miércoles, octubre 31, 2007

210. PARABOLA DE UNO MISMO

De pronto se detuvo la marcha. No fue el motor (funcionaba perfectamente), ni las cubiertas, ni el combustible. Pero la marcha se detuvo y sólo hubo silencio y desierto. Y soledad y pensamiento. Fue el camino: allí estaba, secreto, ajeno, bifurcándose hasta el infinito, sin imponer un rumbo, ofreciéndose obsceno, ajeno, distante. ¿Por donde seguir? La marcha se detuvo en el punto exacto en que ya no había una rutina que obligara a seguir hasta el infinito: lo que me esperaba requería una decisión. En los espejos retrovisores se veía el largo y plural camino recorrido, poblado de imágenes, de rostros, de gestos, de búsqueda, de amores, de entregas, de trabajos, de esfuerzos, de demandas, de risas, de gritos, de conquistas, de productos, de cosas, de escritos, de paisajes. Pero estaban lejos, muy lejos, como formando parte de un mundo definitivamente perdido, abandonado, irrecuperable, ciego. El regreso era un refugio protector pero implicaba renunciar a la marcha. Y la marcha paría esa pausa, esa imposibilidad, ese desapego, esa intima desazón, ese exilio subjetivo que lloraba sobre las propias seguridades y esos caminos plenos, repletos, atrayentes que asomaban demandando decisiones, un giro, un salto al abismo, una ciega pasión, un atrevido desamparo. Y alguien estaba allí - ¿copiloto? - para rearmar paciente el mapa necesario, primitivo. Y entonces supuse que al náufrago le había surgido a la distancia una playa donde remar o nadar a la búsqueda de una nueva conquista.

209. EN ESTOS DIAS

Yo soy un desencontrado
que no busca que lo encuentren,
un caminante sin suelo,
una casa sin paredes.
Los combates de la vida
son tantos, tantos y tantos:
por ellos canto.
En el color de mi infancia
mis ojos ven doloridos
a niño que mira a un padre
y una madre divididos.
Los llamados de la falta
son tantos, tantos y tantos:
por ellos canto.
Crecí entre pianos azules
y guitarras amarillas,
el tono de mis canciones
se puso rojo de envidia.
Los crecimientos del alma
son tantos, tantos y tantos:
por ellos canto.
Canté como si supiera
con el aire de mi pueblo
y al borde de la alegría
la muerte nos quitó el sueño.
Los horrores del poder
son tantos, tantos y tantos:
contra ellos canto.
De ser un desencontrado
yo temo que al fin me encuentren,
por eso cambio de sitio
constante, constantemente.
Los exilios de sí mismo
son tantos, tantos y tantos:
desde ellos canto.
Quiero decir al final,
mi corteza es aparente,
es un modo de cuidar
mi ternura por la gente.
Los mensajes del silencio...
Por ellos canto.
El final no tiene fin
ni tuvo inicio el comienzo,
yo vivo siempre en camino,
así lucho, quiero y pienso.
Los amores que contengo
son tantos, tantos y tantos.
Los amores que contengo:
por ellos canto.
DANIEL VIGLIETTI

lunes, octubre 29, 2007

208. DIA DE ELECCIONES GENERALES

Ya está. Ya terminó. Ganaron los que se sabía que iban a ganar, perdieron los que se sabían perdedores y algunos lograron alguna representación (escasa) como para coronar esfuerzos y prédicas. Los porcentajes del triunfo son aplastantes y atemorizan: la continuidad de un gobierno fortalecido por elecciones aplastantes suele neutralizar cualquier vestigio de análisis y de autocrítica. Es difícil pensar en el 56% que no apoya a la presidente, el 50 % que no eligió al Gobernador y el 65% que pensaba en otro intendente. El 44 %, el 50 % y el 35 % son contundentes y la democracia cuenta los triunfos y los votos favorables: no menciona al resto que, respetando las reglas del juego, sabe que las autoridades son legítimas y para todos.
El formato del comicio podría revisarse. Como me tocó estar - entre las autoridades de mesa - desde las 8,00 de la mañana lluviosa hasta las 21,30 en una escuela en pésimas condiciones que les revela a los ciudadanos el real estado de la educación, puedo hablar. Las autoridades de mesa no pueden ser sometidas gratuitamente a un esfuerzo inadecuado: la continuidad de votantes - 400 por cada padrón - impedía el menor movimiento... y nadie puede llegar a las 18,00 y al momento del escrutinio con todas las neuronas. Si el estado es quien organiza las elecciones debe prever la atención de los ciudadanos que aceptan la carga pública de presidir las mesas.
Otro tema fue la desorientación evidente de los ciudadanos con boletas abundantes y números engañosos, con nombres de fantasía y juegos de cortes, recortes, ocultamientos y robos de los votos disponibles... Eso explica el tiempo que cada votante tardaba en el elegir a los 65 ciudadanos que lo representaban en la presidencia, diputados, gobernación, senado provincial, intendencia, concejo deliberante y consejo escolar (y sus respectivos suplentes): mucho para pensar, para elegir y demasiada información para procesar rápidamente... porque era difícil unir la propaganda y la información previa con las boletas reales que combinaban varios números (según se tratara de nacionales, provinciales o municipales)...
Han pasado 24 años de las elecciones del 83: estuve allí como presidente de mesa, en el Colegio Nacional: estábamos felices y todos nos vestimos para la ocasión... Y sigo estando hoy. Nada ha cambiado. Ni siquiera yo mismo que he sumado 24 a los años que tenía entonces... ¿No hay otras formas mas ágiles de elegir, de hacer el escrutinio, de disponer de la información? ¿No es posible un sistema de voto electrónico con muchas bocas que permitan la absoluta transparencia y al mismo tiempo deje de lado la suma de papeles y burocráticas información que debimos realizar? ¿No se aplica ya en países latinoamericanos vecinos? ¿No hay forma de ser mas precisos y directos en la elección de nuestros representantes, sin incluir en el mismo voto tantos nombres desconocidos? Si muchos ciudadanos se manejan con bancas electrónicas y tienen manifiesta capacidad para armar el voto, cortando las boletas... ¿no podrán acceder a un sistema simple que acompañe el cambio de los tiempos?
Cuando salí de la escuela ya era de noche. Se comentaban los primeros resultados y ya algunos festejaban a cuenta. En muchas mesas seguían haciendo recuento de los votos mientras los candidatos ya reconocían triunfos y derrotas. Pensaba en la democracia, en la mejor forma de gobierno hasta ahora conocida, y al mismo tiempo una forma de gobierno que debe purificar y ajustar sus prácticas para asegurarnos el ejercicio de los derechos y una vida en sociedad que tenga la mejor calidad de vida. No sé si pido tanto. Pero es bueno hacerlo porque esta es nuestra porción de historia y en medio de estos menesteres se nos va la vida que tenemos.

