domingo, mayo 25, 2008

308. LOS TIEMPOS QUE CORREN


"Puede suceder todavía que un gusto excesivo por los bienes materiales lleve a los hombres a ponerse en manos del primer patrón que se les presente. En efecto, en la vida de todo pueblo democrático hay un momento muy peligroso. Cuando el gusto por los bienes materiales se desarrolla más rápido que la civilidad y que los hábitos de la libertad, llega un momento en que los hombres se dejan arrastrar y casi pierden la cabeza a la vista de los bienes que buscan conquistar.


"Preocupados sólo por hacer fortuna, no logran tomar el estrecho camino que une el bienestar de cada uno con la prosperidad de todos. [...] Una nación que exige a su gobierno el solo mantenimiento del orden ya esclaviza su corazón, se hace esclavo de su propio bienestar y de un momento al otro puede presentarse el hombre destinado a dominarla. Cuando la gran masa de ciudadanos sólo quiere ocuparse de sus propios asuntos privados, los más pequeños partidos pueden hacerse del poder.


"No es raro entonces ver en el vasto escenario del mundo multitudes representadas por pocos hombres que hablan en nombre de una multitud ausente o desatenta, que actúan en medio de la inmovilidad universal disponiendo a capricho de todas las cosas: cambiando leyes y tiranizando a su placer sus costumbres; tanto que uno no puede menos que quedar estupefacto al ver en qué manos indignas y débiles puede caer un gran pueblo".

Tocqueville: La democracia en América (1837) citado por nota de U. Eco
Tocqueville pasó nueve meses y medio en Norteamérica, y regresó a Francia para no volver a cruzar nunca el Atlántico. Pero antes de los 30 años había publicado La democracia en América, un libro definitivo, como si hubiera sido escrito de un tirón tras una revelación, la misma que aún hoy en día le sigue produciendo al lector sin prejuicios. Tocqueville no se había vuelto norteamericano, ni mucho menos, pero se diría que su genio fue capaz de asimilar, en el breve tiempo que estuvo en América del Norte, la experiencia que está en la base de Estados Unidos.

martes, mayo 20, 2008

307. ¿QUIEN SE METE EN POLITICA?


DUDAS Y TEMORES EN EL SIGLO XVI


¿Comprendes ahora el fracaso de mi actuación en el consejo de los reyes? Opinar en contra del sentir de los demás sería como no hablar. Y repetir lo mismo, sería hacerme cómplice de su locura. (…) En los consejos reales no vale ir con sutilezas ni distinciones. Hay que aprobar abiertamente las peores decisiones y firmar los decretos más arbitrarios. Seria visto como traidor y hasta como espía quien consultado sobre proposiciones injustas se expresara con tibieza.

No hay, pues, modo de ser útil para unos hombres así. Antes corromperían al mejor. plantado que dejarse corregir ellos mismos. Su solo trato deprava. El más limpio y honesto terminaría como encubridor de la maldad y estupidez ajenas. Por todo ello, sospecho que es imposible lograr bien alguno, por esa «vía indirecta» que estás insinuando.

Ya Platón explica con una bella comparación los motivos que alejan a los sabios de los asuntos públicos. Suponed que están viendo cómo la gente pasea por calles y plazas bajo una lluva incesante. Por más que gritan no logran convencerles de que se metan en sus casas y se aparten del agua. Salir ellos mismos a la calle no conseguiría nada, sino mojarse ellos también. ¿Qué hacer entonces? En vista de que no van a poner remedio a la necedad de los otros, optan por quedarse a cubierto, defendiendo al menos su -seguridad."


TOMAS MORO: UTOPIA. LIBRO PRIMERO

306. DELITOS Y PENAS, ¿TODO SIGUEN IGUAL?

DESBORDES SOCIALES Y CONTROL SOCIAL EN EL SIGLO XVI. ¿TODO SIGUE IGUAL?
"Contaba complacido cómo en diversas ocasiones había visto a más de veinte colgados de una misma cruz. No salía de su asombro al observar que siendo tan pocos los que superaban tan atroz prueba, fueran tantos los que por todas partes seguían robando.

