miércoles, octubre 10, 2007

190. PUERTAS Y TERRITORIO

Es verdad. No puedo abrir las puertas. Estoy del otro lado, te veo venir, hablarme, decirme cosas. Y no puedo. Hay algo que traba las puertas por dentro. Lo intento, pero solo te oigo desde lejos cuando tus demandas me llegan como queja y yo te respondo sin excusas. Te miro a los ojos y me miro al mirarte. Mis ojos te registran y no. A mis oídos no llegan tus palabras. O llegan pero no logro dcecodificarlas del todo. "Tiras tus tristes redes a mis ojos oceánicos...", "Tus palabras se adelgazan para llegar..." Y es verdad: por un momento, por una tarde, por un día mi territorio se ha hecho territorio inexpugnable. No es una decisión mía, pero así soy. Hoy no encuentro las llaves de mis puertas. Han clausurado las ventanas y no puedo lanzarme al vacío de sus ojos o de tu alma, y dejarme ir como quien se desangra en medio del abismo. Estoy y no estoy. Y sé que aun detrás de la puerta, haciendo señas, llenándome de palabras, naufragando en la mirada es oportuno que estés, que no te vayas, que te quedes a dormir allí, aguardando el tiempo necesario. Porque es así: por momentos mi vida se sumerge en un túnel misterioso y entonces me encierro en él, camino en las tinieblas, amo el silencio, descarto las palabras, rehuyo los abrazos, mezquino la piel, negocio las ausencias y huyo hacia la nada. Hay algo de tedio, aburrimiento, cansancio existencial, clausura en todo esto. Es un tiempo que me regresa - creo - a otros tiempos: en algún lugar algo o alguien produjo el terremoto y me sumergió en la nada.
No te vayas, encontremos la receta, pongámonos los dos a construir las nuevas llaves, a derribar las puertas, a destruir los muros, a mezclar los territorios, a construir los puentes, a rellenar los ríos.
Tal vez, saber que te has dado cuenta ("no me escuchas, te hablo y no registrás lo que te digo"), desnudar mi estado, sentirme ausente y sin embargo persisitir en el intento sea la forma de vencerme o de vencer los fantasmas que sobrevienen sigilosos del pasado y reaparecen en una tarde de martes y de octubre.

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