jueves, enero 25, 2007

UN DIOS COTIDIANO

Alguna vez - supongo - tuve el libro en mis manos, pero recién estos días lo estoy leyendo en serio. Viñas tuvo que tener una profunda vivencia de la vida en los colegios de los curas (de hecho estuvo allí durante su escuela primaria) porque los detalles son perfectos y el elenco de los padecimientos en esos encierros de las instituciones religiosas - con el cruce de ideologías y mezquindades - es tan exhaustivo y generoso que uno puede reconstruir las vivencias personales. No puede ser fruto de una investigación, sino el resultado de una vivencia. Lo mas curioso es que siendo alumno pueda haber rescatado las vivencias de los adultos que tenía como educadores... Para Ferré, el único Dios no puede ser el de la religiones vinculadas con un alientante pasado, sino un dios cotidiano que se compromete con la realidad y crea cada día una nueva fe y un anuevo compromiso: el agua de ayer es muy buena pero ya la he bebido y no sirve para calmar la sed de hoy... Pero sobre todo para VIÑAS - en el contexto de ese período de la historia argentina, aunque el relato esté ubicado en 1939 - es necesario pensar otro cristianismo, otra relígión que se ofreciera críticamente como alternativa con respecto a la conservadora religión oficial y de los escritores católicos oficiales. FERRE es un crítico que quiere separarse del ateísmo de su padre y de un cristianismo que parece inadecuado para los tiempos que corren... Pese a todo, el escenario del colegio salesiano de la década del 30 / 40 (y también de la época de la escritura) en el interior de la provincia de Buenos Aires conserva intactos los caracteres de un mundo religioso tradicional e indiscutible, posición que defiende esencialmente el DIRECTOR, que pragmáticamente sabe negociar ciertas cuestiones y sabe mezclar el humor, la ironía y las verdades...

CONTRADICCIONES (CUERPOS Y ALIMENTOS)

Uno mira los cuerpos que lo rodean en este verano que explota en disfrute y placer... y ve el culto instalado en cada uno de ellos.Legítimo goce: cuidar el propio cuerpo, cultivar el propio cuerpo, hacer un culto del cuerpo. Levanto la vista mientras escribo y observo desde la ventana laplaya con cuerpos varios: hay de todo, porque en suma uno hace con su cuerpo lo que quiere y lo que puede... no siempre lo que debe. Y en suma, ¿qué es lo que debemos? Pero ese culto al cuerpo se sostiene con privaciones y exigencias... el mismo verano nos muestra la generosidad de ofertas para alimentar al cuerpo que es otra forma - contradictoria - de disfrute: allí están tentándonos con toda su lujuria las diversas comidas con una cosmética que asocia el color, las formas, el olor y el sabor... una combinación que combina casi los cinco sentidos: uno la ve, a veces la oye, la huele, la gusta... ¿Cómo se combinan ambos deseos, ambos placeres?¿Como se compatbilizan ambos pecados? Por esos cuerpos cultivados son objeto de deseo, deseo que repercute en el cuerpo, movilizados por una subjetividad creada por el entorno cultural... y al mismo tiempo ese cuerpo desea la comida que - de alguna manera, para e comun de los mortales - representa una alteración de las formas del cuerpo.
Me pregunto ¿por qué la lujuria recibió una condena mas radical que la gula? ¿Será porque la comida era algo permitido y habilitado para la clase dominante?
Quienes optar por la bulimia tienen una resolución conflictiva pero más lógica que la anorexia... quieren quedarse con el cuerpo y el placer de las comidas. Como no se pueden quedar con las dos, optan por eliminar la comida para conservar algo del deseo y el placer...
Aquí estamos,viviendo este verano en una geografía extraña... envueltos en las mismas contradicciones que nos obligan a definir nuestra vida.