207.EXCESO DE MAPAS = FIN DE LAS UTOPIAS

“Y tú para qué quieres un barco, si puede saberse, fue lo que el rey preguntó cuando finalmente se dio por instalado con sufrible comodidad en la silla de la mujer de la limpieza, Para buscar la isla desconocida, respondió el hombre. Qué isla desconocida, preguntó el rey, disimulando la risa, como si tuviese enfrente a un loco de atar, de los que tienen manías de navegaciones, a quien no sería bueno contrariar así de entrada, La isla desconocida, repitió el hombre, Hombre, ya no hay islas desconocidas, Quién te ha dicho, rey, que ya no hay islas desconocidas, Están todas en los mapas, En los mapas están sólo las islas conocidas, Y qué isla desconocida es esa que tú buscas, Si te lo pudiese decir, entonces no sería desconocida, A quién has oído hablar de ella, preguntó el rey, ahora más serio, A nadie, En ese caso, por qué te empeñas en decir que ella existe, Simplemente porque es imposible que no exista una isla desconocida. Y has venido aquí para pedirme un barco, Sí, vine aquí para pedirte un barco, Y tú quién eres para que yo te lo dé, Y tú quién eres para no dármelo, Soy el rey de este reino y los barcos del reino me pertenecen todos, Más les pertenecerás tú a ellos que ellos a ti, Qué quieres decir, preguntó el rey inquieto, Que tú sin ellos nada eres, y que ellos, sin ti, pueden navegar siempre, Bajo mis órdenes, con mis pilotos y mis marineros, No te pido marineros ni piloto, sólo te pido un barco, Y esa isla desconocida, si la encuentras, será para mí, A ti, rey, sólo te interesan las islas conocidas, También me interesan las desconocidas, cuando dejan de serlo, Tal vez ésta no se deje conocer, Entonces no te doy el barco. (…)
El capitán volvió a leer la tarjeta del rey, después preguntó, Puedes decirme para qué quieres el barco, Para ir en busca de la isla desconocida, Ya no hay islas desconocidas, Lo mismo me dijo el rey, Lo que él sabe de islas lo aprendió conmigo, Es extraño que tú, siendo hombre de mar, me digas eso, que ya no hay islas desconocidas, hombre de tierra soy yo, y no ignoro que todas las islas, incluso las conocidas, son desconocidas mientras no desembarcamos en ellas, Pero tú, si bien entiendo, vas a la búsqueda de una donde nadie haya desembarcado nunca, Lo sabré cuando llegue, Si llegas, Sí, a veces se naufraga en el camino, pero si tal me ocurre, deberás escribir en los anales del puerto que el punto adonde llegué fue ése, Quieres decir que llegar, se llega siempre, No serías quien eres si no lo supieses ya. (…)
[Y entonces comenzó a soñar] El hombre del timón pregunta a los marineros que descansan en cubierta si avistan alguna isla desconocida, y ellos responden que no ven ni de unas ni de otras, pero que están pensando desembarcar en la primera tierra habitada que aparezca, siempre que haya un puerto donde fondear, una taberna donde beber y una cama donde folgar, que aquí no se puede, con toda esta gente junta. Y la isla desconocida, preguntó el hombre del timón, La isla desconocida es cosa inexistente, no pasa de una idea de tu cabeza, los geógrafos del rey fueron a ver en los mapas y declararon que islas por conocer es cosa que se acabó hace mucho tiempo, Debíais haberos quedado en la ciudad, en lugar de venir a entorpecerme la navegación, Andábamos buscando un lugar mejor para vivir y decidimos aprovechar tu viaje, No sois marineros, Nunca lo fuimos, Solo no seré capaz de gobernar el barco, Haber pensado en eso antes de pedírselo al rey, el mar no enseña a navegar. Entonces el hombre del timón vio tierra a lo lejos y quiso pasar adelante, hacer cuenta de que ella era el reflejo de otra tierra, una imagen que hubiese venido del otro lado del mundo por el espacio, pero los hombres que nunca habían sido marineros protestaron, dijeron que era allí mismo donde querían desembarcar, Esta es una isla del mapa, gritaron, te mataremos si no nos llevas. Entonces, por sí misma, la carabela viró la proa en dirección a tierra, entró en el puerto y se encostó a la muralla del embarcadero, Podéis iros, dijo el hombre del timón.” SARAMAGO : LA ISLA DESCONOCIDA

205. ¿DONDE ESTA LA CASA DE MI AMIGO?

