INICIO: "Lo primero que me llamó la atención al entrar al Colegio de la Cruz fueron esos chicos que daban vueltas y vueltas alrededor del patio. Hacía media hora que esperaba. El Padre Director tenía que recibirme. Me paseaba por ese pasillo y los veía hacer lo mismo: eran siete u ocho, con los brazos cruzados, que caminaban marcando los cuatro costados de ese patio gigantesco." (1981: 5)FINAL: "Yo me fui acercando. Los vi por la puerta de atrás. Todos estaban de pie y hablaban, otros daban vueltas entre los bancos. Comentarían el paseo, lo que habían hecho. Su cachito de libertad. También había tres o cuatro sentados en los pupitres. Hacían ruido, demasiado ruido. Yo me quise asomar por un momento; que hubiera un poco de orden. Cuando me vieron entrar, se quedaron en silencio. Estaban a la expectativa. En el pizarrón había un muñeco ridículo, un poco repugnante. Debajo habían escrito: El Padre Ferré se las tira de santo." (1981: 189)
La obra ha sido abordada y analizada en un trabajo específico:
UNA MIRADA SOBRE LA EDUCACION Y SUS PRACTICAS EN UN DIOS COTIDIANO DE DAVID VIÑAS o
VIGILANCIA Y CASTIGO Y TEMOR EN “UN DIOS COTIDIANO” DE DAVID VIÑAS.
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