversos cursos que juegan con los resultados deportivos de los equipos) pienso en CELESTE (hace quince días que está en Bariloche con sus amigos del otro colegio): “¿Por qué tenemos que estar a las 7,30 de la mañana en la escuela? ¿Por qué tenemos que estar hasta las 12,30? Es inhumano. ¿Usted no se cansa? Con que vengamos a las 10 y nos vayamos a las 11,30, basta y sobra…¡para lo que hay que hacer!”

182. DE PRONTO

Suena el teléfono. Te llamo. Hablamos. El ritual se repite pero es siempre un buen ritual. Hoy hay menos risas. Tal vez porque estoy cansado, preocupado, disperso. Te digo: mis peores y mis mejores momentos no son los de la euforia, la risa, las palabras... son mi hablar tranquilo, pausado, reposado.Hoy es uno de esos días. Me decis: Lo sé, ya te registro. Te pregunto por el amor, por las cosas que suceden en él, por la novedad del amor, por la reiteración del mismo. ¿Es la misma historia? ¿Es absolutamente distinta? Para mí, sí lo es: esto es distinto. Cuantas preguntas, me decis. No te resistis, pero te resistís un poco. Me gusta que sea así. Es bueno saber que por momento no todo es tan claro. Yo también he descubierto tus momentos duros y podés ser dura en muchos momentos. No lo has sido conmigo. No quiero que lo seas nunca.Te escucho: por qué hoy todas estas preguntas. Porque sí, contesto. Quiero saber si nos tomamos una revancha, si recuperamos un paraíso perdido o si inauguramos una experiencia nueva para ambos. Pueden ser, decís, pero no sé. Me tomas desprevenida. Yo pienso en todo eso, pienso, no puedo no pensar. necesito hacerlo, me siento bien haciéndolo. A veces me parece que hemos acumulado pasado, un rico pasado, que vivimos intensamente el presente pero que no podemos vislumbrar el futuro. Lo construimos, el después, lo construimos, me decís. Carpe diem! Lo hemos practicado y nos ha ido muy bien: ¿el futuro sera simplemente un carpe diem hasta el final? Buena fórmula. Tu voz: me desestabilizan tus preguntas. No son dudas, te digo, son preguntas. A mi me parecen dudas y me provocan inseguridad. No seré perfecto, entonces. Nunca te lo pedí. Siempre nos imaginamos perfectos. Anoche tuve una sensación extraña: en un momento sentí que olía a vos. No sé si la ropa o la piel, pero olía a vos. ¿Por dentro o por fuera? Sé que la pregunta no merece contestación pero me produce placer escuchar tu respuesta. A vos, extrañamente a vos. No quiero que estés insegura, no quiero que te "insegures". Es que con las preguntas, con las dudas, con ese "cuadrado" que me hiciste dibujar me lo provocaste: creo que siempre te guardas algo, pequeño o grande. Yo soy mas tranasparente. Cambiame, entonces. Hacemos distinto. Soy hijo de mi historia: siempre tuve que guardarme algo por las dudas y ahora - de pronto - me piden que lo muestre todo. Y no, que no lo muestre todo, porque no se puede. Te quedaste un ratito en silencio. Tiene otro ritmo, otro registro esta conversación. Es nuestra. Nada ha cambiado. Somos los mismos. Carpe diem. Este, estos son los días que aprovechamos.
Y el tiempo se lleva las palabras, y las obligaciones el llamados. Y somos los mismos. Y el sol entra por mi ventana y en algún lugar - esta siesta - estarás tomándotelo todo, como te gusta, como me gusta. Y sigo con mis cosas, con mis fantasmas, con mi pasado. Miro la hora: ya debo partir. Y me siento tan feliz de saber que es verdad, que sigue palpable el milagro.
Cierro las ventanas para no tentarme... si sigo asi no terminaré de armar la filosofía de Abelardo, su curiosa vida, sus amores descontrolados, sus textos. ¿Es Aberlardo, soy yo o son mis amigos desconocido de la lenaja ventana?