Una película deliciosa (iraní, 1987) para disfrutar, comentar y aprender:
Artículo orignariamente publicado en Letras de Cine nº 7.
La anécdota argumental de ¿Dónde está la casa de mi amigo?, extremadamente mínima como siempre en el cine del iraní -recuérdense trabajos precedentes como Pan y callejuela o La hora del recreo-, describe la pequeña odisea, recorriendo los ignotos caminos y callejones de un pueblo vecino al suyo, vivida por un niño de ocho años -Ahmed- y su intento de devolver el cuaderno de deberes que ha tomado por equivocación a su compañero de banco. Esta sencilla premisa, sin embargo, se ve enriquecida y adquiere un valor emotivo añadido cuando Ahmed, y el espectador, saben que de no entregar el cuaderno a tiempo, su amigo no podrá presentar los deberes hechos al día siguiente en clase, será duramente amonestado por el maestro y, probablemente, sea expulsado del colegio al acumular ya varias faltas de este tipo, tal es la amenaza del profesor.
Ahmed, gracias a su obstinada actitud, deberá superar una y mil veces la incomprensión de los adultos que encuentra a su paso –unos adultos que, paradójicamente, repiten incansablemente la necesidad que tiene el niño de adquirir responsabilidad y madurez, pero que demuestran al mismo tiempo esa misma falta de responsabilidad en ellos mismos–, remarcando de nuevo la recurrente insistencia con la que el realizador iraní vuelve a hablarnos del enorme poder que reside en la voluntad de todo ser humano. Así, el personaje principal –al igual que tantos otros protagonistas de otras tantas obras de Kiarostami–, no se dará por vencido en la conquista de su propósito aún cuando todas las situaciones que se le presenten sean adversas y el objetivo parezca, a cada minuto que pasa, prácticamente inalcanzable. Con una evidente sencillez y exigüidad de recursos técnicos –que no esconde a su vez una gran riqueza expresiva–, la película de Kiarostami deviene en una emotiva oda a la amistad en la que el niño Ahmed deberá hacer frente un mundo extraño y desconocido para él que pondrá a prueba su sentido de la responsabilidad. ¿Dónde está la casa de mi amigo?, para mí, el mejor trabajo realizado hasta la fecha por el director iraní, y en el que conviven de manera más acertada y equilibrada eso que se suele denominar "forma y fondo" sin que ninguna de ellas se resienta de la presencia de la otra.¿Dónde está la casa de mi amigo? es la película más redonda de su autor, y esa "redondez" no sólo es aplicable a su calidad en el sentido metafórico, sino también, y más literalmente, a su forma. La película presenta una estructura circular que recorrerá los mismos escenarios varias veces y que regresará, en la escena final, al mismo lugar donde empezó todo: el aula.
Este viaje de ida y vuelta incluye en su interior otros apuntes que funcionan a su vez a modo de cadencia, de son repetitivo, otorgando al conjunto un cierto aspecto de "musicalidad". Uno de ellos es el movimiento, el viaje repetitivo de ida y vuelta que Ahmed hace al pueblo de su compañero de pupitre. El niño va y viene de Poshteh en dos ocasiones y Kiarostami no vacila en filmar esos viajes de la misma manera y desde idénticas perspectivas, en las que sólo cambia el orden.
Todos los adultos que aparecen en escena no dudan en manifestar la necesidad que tiene Ahmed, y los demás niños, de adquirir responsabilidad y disciplina a la hora de crecer y "hacerse un hombre de bien", pero manifiestan, a su vez, en ellos mismos, esa falta de responsabilidad que promulgan, cuando ignoran y menosprecian el valor de la empresa que debe llevar a cabo el niño. Esta dificultad por crecer y aprender de manera correcta es puesta de manifiesto por Kiarostami al mostrar la imposibilidad del desarrollo de una dinámica educativa en ese entorno hostil: los niños deben sacrificar su aprendizaje educativo y su infancia –relegados a un segundo plano– en beneficio de la ayuda que han de prestar en las tareas del hogar y en los trabajos de sus padres. El discurso escolar del maestro se transforma en mera y vacía retórica frente a la cruda realidad a que tienen que enfrentarse a diario los niños a los que pretende dotar de conocimientos. El propio maestro revela también su condición de "adulto inconsciente" al no ser capaz de ver lo que sucede más allá de las páginas escritas de un cuaderno de deberes: las razones de porqué no se realizan, el porqué de los dolores de espalda de algunos alumnos, etc...
Sólo Ahmed parece dar el verdadero valor a las cosas, sólo él parece saber la importancia que tienen los actos y las consecuencias que acarrearía no llevarlos a cabo. El resto –los adultos–, aparecen como bustos parlantes, sin alma, proclamando a los cuatro vientos un discurso "docente" que demuestran ignorar. Para el maestro, el aprendizaje es un cuaderno de deberes hecho, para la madre es la ayuda en las tareas de la casa, para el abuelo es la obediencia ciega a sus caprichos,…incluso el carpintero no dudará en arrancar una de las hojas del cuaderno –que tanto valor tiene para el niño– para garabatear unas notas ignorando las súplicas de Ahmed. Para todo ellos, la principal virtud es el sometimiento y la obediencia –al maestro, al padre, a la madre, al abuelo–. Todo lo demás no importa. Y es ahí donde se asienta uno de los principales valores del discurso kiarostámico en el film: la libertad de acción, la desobediencia del niño frente a la disciplina inconsciente y equivocada promulgada por los adultos.
¿Dónde está la casa de mi amigo? está cargada también de un gran valor simbólico. Su título original –¿Dónde está la morada del amigo?– está extraído de uno de los poemas de Sohrab Sepehri, poeta a quien se incluye una dedicatoria al comienzo del film, y no han faltado quienes han llamado la atención sobre la doble lectura que esconde la palabra "amigo" del título –amigo es uno de los nombres de Dios en la tradición poética persa–, lo que pudiera llevar a interpretar que el viaje a "la morada del amigo" representaría una búsqueda mística. Ante esta lectura, llama la atención el hermoso momento en el que lo místico, lo sobrenatural, parece irrumpir en la película: aquel en el que Ahmed se retira a su habitación y toma la decisión de realizar los deberes de su amigo, arrodillado ante el cuaderno. La fuerza del viento que sacude en el exterior de la vivienda hace que la puerta de su cuarto se abra violentamente mostrando al niño postrado ante la libreta y girado su rostro hacia la puerta que deja ver la ropa tendida y sacudida por la furia del vendaval. El plano parece dar a este definitivo gesto de amistad la categoría de sagrado.
La estructura de la película también presenta dos momentos especialmente remarcables –y brillantes–, debido a la ruptura narrativa que provocan. Durante toda la película, la cámara acompaña sin descanso al personaje de Ahmed en su odisea, pero hay dos instantes en los que el niño desaparece de escena y la cámara "se queda" en el escenario abandonado por éste, con otros personajes. Uno de ellos es el momento en el que su abuelo envía gratuitamente al niño a buscar sus cigarrillos y en el que explica a un vecino su particular sentido de la disciplina que pretende inculcar a su nieto. El otro es aquel en el que Ahmed emprende su regreso de noche a Koker y la cámara "se queda" otra vez unos minutos con el anciano ebanista que le ha ayudado. Dos momentos cruciales que sirven para mostrar dos aspectos y dos actitudes bien diferentes de una misma y vieja generación.
En la escena que cierra la película, a la mañana siguiente, Ahmed llega a clase con retraso, pero a tiempo de evitar la amonestación y expulsión de su amigo. Preguntado por el profesor por la causa de su retraso, Ahmed contestará que viene de Poshteh, lo que contraria ligeramente al profesor, ya que Ahmed vive en Koker, cerca de la escuela. Ahmed rectificará rápidamente, pero el espectador atento descubre en ese gesto del niño que la epopeya vivida por Ahmed aún ha proseguido esa misma mañana y que el niño ha insistido y repetido su viaje a Poshteh buscando dar con su amigo una vez más antes de ir a clase. Ahmed tomará asiento junto a su compañero de pupitre a tiempo de hacerle entrega del cuaderno de deberes –rellenado por él– momentos antes de que el profesor lo examine y lo corrija con buena nota: "Bien. Buen chico".

