domingo, agosto 16, 2009

401. THE READER + EL LECTOR






Año de producción: 2008. País: Alemania – EEUU. Dirección: Stephen Daldry Intérpretes: Kate Winslet, David Kross, Ralph Fiennes, Lena Olin, Bruno Ganz, Matthias Habich, Susanne Lothar, Karoline Herfurth. Argumento: Bernhard Schlink (novela) Guión: David Hare. Música: Nico Muhly. Fotografía: Roger Deakins, Chris Menges. 124 minutos

La historia – no la película que se inicia con escena de 1995 - comienza en la Alemania después de la Segunda Guerra Mundial. A veces el azar regala verdaderas historias y tuerce los brazos del destino: MICHEL (Ralph Fiennes) vuelve de la escuela, llueve y se siente descompuesto: baja del tranvía y se refugia en un portal. Hanna (Kate Winslet), una desconocida que vive allí y que le dobla la edad, lo protege y le ayuda a llegar a su casa. Una vez recuperado, Michael busca a Hanna para agradecerle. Pero se produce lo inesperado: las miradas de ambos se cargan de deseo y el ritual de iniciación de MICHEL se transforma – por decisión de los dos - en un apasionado y secreto amor entre ambos. Hay diferencias de edad, de clase social, de entornos, de niveles culturales. La mujer es la maestra que lo inicia y lo conduce: el chico es un aprendiz fiel que desplaza su interés por la familia, la escuela y los mismos amigos. Se conocen poco. Tardíamente se revelan sus nombres y, casi por casualidad, el muchacho descubre que a Hanna le encanta que le lea y su relación física se hace más profunda, al tiempo que MICHEL se convierte en el mensajero y el lector que la inicia en la cultura, a través de la lectura.

Un día – después sabemos por qué – Hanna que trabaja como guarda en el tranvía que usa Michel y que ha sido premiada por su bien desempeño, desaparece un misteriosamente dejando a Michael desorientado y obligado a encontrarle destino a su vida. Ocho años más tarde, siendo estudiante de Derecho, Michael participa de un seminario que dicta un prestigioso profesor y al que asisten muy pocos alumnos: como parte de su aprendizaje asiste a uno de los juicios por los crímenes nazis: juzgan a seis mujeres responsables de algunas acciones en campos de concentración. Se queda atónito al encontrarse de nuevo con Hanna: es una de las acusadas. A medida que se va revelando el pasado de la mujer - también en el campo de concentración elegía algunas mujeres que debía ser ejecutadas para que le leyeran libros -, Michael descubre un profundo secreto que tendrá un gran impacto en la vida de ambos, pero no se atreverá a revelarlo, aun sabiendo que se trata de un elemento esencial para determinar la responsabilidad relativa o absoluta de la mujer.

Hanna es condenada y Michel no logra vencer su resistencia para verla y hablar con ella en la cárcel. Arma su vida, se casa, termina su carrera como abogado, tiene una hija… y trata de mitigar la larga condena de Hanna con el envío de libros leídos y grabados. Ella – con mucho esfuerzo – aprenderá, tardíamente, a leer y a escribir, como respuesta a su esfuerzo.

Cuando finalmente puede recuperar parte de su pasado, todo se desmorona y Michel sólo puede recuperar su legado y su voluntad de ayudar a los sobrevivientes del holocausto.

La historia misma es sorprendente, porque no sabemos por dónde nos llevará la historia. Hay escenas y diálogos que sólo reflejan la situación de Hanna y Michel… pero hay otros que reflejan toda la problemática de la Alemania de la postguerra: las clases y las discusiones con el experimentado profesor reflejan los discutidos límites entre la ética y la ley… algo que también se refleja en las palabras del Presidente del Tribunal, o en las palabras de la sobreviviente que no quiere reconocer arrepentimiento alguno.

De alguna manera el MICHEL que sufre en el juicio y no tiene atrevimiento para intervenir, logra redimirse cuando se hacer cargo de su pasado (finalmente confiesa lo que ha vivido), acepta darle protección a HANNA, y producido el suicidio, obedece lo dispuesto en el testamento.

Es verdad que hay cuestiones que no se plantean: Hanna no parece plantearse la legitimidad de la relación, así como no revela nada de su pasado, ni confiesa son claridad que es analfabeta (tal vez la única dignidad que defiende, aun en una situación límite). Tampoco Michel parece encontrar algo cuestionable en sus actos. Nada se pregunta sobre esa extraña mujer que se entrega sin reparos. Y le cuesta decidir entre lo que significa esa mujer del presente mediato para él y lo que ha significado para las miles de víctimas que pueden reconocerla. Y Hanna que – a diferencia de las demás acusadas – confiesa todo, no siente culpa. Hizo lo que podía hacer en ese momento y quiere juzgarlo con el criterio con que en ese momento debía proceder (ej. dejar encerradas a las 300 prisioneras que mueren dentro de la iglesia incendiada, obedeciendo la orden que habían recibido).

El lector (Der Vorleser, en alemán = literalmente "el lector en voz alta") es una novela escrita por Bernhard Schlink y publicada en 1995. A través de la historia hay una nueva mirada sobre el holocausto y la forma con que fueron juzgado los culpables: no todos los condenados fueron los verdaderos culpables.

Es una película que habilita numerosos debates en varios planos y problemas. Sobre todo porque proviene de sociedades que hicieron mucho antes miradas de memoria y justicia sobre su pasado.

No hay comentarios.: