domingo, diciembre 16, 2007

234. QUIJOTE + MUSICAL

EL HOMBRE DE LA MANCHA : SUEÑO IMPOSIBLE

Con fe, lo Imposible soñar
Al mal, combatir sin temor
Triunfar sobre el miedo invencible
En pie soportar el dolor.

Amar, la pureza sin par
Buscar la verdad del error
Vivir con los brazos abiertos
Creer en un mundo mejor.

Es mi ideal la estrella alcanzar
No importa cuan lejos, se pueda encontrar
Luchar por el bien, sin dudar ni temer
Y dispuesto al infierno llegar si lo dicta el deber.

Y yo se que si logro ser fiel
A mi sueño llegar
Estará mi alma en paz al llegar
Y de vivir el final.

Será este mundo mejor
Si hubo quien despreciando el dolor
Combatió hasta el último aliento
Con fe lo Imposible soñar y la estrella alcanzar.

233. FINLANDIA + CALIDAD EN EDUCACION

Deciden qué enseñan, cómo lo enseñan, a quién y a qué ritmo. Tienen tanta libertad como preparación. Son los maestros de Finlandia, venerados por el resto de la sociedad y una de las claves de que su país lidere desde finales de los noventa la lista educativa de la OCDE, más conocida como Informe Pisa. "Hacemos la escuela que queremos. Dependemos de nosotros mismos. Es maravilloso". El Consejo Nacional de Educación de Finlandia, un organismo dependiente del ministerio, es el encargado de elaborar los contenidos mínimos que luego los profesores, todos con formación universitaria y la mayoría con un master en su haber, desarrollarán según sus criterios. "Les damos mucha libertad y eso es fundamental para la motivación del profesorado. Es verdad que los maestros no están muy bien pagados, pero gozan de un gran reconocimiento social".Pero los profesores son conscientes de su papel como motor fundamental en la sociedad finlandesa. Por eso, hay listas de espera para entrar a la escuela de Pedagogía y por obtener una plaza como profesor. Pero, ¿qué hace que en un país la educación se convierta en el eje sobre el que gira la sociedad? ¿Qué conduce a un país a venerar a sus maestros? "Es una cuestión de cultura, de reconocimiento histórico: Finlandia fue el segundo país del mundo, y el primero de Europa en permitir el voto de las mujeres. Las mujeres siempre han tenido muy claro que a sus hijos les iría mejor en la vida si estudiaban, y ellas han empujado y participado en la vida pública para que el nivel educativo sea alto en Finlandia". Otro de los argumentos que se manejan en los círculos educativos apunta al nacionalismo del siglo XX. Helsinki, deseoso de deshacerse del dominio sueco y ruso, apostó por la educación y el aprendizaje del finés como herramienta para la emancipación cultural. Fue entonces cuando se crearon las escuelas públicas.
Las clases tienen 16 alumnos, el número máximo permitido. Cuando terminan el año los alumnos se sientan con sus padres y sus maestros, evalúan los objetivos que los propios alumnos se fijaron al comenzar el curso y se ponen la nota. Poco importa, porque en realidad lo que cuenta es la evaluación continua, es decir, el aprendizaje y la actitud del joven durante todos los días del año. "El ser humano tiene que ser capaz de fijarse sus propios objetivos, y después, ser capaz de evaluarse. Hay que hacerles responsables de su propia vida desde el principio, que aprendan a no delegar en la sociedad la responsabilidad de sus actos". "El maestro no tiene que saber mucho. Tiene que saber escuchar. A veces, es más importante escuchar al alumno y compartir sus conocimientos. En Finlandia, los profesores y los alumnos se respetan mucho, pero no desde la jerarquía, sino desde la igualdad". Y esa palabra, igualdad, aparece una y otra vez en los folletos del Ministerio de Educación finlandés. Enseñanza pública para todos, comida gratis en la escuela, libros de texto que proporciona el Estado...
A principios de año, cada clase elige a dos representantes entre los alumnos, que se reúnen periódicamente con los padres y profesores para exponerles sus problemas y proyectos. Una vez al año, los delegados de todos los colegios de Helsinki se reúnen con el alcalde y le presentan una petición, consensuada entre todas las clases. "En esta escuela los maestros mandan. Deciden en qué debemos gastar el dinero, elaboran su propio programa, salen de excursión cuando quieren y eligen algunos de los libros de texto", explica. Unos pescan en el hielo durante la clase de Naturales, otros van al museo para la de Historia o hacen uso de Internet en Geografía. La falta de directrices procedentes del ministerio o de la escuela les obliga a ser creativos.
Los finlandeses atribuyen su éxito educativo a varios factores:
(01) Los maestros se cuentan entre los mejor capacitados del mundo : “Esta profesión es tan difícil, que consideramos apto para ejercerla a cualquiera que termina la carrera docente”
(02) Los maestros disfrutan de un alto grado de autonomía: Una vez que se contrata a los maestros, no se les somete a inspecciones ni a evaluaciones periódicas.
(03) No se usan formas estandarizadas de evaluación: Los críticos finlandeses afirman que los exámenes generan inútiles presiones de tiempo y constituyen un castigo para los alumnos que quieren aprender a su manera.
(04) Se fomenta en los estudiantes el trabajo independiente: “Los profesores casi nunca dan la clase. Si uno se limita a escribir los que los maestros dicen, no se aprende nada. Es mejor que uno piense con su cabeza”.
(05) El ambiente escolar es flexible y tolerante: En las escuelas finlandesas no se obliga a los alumnos a llegar antes de que empiecen las clases y no hay toques de campana que marquen el principio y el final de cada clase.
(06) Jamás se juzga o se critica a nadie: Nunca decimos ‘estás mal’, porque eso avergüenza a los alumnos y socava su deseo de aprender.Todos son libres de cometer errores. Es normal no aprender en ocasiones, o hacerlo lentamente. Les decimos a los muchachos que comparen sus calificaciones sólo con las anteriores, no con las de los demás”. En la pared hay una gráfica lineal para cada alumno. Cada vez que uno de ellos cumple un objetivo, Marja pone un punto nuevo en la gráfica y lo conecta con el anterior. Este sistema funciona: con muy pocas excepciones, las líneas van en constante ascenso.