martes, octubre 23, 2007

204. NO ES VERDAD, HA SIDO UN SUEÑO

¿Y si no es verdad todo esto? ¿Si estoy aun en los últimos días de abril y estoy soñando y no quiero despertame porque me agrada demasiado este sueño y sé que aquí todo es posible y que estás como pobladora necesaria de mi territorio? Y aparecen un mensaje, un llamado, un 24 ventuoso, tantos viernes de invierno, algunos viajes... ¿Y si alguien está jugando con mi fantasía y quiere confundirme - Descartes, Cervantes, literatos y filósofos del muy racional y manierista siglo XVII - y me hace construir este universo que disfruto, pero al mismo tiempo juega conmigo y me obliga a luchar para convencerme, para no despertar, por seguir apegado al sueño? ¿Y si aun están asomando los primeros fríos del otoño y está muy lejana esta primavera, y todo es posible y generoso en el territorio de los engaños? Y sin embargo, mas allá de los criterios de verdad, de las confusiones gnoseológicas, de los debates epistemológicos, hay algo incontrastable que se impone cada día o cada hora. No necesito probarlo. Cada fibra, cada centímetro de piel, los pliegues del espíritu, las luchas cotidianas, la risa que asoma y se desborda, y ese cundir de la existencia que explota en cada instante son el argumento, la prueba, la sentencia. Y me sonrío, a pesar de tantas cosas, satisfecho.

203. IBSEN: UN ENEMIGO DEL PUEBLO




¿Es un tema o un problema de finales del siglo XIX o es un tema eterno, definitivamente humano y socialmente recurrente? La versión de la puesta nos permite observar la recreación de la versión original - con admirable prolijidad y creatividad - pero las intervenciones de los personajes revelan nuestro mundo, absolutamente identificados con lo que suele sucedernos. En todo lugar (sociedad, instituciones, familias, política) pueden aparecer "amantes insobornables de la verdad" que se conviertan en "enemigos del pueblo". El precio que se paga por ser grande y ser sinceros es demasiado alto. La dignidad se cotiza demasiado cara en el mercado de los recocimientos sociales y de los recursos de supervivencia. Y uno es el que - en definitiva - elige.
ELENCO (2007) : Morten Kiil, padrastro de Catalina Pepe Novoa - Billing, redactor del diario La Voz del Pueblo Sergio Boris - Catalina, esposa del doctor Stockmann Stella Galazzi - Pedro Stockmann, hermano mayor del doctor Stockmann, alcalde y comisario Alberto Segado. Hovstad, director de La Voz del Pueblo Horacio Peña - Doctor Tomas Stockmann Luis Brandoni - Horster, capitán del barco Marcos Woinski - Morten y Ejlif, hijos de los Stockmann Valentino Alonso, Kevin Melnizky - Nicolás Rodríguez Ciotti, Lucas Krourel - Petra, hija de los Stockmann, maestra Julieta Zylberberg - Aslaksen, propietario del diario La Voz del Pueblo Daniel Tedeschi - Borracho MontenegroHenryk Pablo RinaldiNansen Mario Fromenteze - Nora Edvard, Julia Hedving Lorena Vega, Maia Francia

202. ESCUELA: FIN DE LA FRONTALIDAD / SIMULTANEIDAD

Algo que se ha ido quebrando en la escuela de nuestros días, rompiendo con el modelo de la modernidad: la frontalidad (entendida como la organización espacial de la clase y del método, en el que el frente y el centro de la clase o del aula están ocupados exclusivamente por el maestro), la simultaneidad (como método que permite una educación general de los alumnos que al mismo tiempo reciben del maestro las enseñanzas, ejecutan los diversos trabajos indicados y deben dar cuesta de sus conocimientos; esta simultaneidad puede admitir la presencia de intermediarios como tutotes o monitores, o ceñirse a un discurso único, a un orden central y a la presencia rectora y lejana del maestro, como centro del aula y de las actividades) y la globalidad (el docente dirige a un grupo de alumnos y organiza centralmente la situación de aprendizaje; enfatiza el rol abarcador y central del docente, que enseña todo a todos; el maestro – como el sol, figura central y unificadora – ordena la variedad de alumnos frente a él y expone didácticamente ante la totalidad de los alumnos que escuchan, obedecen y trabajan; se asegura la presencia del educador controlando la totalidad del proceso, pero se niega la posibilidad de un intercambio y contacto entre el maestro y los alumnos.) han comenzado a convertirse en objeto de discusión o, por lo menos, de difícil aplicación a la hora de presentar los conocimientos o generar aprendizajes. Los alumnos que en el pasado inmediato estaban dispuestos a escuchar todos al mismo tiempo a su docentes, seguir sus explicaciones, hacer sus actividades, resolver los ejercicios y hasta participar en la construcción común de los conocimientos y de los saberes, de pronto han cerrado sus oídos, clausurado su atención, suprimido la posibilidad de habilitar a quien preside la clase.
Esto no representa el final de la educación, ni de la escuela, sino de UN estilo de educación y de escuela. Esos mismos alumnos con consignas claras y bien distribuidos y motivas - especialmente a través de mecanismos de evaluación y de acreditación - pueden trabajar, atender, producir, hacer. Pero el docente asume una función múltiple y aunque mantiene el omnes previlegia el singularitim: es el uno a uno, atendiendo a las demandas puntuales, a la reiteración de las consignas, a la multiplicación infinita y cíclica de las respuestas. Tal vez en este cruce de estilos pueda aparecer la tecnología como un lugar para el trabajo, la inter-relación, el singularitim, la puesta en marcha de una modalidad diferente. Y con muchos de los retazos de diversas teorías podamos construir el futuro deseado. Tal vez.

