lunes, mayo 28, 2007

097. AMIGO

Mi amigo llego con el filo de la tarde. Llegó como llegó a mi vida hace demasiados años, en un extraño país y en una historia que defintivamente no quiero recordar. Volvió como vuelve de vez en cuando hasta las playas de mi vida para instalarse un tiempo. Mi amigo me desbarata mis esquemas, abre mis puertas, revisa mis cosas, se me mete con atrevimiento en mi vida. Yo hago lo mismo. Y por unos días ando a corazón abierto hablando todo, tratando de que hablemos todo. Fluyen mis miedos, mis esperanzas, mis derrotas, mis expectativas, mis sueños. Y todos los de él. Le digo cosas al mismo tiempo que me las digo a mi. Reímos, reimos muchos: las compuertas de la risa regresan nuevamente hasta nosotros y podemos volver a ser los chicos, los adolescentes que somos. Disfrutamos, vivimos, respiramos, caminamos por la vida un par dedías juntos. No hacemos planes para reencontrarnos, para hablarnos, para conectarnos. Sabemos que la voz de la vida será la señal. Y allí estaremos. Y cuando parte algo de mí se queda huérfano, lejano. La piel, el cuerpo, el alma, el corazón siente esa partida. Y descubro cuando lo abrazo y lo despido que en él pasa lo mismo. Pero nadie nos puede robar este tiempo juntos, este soplo de vida.

No hay comentarios.: