domingo, octubre 14, 2007

197. LO MEJOR DE NUESTRAS VIDAS

Tal vez sea cierto. Tal vez sea una condición de la vida misma. O tal vez sea una condición de la vida de estos tiempos: la insatisfacción. Nunca sabemos si lo que tenemos nos satisface. Siempre andamos a la búsqueda (a tientas freciemente) de lo que debe venir, de lo que realmente nos gulsta, de lo que debería ser nuestro lugar o nuestro futuro. La película francesa es un exquisito producto que en un espacio mínimo y en un tiempo acotado juega con estas cuestiones, con una economía de relato admirable y un resultado atrayente. Es antológica la referencia a los amores de Simone de Beauvoir y Sartre. Y hay una canción que resuena en los oído de una de los personajes que muestran mucho de todo esto, cargado de amores contrariados y de vidas en discusión: SABIA QUE ME ESRABAS, SABIA QUE NO PODÍAMOS ESTAR SEPARADOS MUCHO TIEMPO. VUELVO A BUSCARTE. COMO VES, NO HE CAMBIADO MUCHO. Y VEO QUE POR TU LADO ATRAVESASTE BIEN EL TIEMPO. Es verdad que la joven protagonista es una personalidad soleada que va iluminando con su frescura cada una de las escenas. Esa simplicidad es contagiosa. ¿Cuantas personas soleadas necesitamos, tenemos, deseamos en nuestra vida?

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