domingo, septiembre 23, 2007

181. MIRADA

Me detengo en la esquina porque debo esperar a alguien. Suena en la radio una música insufrible y la mañana comienza a madurar. Juego con mi teléfono y paso la mirada hacia los lugares demasiado conocidos. Casi no veo nada, pero los fenómenos - kantiano al fin - ingresan en mis formas a priori: me niego a procesarlos. Nada me interesa. A mi izquierda pasan autos, a mi derecho algunos peatones. Nada.
De pronto mi mirada se detiene en alguien que sale de la farmacia. Me cuesta reconocerno pero finalmente lo identifico. No me interesa mayormente, pero en medio de la nada, alguien. Se acerca al auto, lo abre. De pronto sale alguien mas. No lo conozco que se refugia en el mismo auto: espera que le abran la puerta de la derecha.
¡Que historia, me digo! Allí están, libres, disfrutando del fin de semana. Ha blanqueado tu situación hace un par de año y ha hecho su elección en materia de sexualidad. Dos hombres que comparten la vida. No me lo imagino. No puedo pero los veo disfrutando del sábado.
Sale nuevamente para sacerte el abrigo y ponerse cómodo en el auto pequeño. Se abre la otra puerta y su compañero hace exactamente lo mismo. Imagino un viaje.
Parten. Por un momento son presa de mi mirada. No quiero someterlos a ninguna vigilancia, pero al entrar en el cuadro de mi mirada son para mi, son míos... cuando el auto parte, recuperan la libertad.
Pienso en la felicidad. Tal vez le ha puesto nombre. Y la mañana del sabado sigue. Y finalmente parto tambien yo. ¿Quién o quiénes me habrán hecho su presa por un rato desde algúna ventana, alguna puerta, otro auto? ¿Recupero la libertad?

180.NOS HABIAMOS REIDO TANTO

Ernesto - un amigo que conozco desde hace 30 años y al que re-descubrí hace un par de años - me sugirió aprovechar mi estadía en Paraguay para degustar la hermosura de sus mujeres. No es extraño en él, pero debido a su insistencia presté una mesurada atención al tema porque eran otros los compromiso que me invadían. Sin embargo, hay historias que surgen solas:
En un momento se aparece una tal Liliana, una psicopedagoga paraguaya en muy buen estado – de mediana edad – ojos interesantes y cuerpo al tono. Me preguntó si siendo argentino conocía colegas de Buenos Aires: me habló de un Profesor en Letras, Licenciado en Educación y especiasta en Psicología social que le había hecho la prosa y el verso en no sé que encuentro… Le había propuesto un proyecto común y comprometido una investigación profunda en la que ella ponía la psicopedagogía y él la psicología social. Parece ser que ambos pusieron otra cosa… porque me presentó un muchachito con un parecido asombroso a... a… - no me animo a decirlo – mi maestro y amigo Ernesto. El chico me miraba tiernamente… como diciendo…"¿Usted sabe algo de mi papá? Porque yo soy la investigación… yo soy la tesis que él debe defender en España"... No supe nada mas: me llamaron para la exposición general, me llevó la multitud y en medio de ella desapareció la paraguayita de los ojos lindos…

PIENSO EN LA MIRADA TIERNA DE ESE CHICO… EN MIRADA INSINUANTE DE LA PSICOPEDAGOGA PARAGUAYA… Y EN TODAS LAS “INVESTIGACIONES” REALIZADAS POR ERNESTO… Y SE ME CAEN LAS LAGRIMAS Y LAS PALABRAS.

jueves, septiembre 20, 2007

179. UN CLASICO + NERUDA + LAS PALABRAS

"…Todo lo que usted quiera, sí señor, pero son las palabras las que cantan, las que suben y bajan… Me prosterno ante ellas… Las amo, las adhiero, las persigo, las muerdo, las derrito… Amo tanto las palabras… Las inesperadas… Las que glotonamente se esperan, se acechan, hasta que de pronto caen… Vocablos amados… Brillan como perlas de colores, saltan como platinados peces, son espuma, hilo, metal, rocío… Persigo algunas palabras… Son tan hermosas que las quiero poner todas en mi poema… Las agarro al vuelo, cuando van zumbando, y las atrapo, las limpio, las pelo, me preparo frente al plato, las siento cristalinas, vibrantes ebúrneas, vegetales, aceitosas, como frutas, como algas, como ágatas, como aceitunas… Y entonces las revuelvo, las agito, me las bebo, me las zampo, las trituro, las emperejilo, las liberto… Las dejo como estalactitas en mi poema, como pedacitos de madera bruñida, como carbón, como restos de naufragio, regalos de la ola… Todo está en la palabra… Una idea entera se cambia porque una palabra se trasladó de sitio, o porque otra se sentó como una reinita adentro de una frase que no la esperaba y que le obedeció. Tienen sombra, transparencia, peso, plumas, pelos, tienen de todo lo que se les fue agregando de tanto rodar por el río, de tanto transmigrar de patria, de tanto ser raíces… Son antiquísimas y recientísimas… Viven en el féretro escondido y en la flor apenas comenzada… Que buen idioma el mío, que buena lengua heredamos de los conquistadores torvos… Éstos andaban a zancadas por las tremendas cordilleras, por las Américas encrespadas, buscando patatas, butifarras, frijolitos, tabaco negro, oro, maíz, huevos fritos, con aquel apetito voraz que nunca más se ha visto en el mundo… Todo se lo tragaban, con religiones, pirámides, tribus, idolatrías iguales a las que ellos traían en sus grandes bolsas… Por donde pasaban quedaba arrasada la tierra… Pero a los bárbaros se les caían de la tierra de las barbas, de las herraduras, como piedrecitas, las palabras luminosas que se quedaron aquí resplandecientes… el idioma. Salimos perdiendo… Salimos ganando… Se llevaron el oro y nos dejaron el oro… Se lo llevaron todo y nos dejaron todo… Nos dejaron las palabras. " NERUDA : CONFIESO QUE HE VIVIDO.

miércoles, septiembre 19, 2007

178. JORNADAS INTENSIVAS




1300 km. de un viaje sin sobresaltos, pero viaje al fin. Parada en Formosa, ciudad que no conocía y que no terminó de convencerme. Un hotel flojo en una tarde gris. Paso por la frontera sin sobresaltos. Llegada a Asunción: rápidamente nos ubicamos en la zona en que buscábamos a pesar de lo endiablado del tránsito y de la multitud y variedad de vehículos. Pequeño contratiempo: no teníamos la dirección exacta y con el calor húmedo de la ciudad se hacía mas pesada la búsqueda que finalmente no llevó al timbre y a la puerta deseada. Reencuentro, pausa, acuerdos, anécdotas y viaje acompañados hasta la casa de Silvia, nuestra anfitriona en su casa-escuela. Breve recorrido, almuerzo, algo de sista y con Belén - conductora habituada a los malabares de la ciudad- al Congreso. Me surmegí rápidamente en un mar de saludos y de palabras. José, Mercedes, Fátimas y diversos colaboradores. Presenté mis propuestas, me hicieron las suyas y - al rato - estábamos trabajando juntos, atendiendo a la prensa y organizando la jornada del viernes. Viaje, visita (innecesaria y apurada a Luque y a sus producciones de orfebrería), viaje rumbo a la Universidad para el curso en la maestría: conocerlos, convencerlos, compartir, debatir, construir juntos. Regreso con un amigo paraguayo aunque nacido en Bahía Blanca que me contaba sobre su profesión de abogado. Coros que compiten. Demasiado cansado pero al mismo tiempo admirado por las contradicciones de ese país religioso y corrupto, piadoso y fiestero. Finalmente el descanso. El viernes fue el día de todos los horarios: desayunar, viajar, instalarme mi notebbok, conferencia, entusiasmo, los 2000 participantes, los conocidos, los saludos, la pausa, la organización de los grupos, el milagroso trabajo en grupos, el contacto con la gente (los mismos problemas, las mismas historias), la pausa para el almuerzo y la presencia en el diario para la entrevista, regreso, remontar y cerrar la conferencia con el calor de la siesta. Buen final. Viaje nuevamente. Baño y preparativo. A la facultad para encontrarme con el grupo de la Maestría: gente nueva que me lleva y comparte. Charla con José, largas charlas con José: sobre el congreso, sobre el futuro, sobre lo convenido. Todo bien, por cierto. Buen trabajo con los alumnos de la maestría, el tiempo pasa rápido, agradecimiento final. Me siento bien. Cena en un lugar paquete: Un toro y siete vacas... Regreso y descanso para la partida. Llueve sobre Asunción. Nos reencontramos con Adriana. Viene José arreglamos cosas, le entrego mis libros, evaluamos todo. Partida. Ya me ubico en Asunción. Aduana sin contratiempo, Clorinda, Formosa, Resistencia, Reconquista. Ya está. Aquí nos quedamos a descansar: el retorno está cerca. Y Racing gana - sábado por la noche - sobre la hora: Dios existe, atiende en Avellaneda y en el minuto 45 del segundo tiempo. Como la vida, en suma. Y en todo este periplo de miércoles a domingo, los llamados justos.

177. RECETA

Hongos: Lavar bien los hongos. Rociarlos con limón para que no se oxiden y dejarlos escurrir un rato. Verter unos hilos de aceite de oliva en el wok y colocar los hongos con la cabeza hacia abajo. Dorarlos ,agregar sal fina y provenzal;tapar un ratito para que se ablanden los tronquitos. Apagar y servirlos espolvoreados con provenzal e hilitos de aceite de oliva crudo. Ojo:la cocción debe llevar entre 5 a 10 min.Se hacen muy rápido.Bon apetit.
Confieso que es la misma receta, pero no son iguales las circunstancias. A veces las circunstancias lo alteran todo. En este caso, seguramente. El plato levantado y una pregunta: ¿No quiere terminar de comer los que han quedado? Por supuesto: despues me deberías dar la receta.

martes, septiembre 18, 2007

176.AUTORIDAD + ASUNCION

Calor. Mucha gente. Excelente clima humano... y la posibilidad de compartir con mucho un tema que compromete a todos... 13 - 14 de setiembre. Buenos recuerdos, además de buenas imágenes. Y esos cruces casuales y esas palabras al paso... y la posibilidad de que las ideas vayan generando nuevas ideas y sigan su camino...
A veces programamos los hechos y los resultados son pobres; en otras oportunidades no apostamos demasiado a las propuestas y se transforman en acontecimientos. Y eso sucedió: excelente nivel de encuentro y de relación. Y la posibilidad abierta para prolongar el trabajo y los proyectos.
Memorandum: rubros, subsidios, política en la educación, matriz autoritaria, se subordinan hasta la humillación y ejercen el poder sin contemplación, Roa Bastos, machismo, doble moral, religión sin compromisos, clima de temor a lo dispuesto por el estado, presión, ausencia de jubilación, problemas con la formación docente. Partidos políticos, conflictos con la Iglesia y en la Iglesia.
¿Por donde sigue la vida de uno?

175. BOECIO

Edicion de la CONSOLACION DE LA FILOSOFIA de 1694
Cuanta historia que todavía genera nuevas historias.

viernes, septiembre 07, 2007

174. BORGES, ARGUMENTO Y APRIORISMO

(1)Cierro los ojos y veo una bandada de pájaros. (2)La visión dura un segundo o acaso menos; (3)no sé cuántos pájaros vi. (4)¿Era definido o indefinido su número? (5)El problema involucra el de la existencia de Dios. (6)Si Dios existe, el número es definido, porque Dios sabe cuántos pájaros vi. (7)Si Dios no existe, el número es indefinido, porque nadie pudo llevar la cuenta. (8)En tal caso, vi menos de diez pájaros (digamos) y más de uno, (9)pero no vi nueve, ocho, siete, seis, cinco, cuatro, tres o dos pájaros. (10)Vi un número entre diez y uno, que no es nueve, ocho, siete, seis, cinco, etcétera. (11)Ese número entero es inconcebible; (12)ergo, Dios existe.
Este "Argumentum ornithologicum" pretende remedar el "Argumentum ontologicum" de san Anselmo. Pero puesto que Borges recurre a la imagen de una bandada de pájaros lo titula "ornithologicum.
Borges jamás aclara que su texto sea una prueba a priori de la existencia de Dios. Sin embargo, la totalidad de los argumentos ontológicos lo son. Borges pretende emular los argumentos ontológicos -como he repetido incansablemente en estas páginas- pero no cumple con el apriorismo característico de los argumentos ontológicos. Al partir de una imagen visual, su argumentación toma un carácter a posteriori. Borges tiene la ocurrencia de partir, por primera vez, de una imagen visual, marginando el concepto. Sin embargo, esta apuesta le impide pactar con el apriorismo. La demostración de Borges es, pues, a posteriori. La prueba de esto es sencilla, y en el caso de Borges es quizá aún más clara: toda imagen proviene de una experiencia previa. Nadie es capaz de reproducir la idea de algo que no ha sido percibido anteriormente por sus sentidos. Si Borges hubiera nacido ciego habría sido imposible que viera esa bandada de pájaros. Sólo porque Borges ha visto durante más de cincuenta años de su vida es capaz de reproducir imágenes previamente adquiridaS. (Enrique G de la G. 1979/2001)

miércoles, septiembre 05, 2007

173. BARCA Y TIMON + 721

La relación no tiene simetría, te dije. No tomes el timón de la nave, no navegues sola. No tiendas tu mirada para definir el territorio que te pertenece. No construyas tu mundo como si fuera tuyo. No armes tus estructuras, no me dejes afuera. No pretendas que me sujete, que forme parte de tu plan o de tu estrategia. No me sometas, ni te impongas. No sirvo para ello.
Somos dos naves que surcamos el mismo mar a la búsqueda de una bahía apacible, silenciosa, llena de ocasos y de gaviotas. Somos dos barcas que pelean en el mar contra las olas y pretender llegar al mismo puerto, a la misma playa para habitarla juntos. Cada uno en su timón, con su estilo y con su barca.
Yo soy de estos navegantes solitarios que surcan los mares solos, que se fortalecen con las tormentas y que reaparecen después de ella. He subido a otras barcas, he permitido que subieran a la mía... pero siempretengo nostalgia por mi barca. Y rápidamente me doy cuenta cuando me quiere domesticar y sujetarme. Y como navegante solitario, me gusta manejar el mar, la barca, las tormentas... y hasta las barcas vecinas.
Tal vez imaginemos un futuro con una sola barca mas espaciosa y compartida, pero es mejor que soñemos una y otra vez, la misma playa. Siempre con el timón compartido y el territorio común, generoso, abierto.
Y tuve la impresión en esos días de que tomaste el timón de una nave imaginaria... y yo me quedé en la playa, viéndote partir, casi sin saludarte, con algunas palabras sin pronunciar y comprendiendo que no era ese el viaje que me hacía sentir feliz.

