sábado, septiembre 06, 2008

334. LAS MANOS Y SUS LENGUAJES




Auguste Rodin (1840-1917) se embarca en la radical transformación de la escultura como se conocía hasta entonces en un momento en el que hay una ruptura de las costumbres y prejuicios. Rompe con los cánones clásicos y propone todo un mundo marcado por el erotismo, y esta tendencia se acentúa en los últimos años de su actividad creativa. Las manos eran uno de los temas favoritos del artista. Cuentan que tenía montones de ellas en su taller. De todos los tamaños y de ambos sexos. En esta escultura se puede apreciar la influencia de Miguel Ángel en el tipo de bases que utiliza para sus piezas. Son soportes que dan una idea de inacabado, la idea de que hay obras que quedan deliberadas sin terminar (non finito) porque el artista se reserva el momento de la conclusión, conclusión que puede llegar o no. Rodin como artista moderno, inventa una estética del fragmento, en que las partes faltan voluntariamente, estatuas sin terminar que quedan hundidas en la materia, lo que Rodin llama "el efecto de piedra". Su taller en Meudon impresiona mucho a los visitantes: es como sí una tempesta violentíssima hubiese destruido la obra de un dios, y solo quedan pedazos, pero la paradoja es que si las estatuas estuvieran terminadas, el conjunto no tendría la misma plenitud.

Alguien – que lo observa trabajar – testimonia: "Que bello es observarlo cuando trabaja. El conjunto de relaciones que sus ojos mantiene con la arcilla. Me parece que veo todos los trayectos de su mirada, trayectos seguros, rápidos, que forman en el aire una red donde la cosa se engancha cada vez más. Y como entonces todo se vuelve a ser un : el y la cosa, su cosa "

Observando las manos de Rodin uno encuentra un encuentro de dos, un diálogo, un acercamiento. No importa donde están los cuerpos porque las manos ya son suficientes para el diálogo que se inicia a partir de la sensibilidad que generan, de encuentro que suponen. Hay algo de abrazo, de caricia, se insinuación, de búsqueda

Pero a su vez, las manos parecen una estructura que se yergue, que se eleva buscando el cielo, por eso son un símbolo de las catedrales (cuyo título se observa en las referencias de 1908). Las manos expresan la armonía de las formas: en los cuerpos vivos resulta del contrabalance de las masas que se desplazan, por eso las catedrales están construidas sobre el modelo de los cuerpos vivos. .
Esta es una de las esculturas más conocidas de Rodin. Unas delicadas y estilizadas manos, esculpidas en piedra, que se abrazan suavemente y cuyos dedos apuntan hacia el cielo (quizá de ahí deriva su nombre). Algunos hablan de manos en actitud de oración (a mí no me lo parece) y de la fascinación que Rodin sentía por las catedrales francesas. Aunque este es el punto de vista que muestran la mayoría de las fotos, lo interesante es girar alrededor y verlas desde todos lo ángulos, lo que permite descubrir que son dos manos derechas idénticas, en realidad la misma en simetría especular, que inician el gesto de enlazarse.

No acostumbro a sacar fotos a las manos. Pero me gustan las manos, el encuentro de las manos, el valor de las manos… Y tengo ciento de fotos de iglesias, de catedrales, del lenguaje de las estructuras edilicias… ahora puedo verlas como manos que tratan de acercarse al cielo, se juntarse con las otras manos, de unirse para rezar o para amar o para el encuentro: las manos representan la puerta de todos los encuentros.