domingo, junio 10, 2007

111. IDIOCRACIA + UNA MIRADA SOBRE LA PELICULA

La película IDIOCRACIA es tentadora por su formato y su presunta historia. El desarrollo no es tan bueno porque en los hechos es bastante burda la producción. Pero hay algunos aspectos rescatable: el futuro se muestra como el reino del no-pensamiento. Nadie sabe nada, han perdido la inteligencia, no hay posibilidad de razonar y solo se cultivan cualidades primitivas. Sexo, dinero, tv basura, espectáculos bochornosos son los entretenimientos de un mundo que lo ha perdido, desde los alimentos a la economía, desde el gobierno a la sociedad. El pensar como se piensa y no tener ninguna capacidad de imaginar algo distinto a lo dicho es la cualidad de todos los habitantes que reflejan en sus rostros, en sus palabras y en su mirada su incapacidad. La curiosidad mayor radica - tal vez - en el protagonista, hombre de nuestros tiempo, que es elegido por su mediocridad, por su imposibilidad de ser y hacer algo mas que lo que siempre ha hecho, por sus escasas capacidades y su nulo poder de iniciativa.
Las circunstancias lo llevan a un congelamiento que de un año se convierte en 500 y al despertar se encuentra con una civilización en la que él es el mejor, el superdotado, el que exhibe los mejores parámetros.
Mas allá de los vaivenes de la historia, de la grotesca figura del presidente de los EEUU y de sus ministros es bueno su mensaje final. Cuando alcanza él la presidencia propone volver al pensamiento, a los libros, a la lectura y a la escritura, perdida a lo largo de años de involución.
Para mirar detenitamente las escenas iniciales y el juego de las parejas tratando de organizar su descendencia... en un mundo que - ya en nuestros días - prepara el desastre que se preanuncia para el 2505
Perdón... ¿la película muestra lo que sucederá en el 2505 o lo que YA está sucediendo? De LA NACION de ayer:
Durante un reciente encuentro dedicado al análisis de la educación media, organizado por la Fundación Santillana, el filósofo francés Luc Ferry -ministro de Juventud, Educación e Investigación de su país entre 2002 y 2004- mencionó un estudio en el que, en condiciones equiparables, se comparó la respuesta que daban a un cuestionario similar los alumnos de los años 1920 y 1995. Esa comparación arrojó resultados desastrosos: para el conjunto de la población, el éxito en resolver sencillos problemas matemáticos pasó del 61 por ciento al 21. Incluso cuando sólo se toma en consideración el 10 por ciento de los mejores alumnos, ese porcentaje de éxito cae del 99 al 76 por ciento. El peor dictado del mismo texto en una clase de 1920 era más correcto que el mejor de 1995. La conclusión del estudio fue que hoy la escuela no puede lograr lo mismo que en los años 20 porque para la mayoría de los alumnos resulta imposible resolver un problema simple. O, como lo expresó Ferry, "los aprendizajes de base sobre temas fundamentales están en caída libre".

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