martes, septiembre 04, 2007

172. REAL + HIPER - REAL

Jean Baudrillard describe la hiperrealidad como “la condición en la cual la realidad ha perdido su referente, y los modelos, simulaciones o discursos se han convertido en más reales que la realidad misma” esto se ha identificado como una característica del desarrollo del capitalismo tardío y de la era postmoderna. En general el término se encuentra asociado con la concreción física de una simulación, ya sea referida a una fantasía, o, otra realidad. Es también un tipo de relación objeto-sujeto en el cual se ve involucrada la satisfacción del individuo, así como su credibilidad con respecto al objeto. La hiperrealidad se halla en la frontera entre la realidad y la ficción y, por lo tanto, lleva a la condición entre ambas realidades. Una de las características de la hiperrealidad es que el individuo o la sociedad terminan por aceptar dicho objeto o espacio como una realidad, y se borran las fronteras con lo imaginario.
Los shopping – una expresión clave de la postmodernidad - crean una atmósfera fantástica al conformar en su interior una serie de simulaciones, en donde todo se reduce a un conjunto de temas con los cuales la persona se siente más cómoda que en un contexto real. Se trata de espacios en donde el escenario ha sido meticulosamente arreglado para promover el consumo. En este caso, el consumo no se refiere únicamente a mercancías, es un consumo en todos los sentidos que involucra objetos, sentimientos (emocionales), tiempos, lugares, ilusiones, ideología. Uno no solo compra productos, sino bienestar, identificación, reconocimiento, seguridad, confort, ausencia de molestias, clase social. En el interior todo está controlado (una esfera de espacio cerrado sometido a las leyes mas rfefinadas de la sociedad de control): los mensajes transmitidos, las imágenes vistas, los sonidos escuchados, los olores, los sabores e incluso hay una preocupación por parte de los diseñadores por lo táctil. Que en el ámbito externo, también lo mismo sucede dentro de una óptica cultural de perspectivas. El diseño es un elemento básico para apoyar la construcción de una simulación. Cuanto mejor se pueda controlar todos los elementos del interior, más fácil será crear sensaciones. Un entorno cerrado aislado del espacio geográfico que los rodea (del mundo real, de la barbarie, la inseguridad, las variaciones del clima o del día, el transito y el paso descontrolado de la gente) facilita la presentación de un mundo diferente del que el visitante ha dejado afuera. Se provoca la pérdida del referente de su vida cotidiana mientras está en ese lugar, y eso permite que provisoriamente la olvide. El encierro es también una forma de establecer nuevas reglas, pues queda implícita la separación que hay con la de afuera y sus espacios. Son espacios que se cierran sobre sí mismos y que no interactúan con el medio urbano: encierran, no dialogan, protegen no comunican.
Cabe preguntarse con respecto a estos fenómenos que se naturalizan y se convierten en necesarios si hay posibilidad ontológica de descubrimiento del otro, o el otro se nos oculta en el brillo de una realidad que se desarma detrás de la hiperrealidad que se construye; si hay algún control social que articule esta variedad de mundo en que vivimos; si hay una ética que salte de la fundamentación del mundo real a la discusión y fundamentación de estos mundos que nos devienen de la imaginación compartida o de nuestra propia imaginación frente a una proyección de imágenes y sonidos con un generoso respaldo tecnológico o una computadora que nos deposita en cualquier mundo y a lado de cualquier persona que nunca conoceremos y de los no tenemos certeza alguna.

171. LO SAGRADO Y LO PROFANO

Busco material para cerrar un trabajo. Solo algunas nociones fundamentales de lo sagrado y de lo profano... y aparece la letra de esta canción (?Chenoa?) Curioso como el trabajo y las demandas me conducen a otros mundos. Y siempre estás allí.