201. APEGOS Y DESAPEGOS + PARA ELEGIR

apegado - acostumbrado - seguro - aprendido - sabido - necesario - natural - propio - respaldo - fortaleza - encierro - riqueza - prestigio - inversión subjetiva - capital - acumulado - ladrillo a ladrillo - mío - nuestro - defensa - contra viento y marea - triunfo - futuro - experiencia - refugio - patrimonio - aferrado - atado - invulnerable - amurallado - conocido - habitual - repetido - enlazado - justificado - definitivo - cartografía - por supuesto -autopista - peajes
desapregarse - desaprender - renunciar - arriesgar - ignorar - necesitar - siempre en construcción - deconstruir - preguntar - buscar - inquirir - inquietar - molestar para adentro - desarticular - improvisar - inseguridad - histórico - contingente - ajeno - intemperie - pobreza - confianza - negociacion - pérdidas - presente - novedad - abierto - desconocido - desacostumbrado - original - sin motivos - sin razones - porque sí - desierto - laberinto - sin mapas - a la deriva - ¿dónde estoy? - sin supuestos - senderos -

lunes, octubre 15, 2007

199. LOS PEQUEÑOS "GRAN HERMANO" + NANOTECNOLOGIA

UN INTERESANTE ARTICULO DE LEONARD BOFF, PARA UNA LECTURA ATENTA DE LO QUE NOS ESPERA =
En los últimos años se está produciendo, de forma extremadamente acelerada, no una nueva onda tecnológica sino un verdadero tsunami tecnológico. Es la nanotecnología. Se trata de una tecnología que produce elementos y cosas no presentes en la naturaleza a partir de lo más pequeño como átomos y células colocados en lugares deseados. Un nanómetro es la milmillonésima parte de un metro. La Wikipedia nos informa: «para percibir lo que esto significa, imagine una playa de 1000 km de largo y un grano de arena de 1mm; ese grano de arena está en relación a esa playa como un nanómetro está al metro». Se trata, pues, de una tecnología de lo ínfimo, tan revolucionaria que, en breve, podrá volver obsoletas a la mayoría de las tecnologías, especialmente aquellas aplicadas a la agricultura, a la industria farmacéutica, a la informática, a la microelectrónica y a los ordenadores.

Ya existen actualmente cerca de 720 productos a nanoescala, desde camisas y pantalones a prueba de arrugas y manchas (de venta en algunos grandes centros comerciales), protectores solares y alimentos hasta nanotubos de carbono para sustituir al cobre, que son diez veces más eficientes en la conducción de la electricidad.
En la nanotecnología convergen la física, la química y la biología produciendo organismos o partículas invisibles con una altísima movilidad. Por obedecer a las leyes de la física cuántica son imprevisibles. En especial, la nanobiotecnología comienza a conocer avances insospechados. Se crean, por ejemplo, nanodispositivos que circulan en la sangre y que pueden detectar enfermedades o hacer reparaciones en órganos afectados. Todo el contenido de la Biblioteca Nacional, con sus millones de libros, puede caber en un nanoaparato del tamaño de un caramelo.
Hay grandes incertidumbres y peligros asociados a este tipo de tecnología. Nanosensores que hoy controlan todo el proceso de la llamada «agricultura inteligente» pueden ser usados para controlar poblaciones y personas. Sería la entronización del «pequeño Hermano» que realizaría las funciones del «gran Hermano» de G.Orwell. Como son aparatos invisibles y microscópicos no hay cómo defenderse de ellos. Por eso la urgencia de observar el principio de precaución y exigir del poder público códigos reguladores.

domingo, octubre 14, 2007

198. AVICENAS, MAIMONIDES Y UN VIERNES LLUVIOSO


Estoy frente a mi notebook y trato de ubicar algunos textos de la presencia de los árabes en la Europa medieval. Quiero sumarle al desarrollo sistemático de sus ideas, algunos fragmentos en los idiomas y en las grafías originales. Han irrumpido nuevamente en el departamento. La lluvia no me deja ver demasiado y, además, estoy concentrado en mi trabajo. Pero allí están. Han llegado juntos esta vez y han entrado como buscándose después de varios días. Ella deja hacer, parece que le hubiera concedido la dirección de los acontecimientos: se abandona con una entrega infinita. Hay algo de Avicenas: es bueno. Está el texto en castellano, hay una traducción latina y el original árabe. Curiosa grafía. Me cuesta ubicarla en mis hojas. El abrazo es incontenible y el juego mutuo no reconoce límites: se lo han permitido todo. La lluvia lava los cristales pero permite verlos cuando se internan hacia una habitación cercana para ponerse cómodos y disfrutar. Sólo veo sombras. Mientras tanto aparece un texto de Avicebrón y otro de Maimónides: en algunos casos aunque judíos, los originales son árabes. Las sombras se mueven en la penumbra acompañadas por el juego de las gotas de lluvia en las ventanas. No se ve casi nada, no se oye: pero todo está allí para el banquete mutuo. Y se ve que lo están degustando como no lo han hecho nunca. Me admira la cantidad de materiales disponibles: internet de ha convertido en la biblioteca infinita de Borges y los servidores son bibliotecarios desganados que no nos conceden demasiada información y somos nosotros los que salimos a la búsqueda de los materiales que duermen en insólitos estantes, cajones, archivos, sótanos...La red es una telarana finísima en la que anidan los textos de filosofía. Se han levantado y el abrazo es el de dos cuerpos fundidos. Imprimo un par de hojas, archivo otras páginas, y me dejo llevar por la imaginación. Descansan, como yo en esta mañana de viernes, de lluvia, de octubre. Un llamado me despierta. Ya se han ido.



197. LO MEJOR DE NUESTRAS VIDAS

Tal vez sea cierto. Tal vez sea una condición de la vida misma. O tal vez sea una condición de la vida de estos tiempos: la insatisfacción. Nunca sabemos si lo que tenemos nos satisface. Siempre andamos a la búsqueda (a tientas freciemente) de lo que debe venir, de lo que realmente nos gulsta, de lo que debería ser nuestro lugar o nuestro futuro. La película francesa es un exquisito producto que en un espacio mínimo y en un tiempo acotado juega con estas cuestiones, con una economía de relato admirable y un resultado atrayente. Es antológica la referencia a los amores de Simone de Beauvoir y Sartre. Y hay una canción que resuena en los oído de una de los personajes que muestran mucho de todo esto, cargado de amores contrariados y de vidas en discusión: SABIA QUE ME ESRABAS, SABIA QUE NO PODÍAMOS ESTAR SEPARADOS MUCHO TIEMPO. VUELVO A BUSCARTE. COMO VES, NO HE CAMBIADO MUCHO. Y VEO QUE POR TU LADO ATRAVESASTE BIEN EL TIEMPO. Es verdad que la joven protagonista es una personalidad soleada que va iluminando con su frescura cada una de las escenas. Esa simplicidad es contagiosa. ¿Cuantas personas soleadas necesitamos, tenemos, deseamos en nuestra vida?

196. ¿CUAL ES EL LUGAR DE LA EDUCACION?

