domingo, noviembre 04, 2007

212. ¿QUE COSA ES EL AMOR?

Ejercicio para comparar los sonetos de QUEVEDO y SOR JUANA INES DE LA CRUZ y los diversos momentos propuestos por la película argentina EL AMOR (PRIMERA PARTE) con la historia de Pedro y Sofía. ¿Hay diferencias entre el siglo XVII y el siglo XXI? Hombres y mujeres, al fin...

Amor empieza por desasosiego,
solicitud, ardores y desvelos;
crece con riesgos, lances y recelos;
susténtase de llantos y de ruego.

Doctrínanle tibiezas y despego,
conserva el ser entre engañosos velos,
hasta que con agravios o con celos
apaga con sus lágrimas su fuego.

Su principio, su medio y fin es éste:
¿pues por qué, Alcino, sientes el desvío
de Celia, que otro tiempo bien te quiso?

¿Qué razón hay de que dolor te cueste?
Pues no te engañó amor, Alcino mío,
sino que llegó el término preciso.

SOR JUANA INES DE LA CRUZ

Con el dolor de la mortal herida,
de un agravio de amor me lamentaba,
y por ver si la muerte se llegaba
procuraba que fuese más crecida.

Toda en el mal el alma divertida,
pena por pena su dolor sumaba,
y en cada circunstancia ponderaba
que sobraban mil muertes a una vida.

Y cuando, al golpe de uno y otro tiro
rendido el corazón, daba penoso
señas de dar el último suspiro,

no sé con qué destino prodigioso
volví a mi acuerdo y dije: ¿qué me admiro?
¿Quién en amor ha sido más dichoso?

SOR JUANA INES DE LA CRUZ

Amor me ocupa el seso y los sentidos:
absorto estoy en éxtasi amoroso,
no me concede tregua ni reposo
esta guerra civil de los nacidos.


Explayóse el raudal de mis gemidos
por el grande distrito y doloroso
del corazón, en su penar dichoso,
y mis memorias anegó en olvidos.


Todo soy ruinas, todo soy destrozos,
escándalo funesto a los amantes,
que fabrican de lástima sus gozos.


Los que han de ser y los que fueron antes
estudien su salud en mis sollozos
y envidien mi dolor, si son constantes.


FRANCISCO DE QUEVEDO

Es hielo abrasador, es fuego helado,
es herida que duele y no se siente,
es un soñado bien, un mal presente,
es un breve descanso muy cansado;

es un descuido que nos da cuidado,
un cobarde, con nombre de valiente,
un andar solitario entre la gente,
un amar solamente ser amado;

es una libertad encarcelada,
que dura hasta el postrero paroxismo;
enfermedad que crece si es curada.

Éste es el niño Amor, éste es su abismo.
¡Mirad cuál amistad tendrá con nada
el que en todo es contrario de sí mismo!

FRANCISCO DE QUEVEDO

No hay comentarios.: