sábado, junio 23, 2007

129. UN MES DESPUES

Allí están, de aquí los veo. Algo están celebrando. Desde la ventana que está frente a la mía veo un movimiento extraño. O un movimiento acostumbrado. El sonido del portero, la partida, la llegada. Han llegado abrazados como lo hacen tiempo. Siguen estrenando amor, tienen para repartirlo por todo el vecindario. No paran de abrazarse y de besarte. Por sobre mis anteojos y dando vuelta mi cabeza observo el almanaque que ordena mías días: hace un mes. Efectivamente celebrar el encuentro de hace un mes. Sonrío mientras trato de regresar a mis textos de filosofía medieval, tratando de ajustar algunas traducciones del latín de Agustín y de algunos comentadores. No podré concentrarme. Lo sé... pero no me pesa. Allí están sin pudor alguno. Ella se ha reído mucho cuando vio las dos copas para el brindir y el champagne pequeño para el festejo a esa hora de la mañana. Se sorprendió con la pulsera que le puso en su brazo y volvió a a abrazarlo. Le dice que no, que espere para el festejo, que primero hay otros rituales y otros festejos. Toma un hilo. Ella: es el hilo de Ariadna. Toma tu mano y en el dedo anular ata el hilo. Esta nerviosa, pareciera, porque su mano tiembla y le cuesta atar el hilo en sus manos...¿son demasiados sueños? El hace lo suyo. Pronuncian una fórmula mágica, sagrada y queda unido por el mismo hilo plateado: se besa hasta el hartazgo, sin usura, sin mezquindades. Besan y besan sin cesar. Y luego viene el ritual del descubrimientos de los cuerpos: van cayendo una a una las prendasn hasta disfrutar de la desnudez en todas las posiciones. Se aman, por supuesto, allí estan. Se aman sin pudor y sin reparos. Los envidio por supuesto y nada puedo hacer por volver a mis textos. El problema del bien y del mal, el cuerpo y el alma: San Agustín está alla, disfrutando. Estas cansados: ella se ha quedado sentada sobre su cuerpo disfrutando y descansando... Sale de mi vista y regresan. Es la hora del brindis. Chocan las copas con champagne (algo ha escrito él en la botella para el festejo. Festejan, ríen). Cruzan sus brazos para el brindis. Se besan, ríen, hablan, sos felices, inconscientes, locos. Un abrazo los une nuevamente y los cuerpos se entrelazan contra el escritorio. Ella se da vuelta y se deja abrazar con pasión... Nuevamente el champagne: una sola copa, la de él. Y desde su boca-copa a la boca-copa de ella... se besa envueltos en champagne. Gimen, gritan, ríen, festejan, son felices. Charlan, vuelven a amarse. Suena una música. Bailan al compas de los sonidos de una música sensual. Luego ella lo obliga a sentarse y pone otro CD. Juega. Se ha puesto su camisa azul de gin. Y baila para él, se le acerca para el juego de las caricias y los besas. Se tientan, hacen nuevamente el amor... y todo va concluyendo. Lentamente reunen sus ropas. Con ternura el la va vistiendo mientras se va despidiendo de cada uno de sus lugares íntimos. Ya está, ya han vuelto a la normalidad. Vuelven a besarse. Ella parte. Por un momento, nadie. Regresa él. Se asoma a la ventana con una sonrisa complice. No me vé, pero me imagina. Al rato suena el teléfono. Ella: todo bien, amor. El: inolvidable, amor.
Me esperan los textos de filosofia, el latin de Agustín y su lucha entre el bien y el mal. En medio de esta lucha es muy difícil regresar al siglo IV. Pero lo intento.

128. DEMASIADO TARDE PARA SABERLO

Me llamó la atenció que me mirara tan fijo. No acostumbraba a hacerlo. Pero esa vez, sí. Me miró fijo a los ojos y a mi me cuesta soportar la mirada... aunque en ese momento no me costó. El tono de voz era el adecuado, el del amigo de siempre, con mas vehemencia, con cierto desánimo: "Cuando te das cuenta es siempre demasiado tarde. Uno llega irremediablemente tarde. No se trata de saber simplemente, sino de llegar en el momento exacto para anticiparlo, salir al cruce, frenar la jugada. El resultado está puesto, el partido está terminado. No sólo un partido, sino muchos partidos. Por eso, cuando te lo cuentan, te lo confiesan, te lo revelan o lo descubrís, siempre es demasiado tarde. El tiempo ha hecho estragos y es dificil recomponerlo todo. ¿Por qué te lo digo? Porque a mi me pasó. No te voy a decir de qué lado jugaba yo, si de víctima o de victimario. No te lo voy a decir hoy, por lo menos, porque a vos siempre te gusta conocer mas detalles. Y yo quiero que te quedes con el concepto. Cuando la cosa se descubre ya ha habido demasiada historia construida, demasiado mundo de dos, demasiadas puertas abiertas, demasiadas intimidad compartida. No hablo sólo de los entendimiento en el plano de las relaciones íntimas, sino en el juego de las vidas. Cuando descubren que se amana, cuando se atraen, cuando se acuestan, cuando los cuerpos se reconocen, se llaman, se desean se encienden otros sensores que automáticamente se ponen en funcionamiento: confidencias, confesiones, versiones, pasado, presente, sueños, desiluciones. Todo. Y cada semana, casa día, cada hora cuenta. Porque es allí en donde se van apilando los ladrillos - uno a uno - para armar en nuevo muro. Ahora el que está afuera sos vos. Antes eras el que estabas adentro: ahora estás fuera. No te excluyen, no hay un decreto que te quite derechos sino que simplemente hay un rincón interior, un misterioso lugar que ahora ocupan otras personas. Tal vez nunca te nombren, tal vez no hablen de vos, pero es claro que vos ya no formás parte del centro. Te sustituyeron, hay como un metalenguaje del amor. Y siempre llegás tarde, con tu enojo, con tu ira, con tu perdón, con tu reconciliación, con tus pedidos de explicaciones, con tus reclamos, con lo que sea. Ya está. No sé. Creo que es mejor ignorarlo. Al fin y al cabo uno sigue siendo un misterio y nunca sabe cuál será la última historia o de qué historia formará parte y en ella qué personaje le tocará representar. Te lo digo, no mas. No sé, por las dudas. Alguna vez te cuento mas detalles de lo que me tocó vivir a mi".