Alguna vez se proclamó que la educación era un camino de civilización para combatir la barbarie. Seguramente el concepto muy europeo de civilización ilustrada y el muy excluyente y discriminatorio de barbarie deben ser condenados, pero en el fondo la educación es constructora de civilización (cultura, cultivo de lo humano) en contra de la barbarie (como descontrol o ausencia de los caracteres mas humanizantes). Observando las noticias que no hacen mas que sintetizar percepciones evidentes, cabe formularse algunas preguntas: (1) ¿Funciona algún sistema educativo en la provincia de Buenos Aires? (2) Si funciona, ¿Por qué no incluye a todos los que diariamente son apresados por actos delictivos? (3) En el caso de que tales adolescentes estén o hayan pasado por el sistema, ¿cuál es el aporte que la educación y la escuela pueden realizar a la construcción efectiva y real de una mejor sociedad? Llama la atención que cuando se divulgan estos datos y noticias, no aparezca ningún representante de los ministerios de educación para dar sus propias versiones o explicaciones o, en su defecto, para reconocer que la educación no tiene posibilidades de transformar a los individuos socialmente excluidos o de construir una sociedad mejor (conclusión realmente lapidaria que implicaría la inmediata renuncia del

En la provincia de Buenos Aires , los menores delincuentes: éste es el fenómeno más crítico que enfrenta el gobierno bonaerense en cuestiones de seguridad. Según las estadísticas oficiales, cada vez hay más adolescentes que cometen crímenes. Desde el 1° de enero hasta el 31 de agosto pasados fueron aprehendidos 74 chicos por día, es decir, tres por hora. También hay registros policiales que muestran que el 80 por ciento de los menores aprehendidos tienen que ser devueltos a sus padres aunque hayan cometido delitos graves. Es que si los chicos tienen menos de 16 años no reciben condena por sus crímenes. Son inimputables. No importa si se cobraron, por ejemplo, una vida. Tal vez por eso, según jueces de menores y policías consultados por La Nacion, cada vez son más los chicos que llevan armas en los asaltos. “Están proliferando los chicos de 13 o 14 años que cometen delitos a mano armada y la ley nos impide tutelarlos. Hoy, si un chico tiene menos de 16 años y comete un delito –cualquier delito–, no importa: está fuera de la Justicia. El mensaje que se les da a los chicos es el de la impunidad”, dijo una jueza de menores.Esta situación, según argumentó el ministro de Seguridad provincial, es promovida por la “falta absoluta de contención que hay respecto de ellos. Menores que se fugan de su casa, menores que están fuera de los sistemas educativos, que no tienen perspectivas de trabajo, que no tienen escolaridad, que no tienen capacitación laboral, que no tienen expectativas o perspectivas. Entonces, éste es el fenómeno más crítico, ¿no?”. Las últimas estadísticas divulgadas por esa cartera ilustran el crítico fenómeno: desde el 1° de enero hasta el 31 de agosto de este año, la policía bonaerense aprehendió a 18.078 menores; como se dijo, a 74 chicos por día. La mayoría fue capturada en el Gran Buenos Aires. Se dijo que son pocos los menores que quedan detenidos. La subsecretaria de Promoción y Protección de los Derechos del Niño de la provincia, Cristina Tabolaro, dijo: "A la fecha, en el sistema institucional, hay 500 jóvenes privados de su libertad; de esos, hay 159 en el régimen de semilibertad". Las estadísticas del Ministerio de Seguridad también marcan un sostenido aumento en la participación de menores en delitos: en 2004 hubo 26.089 menores detenidos, un promedio de 71 por día; en 2005, 27.072 (74 por día), y en 2006, 29.333 (80 cada 24 horas). Las autoridades provinciales temen que este año ese promedio quede superado en diciembre.

miércoles, octubre 10, 2007

194. ERES UN AMOR QUE ME INCOMODA

Oído al pasar, ya no sé cuándo, no recuerdo dónde:

Eres un amor que me incomoda, me desconcierta, me invade,
revoluciona cada parte de mi, los íntimos secretos,
me atropella, arremete, destruye, toma posesión,
marca su territorio, construye sus moradas, hunde sus raíces,
hace preguntas, desconfía, me llena de dudas y misterios.
Eres un amor que desasosiega, inquieta, se torna un torbellino,
me envuelve, me absorbe, me penetra.
Eres un amor que me incomoda, me saca de los bordes, se mete en los resquicios,
buscas las grietas, anida en las preguntas, siembra sospechas,
revisa mi pasado, me pide que renuncie a mis fantasmas,
que siembre de abrazos las ausencias
y borre la seguidad de las cadenas.
Eres un amor que me incomoda, me lanza al porvenir, me llena de silencios,
entorpece mis palabras, se atrinchera en mis razones y me desarma.
Eres un amor que me incomoda detrás de la fresca carcajada,
del juego de vocablos, las miradas,
que registras mi cuerpo y mis entrañas
que no admite fronteras ni murallas,
que construye con fuerza la morada.
Eres un amor y has estallado en la vida de dos sin prepararnos
para expandirse sin usura y arollar el desamaparo.
Eres un amor que me incomodas y se torna necesario, nuestro, propio,
definitivo, fuerte, misterioso. Nada.

