miércoles, noviembre 14, 2007

218. UN POCO MAS

CUANTO PUEDAS

Y si no puedes hacer tu vida como la quieres,
en esto esfuérzate al menos
cuanto puedas: no la envilezcas
en el contacto excesivo con la gente,
en demasiados trajines y conversaciones.
No la envilezcas llevándola,
trayéndola a menudo y exponiéndola
a la torpeza cotidiana
de las compañías y las relaciones,
hasta que llegue a ser pesada
como una extraña.

LO RIESGOSO


Dijo Mirtias (un estudiante siriode Alejandría:
bajo el reinadode augusto Constante
y augusto Constancio,
gentil en parte, y en parte cristianizado):
"Fortalecido con meditación y estudio,
yo no temeré a mis pasiones como un cobarde.
Mi cuerpo a los placeres entregaré,
a las delectaciones soñadas,
a los más atrevidos deseos amorosos,
a los lúbricos impulsos de mi sangre,
sin ningún temor,
porque cuando quiera -y tenga decisión, fortalecido
como estaré con meditación y estudio
-en los momentos críticos he de reencontrar
mi espíritu, igual que otrora, ascético".

217. CONSTANTINO KAVAFIS : PARA EL DELEITE

VUELVE

Vuelve a menudo y tómame,
amada sensación, vuelve y tómame
-cuando del cuerpo la memoria se despierta,
y un antiguo deseo vuelve a pasar por la sangre;
cuando los labios y la piel recuerdan
y las manos sienten como que tocan otra vez.
Vuelve a menudo y tómame en la noche,
cuando los labios y la piel recuerdan...

RECUERDA, CUERPO...


Cuerpo, recuerda no solamente cuánto fuiste amado,
no sólo los lechos en que te acostaste,
sino también aquellos deseos que por ti
brillaban en los ojos manifiestamente,
y temblaban en la voz -y algún
obstáculo casual los hizo vanos.
Ahora que todo ya está en el pasado,
parece casi como si a los deseos
aquellos te hubieses entregado -cómo brillaban,
recuerda, en los ojos que te miraban;
cómo temblaban en la voz, por ti, recuerda, cuerpo.

LO OCULTO (1908)

Por cuanto hice y por cuanto dije
que no traten de encontrar quién era yo.
Un obstáculo se alzaba y transformaba
mis acciones y mi modo de vivir.
Un obstáculo se alzaba y me detenía
muchas veces cuando iba a hablar.
Mis acciones más inobservadas
y mis escritos más ocultos-
sólo por allí me entenderán.
Mas acaso no vale la pena gastar
tanta atención y tanto esfuerzo
para conocerme.
Más tarde -en la sociedad más perfecta-
algún otro, hecho como yo,
ciertamente surgirá
y actuará libremente.

216. NUEVE Y CATORCE DE NOVIEMBRE

Hay algo de liberación y algo de dolor en este exponerse y mostrar.
Porque es uno mismo en que libera los fantasmas.
Es uno. Y está allí, desnudo, buscando en donde refugiarse.
Y te corren todos los refugios.
Y trata de nombrar lo que le pasa.
De darle palabra a los síntomas, destino a las preguntas.
La dura sensación de no ser ya el que era y no sabe quién habrá de ser.
Y el mundo se da vuelta y se derrumba.
Y allí estoy, emergiendo.
Me resisto, cedo, retro-cedo, avanzo torpemente.
Me han quitado todas las recetas.
¿Clausuras? ¿Qué clausuro?