Mírame, como soy por ti muriendo,
solo Mírame, cada parte de mi cuerpo es tuyo
Siénteme y comprueba que enloqueces cada poro,
cada gota de sudor cuando me tocas
Mátame, con esa mirada loca,
solo mátame, que revivo por tu boca,
solo súbeme a la cima de tu cielo
a la cumbre de tu cuerpo y al final de mi deseo
Y no me importa si esta bien o esta mal
porque tu eres hoy mi tabla en el mar
no vivo sin tus ojos que son fuego
y soy adicta a cada paso que das
Profano o sagrado este amor desenfrenado
es delirio y arrebato que enloquece y causa estragos
profano o sagrado este amor esclavo y amo
es eterno y complicado
es prohibido y condenado
Lánzame, al abismo de tus besos,
solo Lánzame, volare por tu muy alto y lejos
rétame y sabrás que una palabra bastará para ganarme
y sobrará para entregarme
Llévame, como un rayo hasta tus brazos,
sólo Llévame, y corrómpeme despacio, sólo
Quiéreme, que me rindo a tus encantos
me someto a tus caricias y alucino con tus labios
Y no me importa si esta bien o esta mal
porque tu eres hoy mi tabla en el mar
no vivo sin tus ojos que son fuego
y soy adicta a cada paso que das
Profano o sagrado este amor desenfrenado
es delirio y arrebato que enloquece y causa estragos
profano o sagrado este amor esclavo y amo
es eterno y complicado es prohibido y condenado

170. LA VIDA DE LOS OTROS + QUIENES SON LOS BUENOS

La película alemana "La vida de los otros" tiene muchas lecturas, pero quisiera destacar dos:
(01) el juego de las miradas que se ocupa de quitarle libertad a la vida de los otros, restarle posibilidad de intimidad o, en el sentido político (de la vigilancia universal) quitarle la posibilidad de ejercer la libertad: si el otro me mira no puedo construirme libremente ya que hay alguien que sabe de mi, alguien que sin querer anticipa o certifica lo que voy haciendo. Cuando esta mirada obedece a un programa de investigación que el régimen considera esencial para poder sobrevivir con todo el poder, las libertades se agotan. Vivir observado, sin saber que uno es observado, sin sospecharlo, creyendo que tiene sobrados méritos para poder autogobernarse, respondiendo a las exigencias de ese mismo sistema.
(02) Pero hay además un interrogante ético que se va construyendo y que de maner admirable florece en las últimas escenas de la película. A veces, en la vida, nos salvamos o no, según la versión que de nosotros saben dar algunos. ¿Quiénes son los buenos? Los observados o el observador. ¿Quienes militan por la libertad en contra del régimen, quienes de alguna manera se prostituyen y venden algo de sí mismo (cuerpo, palabra, pensamient) o quien es un declarado y oscuro funcionario del régimen? Allí están las últimas escenas para discutirlo: porque la fidelidad a alguien con el que - definitiva - jamás se encontrará tiene mucho del "deber ser" que corre todas las barreras. Esa dedicatoria final del libro, que el observador universal reconocer al abrir la obra en la librería es toda una declaración de principios éticos. En suma: nunca sabemos si somos nosotros o es otro el bueno de la película o el bueno de la vida.

