miércoles, julio 25, 2007

147. EN EL MISMO LUGAR

No importa la geografía, ni los mundos, ni las distancias.
No importa donde estés. Seguimos en la misma sintonía respirando la misma mirada.
Buscamos y buscamos en la piel, en la memoria, en los oídos, en los ojos, en las manos
cada uno de los sellos. Y están. Llenos de vida. Desbordantes.
Y aparecen nitidos los aromas, el color de los cuerpos o el juego de las ideas.
Irrumpen los rituales y las complicidades.
Asoman las promesas y el reencuentro asegurado.
No existe el espacio. No existe el tiempo: conjugamos una ley de la relatividad
que juega con las vidas y las cruza, y las entreteje y las trama y las envuelve.
No hay nada mas.
Solo te espero.
Déjame cuidarte amor,
quiero convertirme en tu cuidado.

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