sábado, enero 03, 2009

355. GONZALO MILLAN + SALVADOR ALLENDE



El cuidado y muy elaborado documental del reconocido PATRICI0 GUZMAN sobre SALVADOR ALLENDE - impecable, preciso, justo, reivindicador de una figura injustamente silenciada -nos regala en el cierre el bello poema de GONZALLO MILLAN (muerto en el 2006) leído por el mismo y jugando con esa envidiable posibilidad de que todo vuelva atras, de que el tiempo regreso a los buenos, bellos, victoriosos momentos. Es bueno recordar a todos ellos.




El río invierte el curso de su corriente.
El agua de las cascadas sube.
La gente empieza a caminar retrocediendo.

Los caballos caminan hacia atrás.
Los militares deshacen lo desfilado.
Las balas salen de las carnes.
Las balas entran en los cañones.
Los oficiales enfundan sus pistolas.
La corriente se devuelve por los cables.
La corriente penetra por los enchufes.

Los torturados dejan de agitarse.
Los torturados cierran sus bocas.
Los campos de concentración se vacían.
Aparecen los desaparecidos.
Los muertos salen de sus tumbas.

Los aviones vuelan hacia atrás
Los rockets suben hacia los aviones.
Allende dispara.
Las llamas se apagan.
Se saca el casco.
La Moneda se reconstituye íntegra.
Su cráneo se recompone.
Sale a un balcón.

Allende retrocede hasta Tomás Moro.
Los detenidos salen de espalda de los estadios.
11 de Septiembre.
Regresan aviones con refugiados.
Chile es un país democrático.
Las fuerzas armadas respetan la constitución.
Los militares vuelven a sus cuarteles.

Renace Neruda.
Vuelve en una ambulancia a Isla Negra.
Le duele la próstata. Escribe.
Víctor Jara toca la guitarra. Canta.
Los discursos entran en las bocas.
El tirano abraza a Prat.
Desaparece. Prat revive.
Los cesantes son recontratados.
Los obreros desfilan cantando.
¡Venceremos!


La ciudad - ¿está allí este poema? - no es un simple catálogo de las fechorías dictatoriales que se intentan borran en el escenario de la post dictadura. Más importante es su apertura a lo político, entendiéndolo como lucha emancipatoria. En tiempos de fragmentos, post ideologías y derrotas, donde el escenario estético debe presentarse alejado de toda interferencia política, La ciudad instala una sutura donde se cruza lo político con la poesía, y no solamente por medio de la denuncia. Veamos, para terminar, este poema en donde Millán altera la corriente del tiempo para desmantelar fugazmente la teleología del capital que se mira como eterno, infinitamente reproducible, y hacernos pensar en un espacio fuera de la catástrofe actual. (Francisco Leal. 2006)

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