-No debes extrañarle de ello -me atreví a contestarle delante del Cardenal-: semejante castigo infligido a los ladrones ni es justo ni útil. Es desproporcionadamente cruel como castigo de los robos e ineficaz como remedio. Un robo no es un crimen merecedor de la pena capital. Ni hay castigo tan horrible que prive de robar a quien tiene que comer y vestirse y no halla otro medio de conseguir su sustento. No parece sino que en esto, tanto en Inglaterra como en otros países, imitáis a los malos pedagogos: prefieren azotar a educar. Se promulgan penas terribles y horrendos suplicios contra los ladrones, cuando en realidad lo que habría que hacer es arbitrar medios de vida. ¿No sería mejor que nadie se viera en la necesidad de robar para no tener que sufrir después por ello la pena Capital?
(...)
Desterrad del país estas plagas nefastas. Ordenad que quienes destruyeron pueblos y alquerías los vuelvan a edificar o los cedan a los que quieran explotar las tierras o reconstruir las casas. Frenad esas compras que hacen los ricos creando nuevos monopolios. ¡Sean cada día menos los que viven en la ociosidad; que se vuelvan a cultivar los campos, y que vuelva a florecer la industria de la lana! Sólo así volverán a ser útiles toda esa chusma que la necesidad ha convertido en ladrones o que andan como criados o pordioseros a punto de convertirse también en futuros ladrones. Si no se atajan estos males es inútil gloriarse de ejercer justicia con la represión del robo, pues resultará más engañosa que justa y provechosa.
Porque, decidme: Si dejáis que sean mal educados y corrompidos en sus costumbres desde niños, para castigarlos ya de hombres, por los delitos que ya desde su infancia se preveía tendrían lugar, ¿qué otra cosa hacéis más que engendrar ladrones para después castigarlos? "
TOMAS MORO: UTOPIA. LIBRO PRIMERO

lunes, mayo 19, 2008

305. NADA SERA IGUAL

Estábamos sentados en el café de Borges y Paraguay. La mañana del domingo tenía un sabor especial. No hablaron mucho. Lo suficiente. El clima y la palabra se instalaron de una manera cálida, serena. Dura sin embargo. Pesaban mas los silencios que las palabras, las miradas que las palabras, lo implícito, lo sugerido. Pudimos aclarar lo que se puede aclarar en estos casos. Poco o lo necesario. Hay un necesario pudor - entre varones - en cuestiones afecto. Pero pudimos hablarlos. No creo que a los dos los haya golpeado de la misma manera, tal vez por eso el uno había mas palabras y en otro mas silencio.
Comentarios, preguntas, advertencias, pedidos. No mucho mas. Hay un momento en que las palabras sombran. Es curioso: a veces faltan las palabras, a veces sobran. Durante quince día faltaron, en ese momento ya sobraban.
Yo iba percibiendo con el paso del tiempo que ya nada sería igual. Los ojos me lo revelaban, las miradas, el juego tímido de las sonrisas esquivas. Nada sería igual, definitivamente. Uno es presa de sus propias opciones, de sus sí y de sus no, de las consecuencias. Uno es responsable y debe responder. Y los demás conservan sus derechos a aprobar o reprobar.
Y descubrí, entonces, que entre cierto día de mayo del 2007 y este día de mayo del 2008 se había generado un abismo y que ahora, allí, me pedían que reconociera que ya nada era igual.
Volvimos a la calle y a las cosas a las que se vuelve. Volvimos a las charlas y a las cosas cotidianas, pero hay un territorio al que no sé si algún día volveremos.
No sé si, en aquel mayo del 2007, hubiera sabido, anticipado, pre-visto, esta mañana del mayo del 2008... me hubiera atrevido. Uno debe responder en el presente y por el futuro, por todo el futuro. Y cuesta.
Volvieron la complicidad y los abrazos, los temas y los recuerdos. No volvieron esas miradas profundas que extrañaré para siempre. Y ahora, algunos silencios estarán cargados de muchos interrogantes.

miércoles, mayo 14, 2008

304. EDUCAR A LOS HIJOS

A Orillas de tu Silencio
Julián Zini


Duerme tranquila hija mía,

que está velando tu sueño
el corazón desvelado
de tu papá musiquero.
Duerme nomás que entretanto,
y a orillas de tu silencio,
voy a contarle a tu madre
lo que entre mí a veces pienso.
Adónde irás con los años,
adónde te lleva el tiempo;
quién llegará, cómo y cuándo,
para ser tu compañero.

Cómo me cuesta perderte
ser tuyo y no ser tu dueño;
quedarme solo en testigo
y no apuntalar tu sueño.

