martes, diciembre 25, 2007

238.LEON GIECO + DOS MIRADAS DE EPOCA

LA MEMORIA

Los viejos amores que no están,

la ilusión de los que perdieron,
todas las promesas que se van,
y los que en cualquier guerra se cayeron.

Todo está guardado en la memoria,

sueño de la vida y de la historia.

El engaño y la complicidad

de los genocidas que están sueltos,
el indulto y el punto finala
las bestias de aquel infierno.

Todo está guardado en la memoria,

sueño de la vida y de la historia.

La memoria despierta para herir

a los pueblos dormidos
que no la dejan vivir
libre como el viento.

Los desaparecidos que se buscan

con el color de sus nacimientos,
el hambre y la abundancia que se juntan,
el mal trato con su mal recuerdo.

Todo está clavado en la memoria,

espina de la vida y de la historia.

Dos mil comerían por un año

con lo que cuesta un minuto militar.
Cuántos dejarían de ser esclavos
por el precio de una bomba al mar.

Todo está clavado en la memoria,

espina de la vida y de la historia.

La memoria pincha hasta sangrar,

a los pueblos que la
no la dejan andar
libre como el viento.

Todos los muertos de la Amia

y los de la Embajada de Israel,
el poder secreto de las armas,
la justicia que mira y no ve.

Todo está escondido en la memoria,

refugio de la vida y de la historia.

Fue cuando se callaron las iglesias,

fue cuando el fútbol se lo comió todo,
que los padres palotinos y Angelelli
dejaron su sangre en el lodo.

Todo está escondido en la memoria,

refugio de la vida y de la historia.

La memoria estalla hasta vencer

a los pueblos que la aplastan
y que no la dejan ser
libre como el viento.

La bala a Chico Méndez en Brasil,

150.000 guatemaltecos,
los mineros que enfrentan al fusil,
represión estudiantil en México.

Todo está cargado en la memoria,

arma de la vida y de la historia.

América con almas destruidas,

los chicos que mata el escuadrón,
suplicio de Mugica por las villas,
dignidad de Rodolfo Walsh.

Todo está cargado en la memoria,

arma de la vida y de la historia.

La memoria apunta hasta matar

a los pueblos que la callan
y no la dejan volar
libre como el viento.

EL ANGEL DE LA BICICLETA (Pocho Lepratti. 2001)

Música: Luis Gurevich / Letra: León Gieco

Cambiamos ojos por cielo
Sus palabras tan dulces, tan claras
Cambiamos por truenos
Sacamos cuerpo, pusimos alas
Y ahora vemos una bicicleta alada, que viaja
Por las esquinas del barrio, por calles
Por las paredes de baño y cárceles
Bajen las armas!!
Que aquí solo hay pibes comiendo.
Cambiamos fe por lágrimas
Con qué libro se educó esta bestia
Con saña y sin alma
Dejamos ir a un ángel
Y nos queda esta mierda
Que nos mata sin importarle de donde venimos
Que hacemos, qué pensamos
Si somos obreros, curas o médicos
Bajen las armas!!
Que aquí solo hay pibes comiendo.
Cambiamos buenas por malas
Y al ángel de la bicicleta lo hicimos de lata
Felicidad por la vida ni la muerte se rinden
Con cunas y cruces
Voy a cubrir tu lucha más que con flores
Voy a cuidar tu bondad más que con plegarias
Bajen las armas!
Que aquí solo hay pibes comiendo.
Cambiamos ojos por cielo
Sus palabras tan dulces, tan claras
Cambiamos por truenos
Sacamos cuerpo, pusimos alas
Y ahora vemos una bicicleta alada, que viaja
Por las esquinas del barrio, por calles
Por las paredes de baño, y cárceles
Bajen las armas!!
Que aquí solo hay pibes comiendo.