169. EL QUESO Y LOS GUSANOS + INQUISICION

El queso y los gusanos CARLO GINZBURG cuenta la historia de un molinero friuliano, Domenico Scandella, alias "Menocchio", que es condenado a la hoguera de la Inquisición a fines del siglo XVI por sus ideas avanzadas acerca de la religión y de la libertad. En esta narración aparecen varios niveles superpuestos para describir lo que parece imposible: una cosmovisión que no se puede construir a partir de documentos oficiales, sino de testimonios vagos y fuentes inciertas. Eso es quizás lo que obliga al artificio y a la erudición, a llenar las lagunas de una historia que no tiene narrador oficial. La empresa de Ginzburg representa riesgos metodológicos que son compensados por su intensidad literaria. El hilo que une las investigaciones de Ginzburg parece ser la intuición, una intuición que une hilos invisibles y que ha llamado "el paradigma indiciario": muchos indicios, pocas certezas, casi todo olfato. El mismo habla de su método: Enseñar a descifrar indicios no es fácil. Hace falta partir de un caso, analizarlo y decir: "Yo lo hice así, pero sepan que no me voy a encontrar con un caso exactamente igual a este". Creo que aquí no hay recetas. Sobre todo, no existen recetas sobre el modo de pasar de lo micro a lo macro, de un caso específico a la generalización. Estoy convencido de que el tema fundamental de la microhistoria es la generalización. Parece una paradoja, pero no lo es. Naturalmente, se trata de arribar a una generalización un poco más compleja de las corrientes. Para aprender a hacer esto es necesario desarrollar un talento analógico. Creo que en nuestro modo de estar en el mundo, la analogía tiene una importancia fundamental. Si no tuviéramos capacidad analógica, no sobreviríamos ni siquiera un minuto. (Pablo Rodríguez. La Nación. Agosto 2007)
En otros tiempos era lícito acusar, a quienes historiaban el pasado, de consignar únicamente las "gestas de los reyes". Hoy día ya no lo es, pues cada vez se investiga más sobre lo que ellos callaron, expurgaron o simplemente ignoraron. El queso y los gusanos narra la historia del molinero friulano Domenico Scandella, conocido como Menocchio, que murió en la hoguera por orden del Santo oficio a finales del siglo XVI. Mediante los expedientes del proceso inquisitorial y de otros documentos que dan cuenta de sus actividades económicas y otros aspectos de su vida, Ginzburg reconstruye un fragmento de la llamada "cultura popular" o "cultura de las clases subalternas", condenada al ostracismo por quienes sostienen que la reintegración de las clases subalternas en la historia sólo es posible a través de la demografía y la socilogía. Así, el caso de Menocchio se erige, por su singularidad, en símbolo de su tiempo y en una especie de eslabón perdido de un mundo oscuro, difícilmente asimilable al presente, pero del que, de alguna manera, somos deudores.
El queso y los gusanos es un volumen en el que el objeto explícito de análisis es un individuo, o mejor, nos hallamos ante un libro en el que su autor lleva a cabo la biografía parcial y posible de un sujeto marginal, basándose para ello en una serie de informaciones incompletas, fragmentarias o menores que proceden de una fuente inquisitorial. Esos datos le permiten narrar una vida y recuperar las ideas que defendió, unas ideas que le enfrentaron al sentido común de su época y al poder de la Iglesia.
Pero El queso y los gusanos es también un libro sobre la lectura. Menocchio dice y lee, Ginzburg lee lo que Menocchio dice ante los inquisidores y lee los libros que éste leyó y finalmente nosotros leemos a Ginzburg y leemos al molinero a partir de lo que dice a los inquisidores. Entre lo dicho y lo leído está la escritura, está por un lado la "escripción", un neologismo que alude al acto de transcribir una voz eliminando parte de la oralidad, y está por otro la narración. Podríamos así admitir que esa "escripción" se aproxima al ordo naturalis, al menos por lo que respeta a la sucesión cronológica, mientras que la escritura de Ginzburg sería el ordo artificialis. Esto es, en los términos de los formalistas rusos por los que él siente tanto aprecio, los hechos de Menocchio contenidos en el proceso son la fábula y la narración del historiador constituye la trama. Es, pues, ese entramado, la disposición de los incidentes que lo componen, aquello que hay que considerar.
¿Cuál es la tarea que Ginzburg se propone? ¿Por qué trabajar con una fuente tan poco fiable? El historiador se plantea rastrear el mundo cultural de las clases populares y es consciente de que este objeto apenas ha dejado huellas en el pasado. Por esa razón, un único testimonio, por extraordinario, sesgado o dudoso que sea, acaba siendo valiosísimo. Así pues, si de lo que se trata es de interpretar palabras y silencios, de reconstruir sus contextos y sus fuentes, y para ello no cuenta con suficientes documentos, no parece tener otro remedio que la narración conjetural.

168. ¿TE ANIMARIAS A CONTARLES?

Está hablando por teléfono. Ha sonado un llamado corto y luego ha llamado él. Lo veía trabajando en su escritorio, pero se levantó y se vino a la ventana. El clima permite abrir un poco las ventanas. Yo estoy dando vuelta con los textos de Juan Escoto. No me convence la edición latina: creo que los alumnos tendrán dificultades para traducirla y prefiero decidirme por una edición traducida. Levanto nuevamente la vista, por sobre los anteojos y veo que se ha acomodado en un sillón contra la ventana. No lo veo más: vuelvo a mis textos. Naturaleza que no es creada y que crea. Teofanía. Theosis. Teia telémata... Selecciono, marco. Ha oscurecido... y ahora casi no se ve porque el departamento no ha encendido aun las luces. Lo escucho. Se ríe y responde al diálogo que llega desde el otro lado: ¿A que no te animás a contarle lo que nos pasa? ¿Raro, no? ¿Que te dirían? ¿Es imposible acaso? Escucha y se vuelve a reir. No me convence el texto: es demasiado largo y demasiado denso. Naturaleza que es creada y crea: deberé hacerles el cuadro para acompañar la memoria: Dios, las ideas ejemplares, entes individuales y sensibles, Dios a quien retornan todas las cosas... Vuelve a reirse: ¿Cuál sería la reacción? ¿No te lo creerían, no? No, no me pidas que yo haga lo mismo. Yo estoy bien así... pero vos parecés no poder contenerte: me llamaste hace un rato para decirme todo lo que sentís y para que te repita todo lo que te amo... Calla, nuevamente. Se levanta. Mira la pantalla de su monitor que es la única luz de la sala... Yo vuelvo a mi Escoto: ¿lo habrán matado a estiletazos sus alumnos? Dice algo que no alcanzo a escuchar. Saluda. Corta. La magia se pierde y yo me refugio nuevamente en el siglo IX, en algún lugar de Francia, entre textos medievales y luchas por encorsetar un pensamiento que hace piruetas para escapar. En algún lugar ha sonado el teléfono. ¿Se habrá animado, la morocha?