Busco en mí la palabra que te debo y no la encuentro.
Quiero hacerte un regalo que te sirva y no tengo.
Te acaricio y me tiembla la ternura en los dedos.
Me preocupa quererte y no sé cómo hacer.
Me recibí de padre como si fuera un sueño.
Puesto a andar en la vida, tropecé con los hechos.
Me enseñaron de chico que el amor era ciego
y segado de amor no pensé nunca en ésto.
Con traerte a este mundo solté un río tremendo
que se fue de mis manos, que se fue de mi tiempo.
Cada día que pasa sos distinta y confieso
que no sé que decirte más allá de mis besos.
Como yo y como todos sé que sos un misterio,
un inmenso posible y un hermoso proyecto.
Yo, tan sólo un testigo que te sigue de lejos
con el alma en los ojos y soñando un encuentro.

Qué haremos tu madre y yo
sino darnos por enteros,
sabiendo que nuestros hijos
son ellos y no son nuestros.
Cómo seguirlos de cerca
por amor y no por celos;
Cómo hacer que nos elijan
como padres verdaderos.

domingo, mayo 11, 2008

303. ESTA SEMANA

Compleja, dispersa, cargada de novedades. Aunque la voz no me respondía como lo necesito, fue la semana de la palabra: (1) lunes (16,30) los padres del colegio ante quien desarrollé el tema de los límites y la preparación responsable para el futuro. (2) miércoles (19,00) la charla con los alumnos del instituto superior sobre la necesidad de participar en los centros de estudiantes y en las actividades culturales y solidarias. (3) jueves (19,00) el juramento profesional y las palabras acostumbradas para entregar los títulos a los profesores recibidos. (4) viernes (19,00) la conferencia en la facultad de humanidades de Rosario, facultad tomada, situación de conflicto y un número generoso de asistentes que - a pesar del ruido exterior y la ausencia de micrófono - pudo seguir la exposición y entrar en diálogo con las ideas... (5) sábado a la mañana, el primer encuentro con la cohorte de la licenciatura en torno a la Epistemología y la matemática.
¿Cuántos han pasado por mis ojos y mi vida profesional? ¿En cuántas personas han resonado las palabras y se han hecho eco las ideas?
Es una hermosa profesión, me digo. Me gusta lo que hago. Hay algo de trascendencia a pesar de papel volátil de las palabras y del tiempo. Siempre algo queda.

302. ESTOS DIAS

Me pesan ciertas ausencia, ciertos silencios. Los considero injustos. No hay razones para la ausencia, los silencios, los reproches, pero cayeron todos sin reparar en justicias ni merecimientos. De poco sirve que uno haya hecho mucho o lo haya hecho todo a lo largo del tiempo, las últimas acciones determinan el valor definitivo. Es esa visión que Borges le pone a los finales de sus cuentos: hay algo o alguien que nos convierte en héroes o en villanos, en salvadores o en condenados. Y hay algo de esa noción luterana de la limitación del "buen obrar" sabiendo que se trata de un esfuerzo continuo que no siempre podemos mantener y de nada nos servirá haberlo acumulado: si no somos santos, exitosos, heroicos, magníficos en el final, de nada hemos servido.
No se trata de defraudar sino de ser fiel a uno mismo. Pero esa fidelidad a la existencia que uno juego no siempre es entendible para todos. Me resuenan en el oído las palabras que anticiparon el silencio... y supe que no tenían razón. Lo peor es que se complica la forma de re-constituir la trama, de reamar la comunicación.
Me pesan las ausencias, ciertos silencios que sobrevienen estos días en que se han aquietado los demonios del trabajo y es difícil no tener ante los ojos y en los oídos algunas horas de la mañana del viernes y cierta hora de la tarde del sábado. Hay un horizonte de luces que se pega en las retinas y un sonido a Aute que vuela en mi cabeza, y un llamado y un momento con sabor a eternidad.

lunes, mayo 05, 2008

301. BABEL + ASI VIVIMOS

“Lo nuestro no es la nostalgia, ni la esperanza, sino la perplejidad. Y es el presente el que se nos da como lo incomprensible y, a la vez, como lo que da que pensar. Por eso a nuestro tiempo no le va un tono elegíaco, como de pérdida y lamento en el que sonaría la pérdida de lo que fuimos y ya no somos, ni un tono épico, de lucha y entusiasmo, en el que sonaría la conquista de lo que seremos y todavía no hemos conseguido ser, ni un tono clásico, de orden y estabilidad, en el que sonaría el reposo satisfecho de lo que somos. Lo nuestro es el desconcierto. Por eso el nuestro es mas bien un tono caótico en el que lo incomprensible de lo que somos se nos da disperso y confuso, desordenado, desafinado, en un murmullo desconcertado y desconcertante hecho de disonancia, de fragmentos, de discontinuidades, de silencios, de azares y de ruidos”. (LARROSA, 2001)

300. QUEJA

No es justo. Ni el tono, ni el modo de acceder, ni el fondo de la cuestión. Yo no soy responsable de la imagen que puedan tener de mi. Yo no soy responsable de los accesos bastardos a la información. Yo no debo rendir cuenta de lo que hago ante terceros. Aunque muchas cosas se relacionan, sin embargo, aquí, precisamente aquí, era necesario distinguir. Pero no lo hicieron. Y cortaron. Tuve infinita paciencia con sus errores. Los seguiré teniendo. Fui el sostén, el andamio de sus flaquezas que involucraban cuestiones convenidas. Y seguiré como andamio, aunque el edificio ya se sostenga. Solo le pedía que respetaran mi silencio, mi intimidad. Que no se asomaran, que no se metieran. Y que - luego - cuando en secreto observaron por el ojo de la cerradura no me echaran en cara lo que les podía generar contradicciones. Lo podíamos haber hablado. Pero no se podía encontrar en ese hecho la madre de todos los males. No lo es.
El tiempo es tirano, es feroz, y seguramente los someterá a alguna prueba. Y yo - que en estos días era un boxeador que escuchaba la cuenta para respirar, correrme la sangre, reponerme - ya estoy dando vuelva en el ring, en posición de pelea. Así es mi vida.

domingo, mayo 04, 2008

299. MAYO DEL 68


Leo en los diarios de hoy:

"Mayo del 68 fue un sueño que no sabía de su propia existencia, una espontánea revolución del deseo y de la palabra, una exaltación de la poesía y la política en la calle, el placer de desafiar a la autoridad y a la jerarquía. No fue sólo una protesta sino un grito de esperanza de una comunidad no gobernada aún por el cinismo. Se trató de una revuelta contra la opresión de algo más que la sociedad capitalista: fue una rebelión contra el conformismo de lo real. En suma: una rebelión contra los límites de lo posible. "

Recuerdo: tenía 17 años. Estaba concluyendo mi secundario y completando mi formación como maestro. Miraba desde un lejano rincón del mundo estas noticias que no me involucraban aún. Fue después, años después, en que me di cuenta de que era posible cambiar el mundo con un poco de voluntad y con una lluvia de ideas. La historia, implacable, nos ha demostrado lo contrario. No importa. Cuarenta años después y con un mundo definitivo ancho y muy ajeno, no creo ya en los grandes relatos de los 70, sino los micro-relatos del siglo XXI y trabajo desde allí para cambiar lo que puedo y debo. Y no es poco.

298. ESTOS AÑOS

HEMOS AMADO JUNTOS TANTAS COSAS...
Hemos amado juntos tantas cosas

que es difícil amarlas separados.
Parece que se hubieran alejado de pronto
o que el amor fuera una hormiga
escalando los declives del cielo.
Hemos vivido juntos tanto abismo

que sin ti todo parece superficie,
órbita de simulacros que resbalan,
tensión sin extensiones,
vigilancia de cuerpos sin presencia.
Hemos perdido juntos tanta nada

que el hábito persiste y se da vuelta
y ahora todo es ganancia de la nada.
El tiempo se convierte en antitiempo
porque ya no lo piensas.
Hemos callado y hablado tanto juntos

que hasta callar y hablar son dos traiciones,
dos sustancias sin justificación, dos sustitutos.
Lo hemos buscado todo,

lo hemos hallado todo,
lo hemos dejado todo.

ROBERTO JUARROZ, por supuesto

jueves, mayo 01, 2008

297. A VECES

"Yo hubiera querido estar de una vez en el día siguiente, yo me quería salir de esa noche. En eso, me pegaron un codazo que jue casi un alivio. Era Rosendo, que se escurría solo del barrio. ­"Vos siempre has de servir de estorbo, pendejo", ­me rezongó al pasar, no sé si para desahogarse, o ajeno. Agarró el lado más oscuro, el del Maldonado; no lo volví a ver más. Me quedé mirando esas cosas de toda la vida ­cielo hasta decir basta, el arroyo que se emperraba solo ahí abajo, un caballo dormido, el callejón de tierra, los hornos ­y pensé que yo era apenas otro yuyo de esas orillas, criado entre las flores de sapo y las osamentas. ¿;Que iba a salir de esa basura sino nosotros, gritones pero blandos para el castigo, boca y atropellada no más? Sentí después que no, que el barrio cuanto más aporriao, más obligación de ser guapo." (Borges, por supuesto)
Siempre digo que soy apenas un arroyito, poca cosa, que uno es nada o nadie, y que sòlo hace el incansable esfuerzo por llegar a ser relevante en la propia vida y, un poco, en la vida de los otros.