domingo, junio 03, 2007

105. DE OTRA COSECHA Y CON EL DEBIDO PERMISO: RELEYENDO LA RETORICA DE BARTHES

En este didáctico texto, para los que nos iniciamos en el estudio de la Retórica, Barthes recorre cada una de la operaciones -Inventio, Dispositio, Elocutio- de manera tal que un lector actual se desliza casi sin tropiezos por esta construcción teórica sobre el lenguaje que nació en el medio del Mediterráneo, allá por el 4... a.c.
Me detengo en la Elocutio, específicamente en el análisis sobre las figuras retóricas. Sin plantearla explícitamente, hay una pregunta que origina dos tipos de explicaciones acerca de la existencia del lenguaje figurado, hoy diríamos connotado. Las explicaciones por la función las vinculan con una necesidad de eufemizar, de escapar de los tabúes; o con crear ilusión, una trompe l’oeil, para hacernos ver las cosas diferentes de cómo son habitualmente; o con el placer de jugar, haciendo nuevas asociaciones. Por otro lado, las explicaciones por el origen postulan que las figuras existen en la naturaleza, o como después amplía, recurriendo a un estudio de Bernard Lamy(La retórica o el arte de hablar,1675), en la naturaleza pasional del lenguaje. Así Barhes(1970,p.76), consistente con esta explicación define:


”las figuras son el lenguaje de la pasión. La pasión deforma el punto de vista sobre las cosas y obliga a valerse de palabras especiales(...) son los morfemas de la pasión, a través de ellas podemos conocer la taxinomia de las pasiones, y en particular, la de la pasión amorosa(...)Por ejemplo: la exclamación corresponde al rapto brusco de la palabra, a la afasia emotiva; la dubitación a la tortura de las incertidumbres(...), a la difícil lectura de los “signos” emitidos por el otro; la elipsis, a la censura de todo lo que molesta a la pasión; la parelipsis(decir que no se va a decir lo que finalmente se dirá)al desencadenamiento de la “escena”;la repetición a la reiteración obsesiva de las “razones”; la hipotiposis, a la escena que uno se representa vivamente, al libreto mental(deseos, celos). A partir de esto comprendemos mejor cómo lo figurado puede ser a la vez natural y segundo; es natural porque las pasiones están en la naturaleza; es secundario porque la moral exige que estas mismas pasiones, aunque “naturales”,sean distanciadas, ubicadas en la región de la Culpa; porque para un clásico la “naturaleza” es mala, las figuras retóricas están justificadas, pero son sospechosas”

Interesante enfoque que me lleva a pensarlo didácticamente. Contenidos ineludibles en el Espacio Lengua y Literatura: la poesía amorosa, las figuras retóricas; autor consagrado, ineludible también: Pablo Neruda.
Después de la lecturas de sus Veinte poemas... o Cien sonetos ...podemos dejar escapar la pregunta ingenua ,sabia y clásica acerca de la existencia del lenguaje figurado.¿Por qué Neruda llama a su amada-amante Mariposa morena dulce y definitiva /como el trigal el sol, la amapola y el agua.¿Por qué esta metáfora?¿Será una cuestión lúdica?¿Un eufemismo para esconder algo? O bien la pasión que es tan propia de nosotros, tan natural en nosotros, pero poco habitual le hable o le haga hablar con ese lenguaje inusitado?
Tal vez nunca lleguemos a un acuerdo en la clase. ¿Por qué explicación se inclinarán los jóvenes de hoy?¿Hay una explicación única?.No lo sé. Creo que lo saludable es la discusión, es pensar sobre el lenguaje, es el descubrimiento de lo que nos hace el lenguaje: transformarnos de mujeres simples a niñas morenas y ágiles.

BARTHES, Roland, (1970).La antigua retórica .Investigaciones retóricas I. Buenos Aires. Comunicación.

Costa Andrea, profesora

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