127. EL CONOCIMIENTO LLAMA AL CONOCIMIENTO

El conocimiento llama al conocimiento, el saber al saber. Hay cierta analogía con el capital y el dinero. No en vano Bordieu trabajó el "capital cultural". El dinero hace al dinero. El conocimiento adquirido, disfrutado, sistematizado y clasificado multiplica la capacidad del conocimiento. El conocimiento disponible, el que está en oferta para quien quiera consumirlo, nunca se transforma en conocimiento real si es que no media alguna forma de sistematización, de articulación, de estructura.
Cuando hemos armado nuestro conocimiento, los libros que leemos, las películas que vemos, las experiencias que tenemos, las charlas o las preguntas que formulamos saben como aprovechan esas riquezas: comprenden, ubican, clasifican registran la información, archivan en el lugar exacto, descubren relaciones, construyen intertextualidades. Ningún material es neutro, sino que todo material enriquece con su presencia.
Ingresar a una biblioteca, a un museo, a una librería, a las páginas de Internet es una posibilidad que crece y exponencialmente se multiplica según los conocimientos pre-existentes: uno podrá descubrirlo a partir de lo que ya conoce y disfruta. La construcción subjetiva es una reapropiación dinámica de la suma de los conocimientos. En algunos casos - Borges, por ejemplo – la capacidad de atesorar y de relacionar era mayúscula y altamente receptiva y productiva.
Hay aquí un sentido claro que se le otorga a la educación sistemática (sea en las escuelas o en la universidad, con los formatos actuales o con otros formatos) : allí aparece el proceso de enseñar a atesorar los conocimientos y los saberes para volverlos productivos (la parábola de los talentos). El maestro, el docente, el profesor es alguien que transmite esa experiencia vital: como se guarda para poder producir, reproducir y transmitir. Tal vez sea el desafío de la educación del futuro.

126. EL LABERINTO DEL FAUNO + FRASES

“Dejando pequeñas huellas visibles para que sepa por donde mirar”. (voz en off, sobre el final)

“Obedecer por obedecer eso lo hacen sólo hombres como usted” (El Doctor al Capitán, cuando ya sabe que lo van a ejecutar).

“De tan visible me volví invisible y el capitán en su orgullo no lo podía reconocer” (Dolores que sirviendo al capitán es quien lo traiciona)

“Porque son inescrutables los caminos del Señor,
porque en su palabra y en su misterio se encierra la esencia de su misericordia,
porque si bien Dios nos envía el mensaje está en nosotros descifrarlo,
porque al abrir nuestros brazos la tierra sólo se lleva un cascarón vacío y sin sentido.
Gozando está ya el alma en la gloria eterna.
Porque es en el dolor donde encontramos el sentido de la vida y
el estado de gracia que perdemos al nacer
Porque Dios en su infinita sabiduría pone en nuestras manos la salvación
Y porque sólo en su ausencia física se reafirma el lugar que ocupa en nuestras alma”

(Película: Laberinto del Fauno = sermón/oración del cura en off al enterrar a la esposa del Capitán y a la madre de la niña, reforzando los discursos antropológicamente dualistas de la época.)

125. NOCHE DE SAN JUAN + HOMENAJE A UNA AMIGA

JOAN MANUEL SERRAT : FIESTA

Gloria a Dios en las alturas,
recogieron las basuras
de mi calle, ayer a oscuras
y hoy sembrada de bombillas.
Y colgaron de un cordel
de esquina a esquina un cartel
y banderas de papellilas,
rojas y amarillas.
Y al darles el sol la espalda
revolotean las faldas
bajo un manto de guirnaldas
para que el cielo no vea,
en la noche de San Juan,
cómo comparten su pan,
su mujer y su galán,
gentes de cien mil raleas.
Apurad
que allí os espero si queréis venir
pues cae la noche y ya se van
nuestras miserias a dormir.
Vamos subiendo la cuesta
que arriba mi calle
se vistió de fiesta.
Hoy el noble y el villano,
el prohombre y el gusano
bailan y se dan la mano
sin importarles la facha.
Juntos los encuentra el sol
a la sombra de un farol
empapados en alcohol
magreando a una muchacha.
Y con la resaca a cuestas
vuelve el pobre a su pobreza,
vuelve el rico a su riqueza
y el señor cura a sus misas.
Se despertó el bien y el mal
la zorra pobre al portal
la zorra rica al rosal
y el avaro a las divisas.
Se acabó,
que el sol nos dice que llegó el final.
Por una noche se olvidó
que cada uno es cada cual.
Vamos bajando la cuesta
que arriba en mi calle
se acabó la fiesta.