167. MONASTERIOS MEDIEVALES Y EL VIAJE

Podría relatar cada detalle del viaje. El viaje de ida y el viaje de vuelta. Sobre todo ese medir en kilómetros ciertos gestos, ciertas acciones, ciertas intervenciones. Pero sabemos, ambos lo sabemos que hay ya varios viajes que forman parte del mismo periplo. En diciembre del 2006, en junio, en agosto. Y otro, menos turbulentos, pero viajes, al fin. Ambos lo sabemos. Podría hablar de los monasterios medievales, recorrido por viajes tambien... pero prefiero dejar el lugar para este poema que merece una presencia en este lugar, para volver de tarde en tarde a asomarse en él:
Nos desnudamos tanto
hasta perder el sexo
debajo de la cama,
nos desnudamos tanto
que las moscas juraban
que habíamos muerto.
Te desnudé por dentro,
te desquicié tan hondo
que se extravió mi orgasmo.
Nos desnudamos tanto
que olíamos a quemado,
que cien veces la lava v
volvió para escondernos.
Me hiciste tanto daño
con tu boca,tus dedos,
me hacías saltar tan alto
que yo era tu estandarte
aunque no hubiera viento.
Me desnudaste tanto
que pronuncie mi nombre
y me dolió la lengua,
los años me dolieron.
Nos desnudamos tanto
que los dioses temblaron,
que cien veces mandaron
las lavas a escondernos.
Te frotabas tan rápido los senos
que dos veces caí en sus remolinos,
movías el culo lento,
en alto,para arrearme
a su negra emboscada,
su mediodía perenne.
Abrías tanto su historia,
gritaba su naufragio.
Nos denudamos tanto
que no nos conocíamos,
que los dioses mandaron
la lava a reinventarnos.
Te desmentí de cabo
a rabo devolviéndote a
tus primeros actos,
te escudriñé profundo
hasta escuchar la historia
amarga de tu cuerpo,
pues sólo el amor sabe
cómo llegar tan hondo
sin molestar la sangre.
Esa noche la lava mudó
su paisaje en piedra.
Tú y yo fuimos lo único
que se murió de veras.
Fabio Morabito
CUARTETO DE ALEJANDRIA

166. AUSENCIA

Me pesa que no estés. Me pesa demasiado. Finalmente se produjo lo que alguna vez imaginamos. Breve, tal vez, pero cierto. Estamos inhabilitados. Solo podemos vivir en la normalidad, en el duro (¿para nosotros?) paso de los trabajos y los días. Cuando sobreviene el descanso o la enfermedad, el viaje o los recesos nos quedamos sin posibilidades. Deambulamos huérfanos a la búsquedad de un recuerdo. Y hay muchos, demasiado. ¿Por qué será que esos recuerdo no me bastan en esta mañana húmeda de setiembre y que te quiero aqui, como tantos otros días? Relación asimétrica, te dije. No puedo ubicarte, no puedo llamarte, estoy a tu merced y debo esperarte. Y sin embargo, nos reímos. Porque la risa cura todos nuestros juegos de ideas, de palabras, de atrevimientos, de anticipación. Es un paquetito, me dirás. Y yo me defenderé, seguramente. Pero no me basta, como no logré acallar los deseos en la noche del domingo o la necesidad de decirte varias cosas en la tarde de este martes. Es el libro de los record: 150 kilómetros de regreso y 100 kilómetros de ida: y siempre en el mismo lugar, en el origen del mundo... Y a vos te bastaron 25 miserables kilómetros para producir el efecto... Y volvemos a reir. Pero quiero tenerte. Y no estás. O estás en el lugar que ambos sabemos, metida entre otra gente, pensando cosas similares y sabiendo que sobra pasado ya, ysobrevuela el futuro. Y entonces, cierro los ojos y te pienso entre mis brazos. Y vos, cerrás los tuyos y te imaginas entre los míos. Y me basta.