viernes, enero 23, 2009

367, CUERPOS VISIBLES, CUERPOS INVISIBLES

¿Dónde esta el cuerpo que me pertenece? ¿Donde ha ido a parar en medio de las imposibilidades de estos últimos meses? ¿En qué lugar guardo las imágenes, recorto el pensamiento, recreo los encuentros? El tiempo, los días, se van llevando las sensaciones, las memorias. Sé que renacerán en cualquier encuentro del futuro... pero en estos días de ausencia, de lejanía, de marcada perplejidad (aun no resuelta), aun en carne viva, no está. No está en el lugar deseado, en el momento preciso, en el sitio simbólico y real.
Y a mi, que me preciaba de jugar con el desinterés y la indiferencia, me pesa que en algún lugar, en otro contexto y en otras companias, haya alguien que juegue con sus figuras geométricas, arme sus triángulos, desnude su fragilidad, intente acercarse desde la insalvable lejanía de estos días de enero.
Apenas una voz o una mirada, es poco, demasiado poco.
Los cuerpos no permanecen para siempre. Los cuerpos se borran como las geografías, los territorios, las calles... y uno debe reaprender a conocerlos, a apropiárselos, a familliarizarse con ellos.
Desde un lugar que me era familiar y se me ha vuelto extraño... y que me depositado toda una semana en las mismas calles, entre los nombres y las referencias que había borrado, hay imàgenes difusas que no logro rescatar cuando mas las necesito. Los rostros se han cargado de años, las antiguas casas han sucumbido a la metamorfosis de la ciudad, los nombres han mutado: y yo soy un fantasma en esta ciudad que se me vuelto ajena.

1 comentario:

Raquel Cascales dijo...

Impactante... el hombre siempre en busca de su lugar en el universo. Hasta que un día lo encuentra, quizá el día de la muerte.

Gracias por tus entradas.