193. PLATON + EL BANQUETE

“Es más largo de contar, pero, con todo, te lo diré Sócrates. Cuando nació Afrodita, los dioses celebraron un banquete y, entre otros, estaba también Poros, el hijo de Metis. Después que terminaron de comer, vino a mendigar Penía, como era de esperar en una ocasión festiva, y estaba cerca de la puerta. Mientras, Poros, embriagado de néctar -pues aún no había vino-, entró en el jardín de Zeus y, entorpecido por la embriaguez, se durmió. Entonces Penía, maquinando, impulsada por su carencia de recursos, hacerse un hijo de Poros, se acuesta a su lado y concibió a Eros. Por esta razón, precisamente, es Eros también acompañante y escudero de Afrodita, al ser engendrado en la fiesta del nacimiento de la Diosa y al ser, a la vez, por naturaleza un amante de lo bello, dado que también Afrodita es bella. Siendo hijo, pues, de Poros y Penía, Eros se ha quedado con las siguientes características. En primer lugar, es siempre pobre, y lejos de ser delicado y bello, como cree la mayoría, es más bien duro y seco, descalzo y sin casa, duerme siempre en el suelo y descubierto, se acuesta a la interperie en las puertas y al borde de los caminos, compañero siempre inseparable de la indigencia por tener la naturaleza de su madre. Pero, por otra parte, de acuerdo a la naturaleza de su padre, está al acecho de lo bello y de lo bueno; es valiente, audaz y activo, hábil cazador, siempre urdiendo alguna trama, ávido de sabiduría y rico en recursos, un amante del conocimiento a lo largo de toda su vida, un formidable mago, hechicero y sofista. No es por naturaleza ni inmortal ni mortal, sino que en el mismo día unas veces florece y vive, cuando está en la abundancia, y otras muere, pero recobra la vida de nuevo gracias a la naturaleza de su padre. Mas lo que consigue siempre se le escapa, de suerte que Eros nunca ni está falto de recursos ni es rico, y está, además, en el medio de la sabiduría y la ignorancia. Pues la cosa es como sigue: ninguno de los dioses ama la sabiduría ni desea ser sabio, porque ya lo es, como tampoco ama la sabiduría cualquier otro que sea sabio. Por otro lado, los ignorantes ni aman la sabiduría ni desean hacerse sabios, pues en esto precisamente es la ignorancia una cosa molesta: en que quien no es ni bello, ni bueno, ni inteligente se crea a si mismo que lo es suficientemente. Así, pues, el que no cree estar necesitado no desea tampoco lo que no cree necesitar.
(…)
Hasta para un niño es ya evidente que son los que están en medio de estos dos, entre los cuales estará también Eros. La sabiduría, en efecto, es una de las cosas más bellas y Eros es amor de lo bello, de modo que Eros es necesariamente amante de la sabiduría, y por ser amante de la sabiduría está, por tanto, en medio del sabio y del ignorante. Y la causa de esto es también su nacimiento, ya que es hijo de un padre sabio y rico en recursos y de una madre no sabia e indigente. Ésta es, pues, querido Sócrates, la naturaleza de este demon. Pero, en cuanto a lo que tú pensaste que era Eros, no hay nada sorprendente en ello. Tú creíste, según me parece deducirlo de lo que dices, que Eros era lo amado y no lo que ama. Por esta razón, me imagino, te parecía Eros totalmente bello, pues lo que es susceptible de ser amado es también lo verdaderamente bello, delicado, perfecto y digno de ser tenido por dichoso, mientras que lo que ama tiene un carácter diferente, tal como yo lo describí.”

DISCURSO DE SOCRATES (2003 b – 204 b)

192. DEL OTRO LADO


191.EL BAMBU JAPONES

No hay que ser agricultor para saber que una buena cosecha requiere de buena semilla, buen abono y riego constante. También es obvio que quien cultiva la tierra no se para impaciente frente la semilla sembrada y grita con todas sus fuerzas: "¡Crece, maldita seas...!"
Hay algo muy curioso que sucede con el bambú japonés y que lo trasforma en no apto para impacientes: Uno siembra la semilla, la abona, y se ocupas de regarla constantemente. Durante los primeros meses no sucede nada apreciable. En realidad no pasa nada con la semilla durante los primeros siete años, a tal punto, que un cultivador inexperto estaría convencido de haber comprado semillas infértiles.
Sin embargo, durante el séptimo año, en un período de sólo seis semanas, ¡la planta de bambú crece más de 30 metros! ¿Tardó solo seis semanas en crecer?.
No. La verdad es que se tomó siete años y seis semanas en desarrollarse. Durante los primeros siete años de aparente inactividad, este bambú estaba generando un complejo sistema de raíces que le permitirían sostener Necesario para el crecimiento que iba a tener después de siete años.
Sin embargo, en la vida cotidiana, muchas personas tratan de encontrar soluciones rápidas, triunfos apresurados sin entender que el éxito es simplemente resultado del crecimiento interno y que éste requiere tiempo. Y muchas veces es necesario perder tiempo, invertir tiempo en las raíces, en los fundamentos. Parece que perdemos tiempo, pero en realidad lo estamos ganando.
Quizás por la misma impaciencia, muchos de aquellos que aspiran a resultados en corto plazo, abandonan súbitamente justo cuando ya estaban a punto de conquistar la meta. Es tarea difícil convencer al impaciente que sólo llegan al éxito aquellos que luchan en forma perseverante y saben esperar el momento adecuado.
De igual manera es necesario entender que en muchas ocasiones estaremos frente a situaciones en las que creeremos que nada está sucediendo. Y esto puede ser extremadamente frustrante. Pensar, reflexionar pueden parecer una pérdida de tiempo.
En esos momentos (que todos tenemos), recordar el ciclo de maduración del bambú japonés, y aceptar que -mientras no bajemos los brazos -, ni abandonemos por no "ver" el resultado que esperamos -, sí está sucediendo algo dentro nuestro: estamos creciendo, madurando.
Quienes no se dan por vencidos, van gradual e imperceptiblemente creando los hábitos y el temple que les permitirá sostener el éxito cuando éste al fin se materialice. El triunfo no es más que un proceso que lleva tiempo y dedicación. Un proceso que exige aprender nuevos hábitos y nos obliga a descartar otros. Un proceso que exige cambios, acción y formidables dotes de paciencia.

190. PUERTAS Y TERRITORIO

Es verdad. No puedo abrir las puertas. Estoy del otro lado, te veo venir, hablarme, decirme cosas. Y no puedo. Hay algo que traba las puertas por dentro. Lo intento, pero solo te oigo desde lejos cuando tus demandas me llegan como queja y yo te respondo sin excusas. Te miro a los ojos y me miro al mirarte. Mis ojos te registran y no. A mis oídos no llegan tus palabras. O llegan pero no logro dcecodificarlas del todo. "Tiras tus tristes redes a mis ojos oceánicos...", "Tus palabras se adelgazan para llegar..." Y es verdad: por un momento, por una tarde, por un día mi territorio se ha hecho territorio inexpugnable. No es una decisión mía, pero así soy. Hoy no encuentro las llaves de mis puertas. Han clausurado las ventanas y no puedo lanzarme al vacío de sus ojos o de tu alma, y dejarme ir como quien se desangra en medio del abismo. Estoy y no estoy. Y sé que aun detrás de la puerta, haciendo señas, llenándome de palabras, naufragando en la mirada es oportuno que estés, que no te vayas, que te quedes a dormir allí, aguardando el tiempo necesario. Porque es así: por momentos mi vida se sumerge en un túnel misterioso y entonces me encierro en él, camino en las tinieblas, amo el silencio, descarto las palabras, rehuyo los abrazos, mezquino la piel, negocio las ausencias y huyo hacia la nada. Hay algo de tedio, aburrimiento, cansancio existencial, clausura en todo esto. Es un tiempo que me regresa - creo - a otros tiempos: en algún lugar algo o alguien produjo el terremoto y me sumergió en la nada.
No te vayas, encontremos la receta, pongámonos los dos a construir las nuevas llaves, a derribar las puertas, a destruir los muros, a mezclar los territorios, a construir los puentes, a rellenar los ríos.
Tal vez, saber que te has dado cuenta ("no me escuchas, te hablo y no registrás lo que te digo"), desnudar mi estado, sentirme ausente y sin embargo persisitir en el intento sea la forma de vencerme o de vencer los fantasmas que sobrevienen sigilosos del pasado y reaparecen en una tarde de martes y de octubre.

domingo, octubre 07, 2007

189.EL HUEVO DE LA SERPIENTE

Clase de los sábados. Un grupo nuevo. Explico algo sobre la "libertad de las ideas", las condiciones subjetivas y objetivas del pensamiento. Y un par de alumnos siembran la inquietud: "No hay que hablar sólo del pasado... hay ideas peligrosas que no necesariamente ha desaparecido". Y es verdad. Las patologías sociales no desaparecen por decreto. Frecuentemente de adormecen, invernan en algún lajano lugar del parque, del jardín o de la selva a la espera de la resurrección. Los discursos de condena de alguna ideas totalitarias o antidemocráticas, los homenajes, los monumentos, los documentos, los "nunca mas" no representan la destrucción de todos los gérmenes: estan agazapados como células inactivas que habrán de aparecer. Y uno descubre - en medio de las manifestaciones mas exaltadas y los discursos mas combativos - que allí estan camufladas las ideas de antes, las que desencadenaron los pensamientos absolutos, la clausura de los pensamientos.

188. UTOPIA

Me hubiera gustado - el pasado jueves 4 de octubre - conmemorar los seis meses de la muerte del docente Fuentealba con una fuerte presencia de docentes y alumnos en cada una de las escuelas, trabajando normalmente por la educación y la promoción de todos. Me hubiera gustado escuchar las palabras de los directivos, de los profesionales y combativos docentes, de los alumnos, de los padres demandando justicia y, sobre todo, la justicia fundamental: la mejor educación para todos y todos los días. Me hubiera gustado que el silencioso trabajo de las aulas hubiera permitido formar una nueva generación que en el futuro no reproduzca funcionarios insensibles, policías violentos, jueces lentos o ambiguos, sociedades silenciosas y apáticas. Me hubiera gustado que el recuerdo del maestro neuquino no tuviera ningún vínculo con la campaña política, el gobierno o la oposición (ni fuera interpretada como una de las estrategias argumentativas). Me hubiera gustado que los referentes de los sindicatos hubieran aparecido también para demandar y exigir en otras provincias con otros signos políticos. Todo eso me hubiera gustado. Pero el jueves vi las escuelas cerradas, a los docentes refugiados en sus casas y dedicados a sus cuestiones personales (y ajenos a las demandas), a los funcionario ridículos justificando este paro y solicitando recordatorios y homenajes en las escuelas y en las aulas vacías, y a los alumnos sabiendo que disponía de un día libre que podía aprovechar con una noche previa de salidas y festejos y una noche de jueves con generosas bebibas y celebraciones. No es malo, de vez en cuando, imaginar lo que uno quiere: para que las utoías vayan aparecieron en la horizontes.

miércoles, octubre 03, 2007

187. CORTAZAR, LOS PARQUES, LAS COINCIDENCIAS

Había empezado a leer la novela unos días antes. La abandonó por negocios urgentes, volvió a abrirla cuando regresaba en tren a la finca; se dejaba interesar lentamente por la trama, por el dibujo de los personajes. Esa tarde, después de escribir una carta a su apoderado y discutir con el mayordomo una cuestión de aparcerías volvió al libro en la tranquilidad del estudio que miraba hacia el parque de los robles. Arrellanado en su sillón favorito de espaldas a la puerta que lo hubiera molestado como una irritante posibilidad de intrusiones, dejó que su mano izquierda acariciara una y otra vez el terciopelo verde y se puso a leer los últimos capítulos. Su memoria retenía sin esfuerzo los nombres y las imágenes de los protagonistas; la ilusión novelesca lo ganó casi en seguida. Gozaba del placer casi perverso de irse desgajando línea a línea de lo que lo rodeaba, y sentir a la vez que su cabeza descansaba cómodamente en el terciopelo del alto respaldo, que los cigarrillos seguían al alcance de la mano, que más allá de los ventanales danzaba el aire del atardecer bajo los robles. Palabra a palabra, absorbido por la sórdida disyuntiva de los héroes, dejándose ir hacia las imágenes que se concertaban y adquirían color y movimiento, fue testigo del último encuentro en la cabaña del monte. Primero entraba la mujer, recelosa; ahora llegaba el amante, lastimada la cara por el chicotazo de una rama. Admirablemente restallaba ella la sangre con sus besos, pero él rechazaba las caricias, no había venido para repetir las ceremonias de una pasión secreta, protegida por un mundo de hojas secas y senderos furtivos. El puñal se entibiaba contra su pecho, y debajo latía la libertad agazapada. Un diálogo anhelante corría por las páginas como un arroyo de serpientes, y se sentía que todo estaba decidido desde siempre. Hasta esas caricias que enredaban el cuerpo del amante como queriendo retenerlo y disuadirlo, dibujaban abominablemente la figura de otro cuerpo que era necesario destruir. Nada había sido olvidado: coartadas, azares, posibles errores. A partir de esa hora cada instante tenía su empleo minuciosamente atribuido. El doble repaso despiadado se interrumpía apenas para que una mano acariciara una mejilla. Empezaba a anochecer. Sin mirarse ya, atados rígidamente a la tarea que los esperaba, se separaron en la puerta de la cabaña. Ella debía seguir por la senda que iba al norte. Desde la senda opuesta él se volvió un instante para verla correr con el pelo suelto. Corrió a su vez, parapetándose en los árboles y los setos, hasta distinguir en la bruma malva del crepúsculo la alameda que llevaba a la casa. Los perros no debían ladrar, y no ladraron. El mayordomo no estaría a esa hora, y no estaba. Subió los tres peldaños del porche y entró. Desde la sangre galopando en sus oídos le llegaban las palabras de la mujer: primero una sala azul, después una galería, una escalera alfombrada. En lo alto, dos puertas. Nadie en la primera habitación, nadie en la segunda. La puerta del salón, y entonces el puñal en la mano. la luz de los ventanales, el alto respaldo de un sillón de terciopelo verde, la cabeza del hombre en el sillón leyendo una novela.